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Isaías 62

El nuevo nombre de Sión

1 Por amor aSiónno guardaré silencio,

por amor a Jerusalén no desmayaré,

hasta que su justicia resplandezca como la aurora,

y como antorcha encendida susalvación.

2 Las naciones verán tu justicia,

y todos los reyes, tu gloria;

recibirás unnombrenuevo,

que elSeñormismo te dará.

3 Serás en la mano delSeñorcomo una corona esplendorosa,

¡como una diadema real en la palma de tu Dios!

4 Ya no te llamarán «Abandonada»,

ni a tu tierra la llamarán «Desolada»,

sino que serás llamada «Mi deleite»;

tu tierra se llamará «Mi esposa»;

porque elSeñorse deleitará en ti,

y tu tierra tendrá esposo.

5 Como un joven que se casa con una doncella,

así el que te edifica se casará contigo;

como un novio que se regocija por su novia,

así tu Dios se regocijará por ti.

6 Jerusalén, sobre tus muros he puesto centinelas

que nunca callarán, ni de día ni de noche.

Vosotros, los que invocáis alSeñor,

no os deis descanso;

7 ni tampoco lo dejéis descansar,

hasta que establezca a Jerusalén

y la convierta en la alabanza de la tierra.

8 Por su manoderecha, por su brazo poderoso,

ha jurado elSeñor:

«Nunca más daré a tus enemigos

tu grano como alimento,

ni se beberá gente extranjera

el vino nuevo por el que trabajaste.

9 Alabando alSeñorcomerán el grano

quienes lo hayan cosechado;

en los atrios de mi santuario beberán el vino

quienes hayan trabajado en la vendimia».

10 ¡Pasad, pasad por laspuertas!

Preparad el camino para el pueblo.

¡Construid la carretera!

¡Quitadle todas las piedras!

¡Desplegad sobre los pueblos la bandera!

11 He aquí lo que elSeñorha proclamado

hasta los confines de la tierra:

«Decid a la hija de Sión:

“¡Ahí viene tu Salvador!

Trae su premio consigo;

su recompensa lo acompaña”».

12 Serán llamados «Pueblosanto»,

«Redimidos delSeñor»;

y tú serás llamada «Ciudad anhelada»,

«Ciudad nunca abandonada».

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Isaías 63

El día de la venganza y la redención de Dios

1 ¿Quién es este que viene de Edom,

desde Bosra, vestido de púrpura?

¿Quién es este de espléndido ropaje,

que avanzacon fuerza arrolladora?

«Soy yo, el que habla con justicia,

el que tiene poder para salvar».

2 ¿Por qué están rojos tus vestidos,

como los del que pisa las uvas en el lagar?

3 «He pisado el lagar yo solo;

ninguno de los pueblos estuvo conmigo.

Los he pisoteado en mi enojo;

los he aplastado en mi ira.

Su sangre salpicó mis vestidos,

y me manché toda la ropa.

4 ¡Ya tengo planeado el día de la venganza!

¡El año de mi redención ha llegado!

5 Miré, pero no hubo quien me ayudara,

me asombró que nadie me diera apoyo.

Mi propio brazo me dio la victoria;

¡mi propia ira me sostuvo!

6 En mi enojo pisoteé a los pueblos,

y los embriagué con la copa de mi ira;

¡hice correr su sangre sobre la tierra!»

Alabanza y oración

7 Recordaré el gran amor delSeñor,

y sus hechos dignos de alabanza,

por todo lo que hizo por nosotros,

por su compasión y gran amor.

¡Sí, por la multitud de cosas buenas

que ha hecho por los descendientes de Israel!

8 Declaró: «Verdaderamente son mi pueblo,

hijos que no me engañarán».

Así se convirtió en el Salvador

9 de todas sus angustias.

Él mismo los salvó;

no envió un emisario ni un ángel.

En su amor y misericordia los rescató;

los levantó y los llevó en sus brazos

como en los tiempos de antaño.

10 Pero ellos se rebelaron

y afligieron a susantoEspíritu.

Por eso se convirtió en su enemigo,

y luchó él mismo contra ellos.

11 Su pueblo recordó los tiempos pasados,

los tiempos de Moisés:

¿Dónde está el que los guio a través del mar,

como guía elpastora su rebaño?

¿Dónde está el que puso

su santo Espíritu entre ellos,

12 el que hizo que su glorioso brazo

marchara a laderechade Moisés,

el que separó las aguas a su paso,

para ganarse renombre eterno?

13 ¿Dónde está el que los guio a través del mar,

como a caballo en el desierto,

sin que ellos tropezaran?

14 El Espíritu delSeñorles dio descanso,

como a ganado que pasta en la llanura.

Fue así como guiaste a tu pueblo,

para hacerte unnombreglorioso.

15 Mira bien desde el cielo;

observa desde tu morada santa y gloriosa.

¿Dónde están tu celo y tu poder?

¡Se nos niega tu abundante compasión y ternura!

16 Pero tú eres nuestro Padre,

aunque Abraham no nos conozca

ni nos reconozca Israel;

tú,Señor, eres nuestro Padre;

¡tu nombre ha sido siempre «nuestro Redentor»!

17 ¿Por qué,Señor, nos desvías de tuscaminos,

y endureces nuestrocorazón

para que no te temamos?

Vuelve por amor a tus siervos,

por las tribus que son tu herencia.

18 Tu pueblo poseyó por un tiempo tu santuario,

pero ahora lo han pisoteado nuestros enemigos.

19 Estamos como si nunca nos hubieras gobernado,

como si nunca hubiéramos llevado tu nombre.

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Isaías 64

1 ¡Ojalá rasgaras los cielos y descendieras!

¡Las montañas temblarían ante ti,

2 como cuando el fuego enciende la leña

y hace que hierva el agua!

Así darías a conocer tunombreentre tus enemigos,

y ante ti temblarían las naciones.

3 Hiciste portentos inesperados cuando descendiste;

ante tu presencia temblaron las montañas.

4 Fuera de ti, desde tiempos antiguos

nadie ha escuchado ni percibido,

ni ojo alguno ha visto,

a un Dios que, como tú,

actúe en favor de quienes en él confían.

5 Sales al encuentro de los que, alegres,

practican la justicia y recuerdan tuscaminos.

Pero te enojas si persistimos

en desviarnos de ellos.

¿Cómo podremos ser salvos?

6 Todos somos como genteimpura;

todos nuestros actos de justicia

son como trapos de inmundicia.

Todos nos marchitamos como hojas;

nuestras iniquidades nos arrastran como el viento.

7 Nadie invoca tu nombre,

ni se esfuerza por aferrarse a ti.

Pues nos has dado la espalda

y nos has entregadoen poder de nuestras iniquidades.

8 A pesar de todo,Señor, tú eres nuestro Padre;

nosotros somos el barro, y tú el alfarero.

Todos somos obra de tu mano.

9 No te enojes demasiado,Señor;

no te acuerdes siempre de nuestras iniquidades.

¡Considera, por favor,

que todos somos tu pueblo!

10 Tus ciudadessantashan quedado devastadas,

y hastaSiónse ha vuelto un desierto;

Jerusalén es una desolación.

11 Nuestro santo y glorioso templo,

donde te alababan nuestros padres,

ha sido devorado por el fuego.

Ha quedado en ruinas

todo lo que más queríamos.

12 Ante todo esto,Señor, ¿no vas a hacer nada?

¿Vas a guardar silencio y afligirnos sin medida?

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Isaías 65

Juicio y salvación

1 «Me di a conocer a los que no preguntaban por mí;

dejé que me hallaran los que no me buscaban.

A una nación que no invocaba minombre

le dije: “¡Aquí estoy!”

2 Todo el día extendí mis manos

hacia un pueblo rebelde,

que va por malcamino,

siguiendo sus propias ideas.

3 Es un pueblo que en mi propia cara

constantemente me provoca;

que ofrece sacrificios en los jardines

y quema incienso en los altares;

4 que se sienta entre los sepulcros

y pasa la noche en vigilias secretas;

que come carne de cerdo,

y en sus ollas cocina caldoimpuro;

5 que dicen: “¡Mantente alejado!

¡No te acerques a mí!

¡Soy demasiado sagrado para ti!”

Todo esto me fastidia como humo en la nariz;

¡es un fuego que arde todo el día!

6 »Ante mí ha quedado escrito;

no guardaré silencio.

Les daré su merecido;

lo sufrirán en carne propia,

7 tanto por vuestras iniquidades

como por las de vuestros padres

—dice elSeñor—.

Por cuanto ellos quemaron incienso en las montañas

y me desafiaron en las colinas,

les haré sufrir en carne propia

las consecuencias de sus acciones pasadas».

8 Así dice elSeñor:

«Cuando alguien encuentra un buen racimo de uvas,

dice: “No voy a dañarlo,

porque todavía tiene jugo”.

Del mismo modo actuaré yo por amor a mis siervos:

No los destruiré a todos.

9 De Jacob sacaré descendientes,

y de Judá, a los que poseerán mis montañas.

Las heredarán mis elegidos,

y allí morarán mis siervos.

10 Para mi pueblo que me busca,

Sarón será redil de ovejas;

el valle de Acor, corral de vacas.

11 »Pero a vosotros que abandonáis alSeñor

y os olvidáis de mi montesanto,

que para los dioses de la Fortuna y del Destino

preparáis mesas y servís vino mezclado,

12 os destinaré a la espada;

¡todos vosotros os inclinaréis para ser degollados!

Porque llamé y no me respondisteis,

hablé y no me escuchasteis.

Más bien, hicisteis lo malo ante mis ojos

y optasteis por lo que no me agrada».

13 Por eso, así dice elSeñoromnipotente:

«Mis siervos comerán,

pero vosotros pasaréis hambre;

mis siervos beberán,

pero vosotros sufriréis sed;

mis siervos se alegrarán,

pero vosotros seréis avergonzados.

14 Mis siervos cantarán

con alegría decorazón,

pero vosotros clamaréis

con corazón angustiado;

¡gemiréis con espíritu quebrantado!

15 Mis escogidos heredarán vuestro nombre

como una maldición.

ElSeñoromnipotente os dará muerte,

pero a sus siervos les dará un nombre diferente.

16 Cualquiera que en el país invoque una bendición,

lo hará por el Dios de la verdad;

y cualquiera que jure en esta tierra,

lo hará por el Dios de la verdad.

Las angustias del pasado han quedado en el olvido,

las he borrado de mi vista.

Un cielo nuevo y una tierra nueva

17 »Prestad atención, voy a crear

un cielo nuevo y una tierra nueva.

No volverán a mencionarse las cosas pasadas,

ni se traerán a la memoria.

18 Alegraos más bien, y regocijaos por siempre,

por lo que estoy a punto de crear:

he aquí que voy a crear una Jerusalén feliz,

un pueblo lleno de alegría.

19 Me regocijaré por Jerusalén

y me alegraré en mi pueblo;

no volverán a oírse en ella

voces de llanto ni gritos de clamor.

20 »Nunca más habrá en ella

niños que vivan pocos días,

ni ancianos que no completen sus años.

El que muera a los cien años

será considerado joven;

pero el que no lleguea esa edad

será considerado maldito.

21 Construirán casas y las habitarán;

plantarán viñas y comerán de su fruto.

22 Ya no construirán casas para que otros las habiten,

ni plantarán viñas para que otros coman.

Porque los días de mi pueblo

serán como los de un árbol;

mis escogidos disfrutarán

de las obras de sus manos.

23 No trabajarán en vano,

ni tendrán hijos para la desgracia;

tanto ellos como su descendencia

serán simiente bendecida por elSeñor.

24 Antes que me llamen,

yo les responderé;

todavía estarán hablando

cuando ya los habré escuchado.

25 El lobo y el cordero pacerán juntos;

el león comerá paja como el buey,

y la serpiente se alimentará de polvo.

En todo mi montesanto

no habrá quien haga daño ni destruya»,

dice elSeñor.

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Isaías 66

Juicio y esperanza

1 Así dice elSeñor:

«El cielo es mi trono,

y la tierra, el estrado de mis pies.

¿Qué casa me podéis construir?

¿Qué morada me podéis ofrecer?

2 Fue mi mano la que hizo todas estas cosas;

fue así como llegaron a existir

—afirma elSeñor—.

»Yo estimo a los pobres y contritos de espíritu,

a los que tiemblan ante mi palabra.

3 Pero los que sacrifican toros

son como los que matanhombres;

los que ofrecen corderos

son como los que desnucan perros;

los que presentan ofrendas de grano

son como los que ofrecen sangre de cerdo,

y los que queman ofrendas de incienso

son como los que adoran ídolos.

Ellos han escogido sus propioscaminos,

y se deleitan en sus abominaciones.

4 Pues yo también escogeré aflicciones para ellos

y enviaré sobre ellos lo que tanto temen.

Porque nadie respondió cuando llamé;

cuando hablé, nadie escuchó.

Más bien, hicieron lo que me ofende

y optaron por lo que no me agrada».

5 ¡Escuchad la palabra delSeñor,

vosotros que tembláis ante su palabra!:

«Así dicen vuestros hermanos que os odian

y os excluyen por causa de minombre:

“¡Que elSeñorsea glorificado,

para que veamos vuestra alegría!”

Pero ellos serán los avergonzados.

6 Una voz resuena desde la ciudad,

una voz surge del templo:

Es la voz delSeñor

que da a sus enemigos su merecido.

7 »Antes de estar con dolores de parto,

Jerusalén tuvo un hijo;

antes que le llegaran los dolores,

dio a luz un varón.

8 ¿Quién ha oído cosa semejante?

¿Quién ha visto jamás cosa igual?

¿Puede una nación nacer en un solo día?

¿Se da a luz un pueblo en un momento?

Sin embargo,Sióndio a luz sus hijos

cuando apenas comenzaban sus dolores.

9 ¿Podría yo abrir la matriz,

y no provocar el parto?

—dice elSeñor—.

¿O cerraría yo el seno materno,

siendo yo el que hago dar a luz?

—dice tu Dios—.

10 Mas alegraos con Jerusalén, y regocijaos por ella,

todos los que la amáis;

saltad con ella de alegría,

todos los que por ella os condoléis.

11 Porque seréis amamantados y saciados,

y hallaréis consuelo en sus pechos;

beberéis hasta saciaros,

y os deleitaréis en sus henchidos senos».

12 Porque así dice elSeñor:

«Hacia ella extenderé lapazcomo un torrente,

y la riqueza de las naciones como río desbordado.

Vosotros seréis amamantados, llevados en sus brazos,

mecidos en sus rodillas.

13 Como madre que consuela a su hijo,

así yo os consolaré a vosotros;

en Jerusalén seréis consolados».

14 Cuando veáis esto,

se regocijará vuestrocorazón,

y vuestro cuerpo florecerá como la hierba;

elSeñordará a conocer

su poder entre sus siervos,

y su furor entre sus enemigos.

15 ¡Ya viene elSeñorcon fuego!

¡Sus carros de combate son como un torbellino!

Descargará su enojo con furor,

y su reprensión con llamas de fuego.

16 Con fuego y con espada

juzgará elSeñora todomortal.

¡Muchos morirán a manos delSeñor!

17 «Juntos perecerán los que sesantificany sepurificanpara entrar en los jardines, siguiendo a uno que va al frente,y los que comen carne de cerdo, ratas y otras cosas abominables —afirma elSeñor—.

18 »Yo, por causa de sus acciones y sus ideas, estoy a punto de reunir a gente de toda nación y lengua; vendrán y verán mi gloria.

19 »Les daré una señal, y a algunos de sus sobrevivientes los enviaré a las naciones: a Tarsis, Pul, Lidia (famosa por sus arqueros), Tubal y Grecia, y a las costas lejanas que no han oído hablar de mi fama ni han visto mi gloria. Ellos anunciarán mi gloria entre las naciones.

20 Y a todos los hermanos que tenéis entre las naciones los traerán a mi monte santo en Jerusalén, como una ofrenda alSeñor; los traerán en caballos, en carros de combate y en literas, y en mulas y camellos —dice elSeñor—. Los traerán como traen los israelitas, en recipientes limpios, sus ofrendas de grano al templo delSeñor.

21 Y de ellos escogeré también a algunos, para que sean sacerdotes y levitas —dice elSeñor—.

22 »Porque, así como permanecerán en mi presencia el cielo nuevo y la tierra nueva que yo haré, así también perdurarán vuestro nombre y vuestros descendientes —afirma elSeñor—.

23 Sucederá que de una luna nueva a otra, y de unsábadoa otro, toda la humanidad vendrá a postrarse ante mí —dice elSeñor—.

24 Entonces saldrán y contemplarán los cadáveres de los que se rebelaron contra mí.

»Porque no morirá el gusano que los devora,

ni se apagará el fuego que los consume:

¡repulsivos serán para toda la humanidad!»

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Jeremías 1

1 Estas son las palabras de Jeremías hijo de Jilquías. Jeremías provenía de una familia sacerdotal de Anatot, ciudad del territorio de Benjamín.

2 La palabra delSeñorvino a Jeremías en el año trece del reinado de Josías hijo de Amón, rey de Judá.

3 También vino a él durante el reinado de Joacim hijo de Josías, rey de Judá, y hasta el fin del reinado de Sedequías hijo de Josías, rey de Judá; es decir, hasta el quinto mes del año undécimo de su reinado, cuando la población de Jerusalén fue deportada.

Llamamiento de Jeremías

4 La palabra delSeñorvino a mí:

5 «Antes de formarte en el vientre,

ya te había elegido;

antes de que nacieras,

ya te había apartado;

te había nombrado profeta para las naciones».

6 Yo le respondí:

«¡Ah,Señormi Dios! ¡Soy muy joven, y no sé hablar!»

7 Pero elSeñorme dijo:

«No digas: “Soy muy joven”, porque vas a ir adondequiera que yo te envíe, y vas a decir todo lo que yo te ordene.

8 No temas a nadie, que yo estoy contigo para librarte». Lo afirma elSeñor.

9 Luego extendió elSeñorla mano y, tocándome la boca, me dijo:

«He puesto en tu boca mis palabras.

10 Mira, hoy te doy autoridad sobre naciones y reinos,

»para arrancar y derribar,

para destruir y demoler,

para construir y plantar».

11 La palabra delSeñorvino a mí, y me dijo:

«¿Qué es lo que ves, Jeremías?»

«Veo una rama de almendro», respondí.

12 «Has visto bien —dijo elSeñor—, porque yo estoy alertapara que se cumpla mi palabra».

13 La palabra delSeñorvino a mí por segunda vez, y me dijo:

«¿Qué es lo que ves?»

«Veo una olla que hierve y se vierte desde el norte», respondí.

14 Entonces elSeñorme dijo:

«Desde el norte se derramará la calamidad sobre todos los habitantes del país.

15 Porque voy a convocar a todas las tribus de los reinos del norte —afirma elSeñor—.

»Vendrán, y cada uno pondrá su trono

a laentradamisma de Jerusalén;

vendrán contra todos los muros que la rodean,

y contra todas las ciudades de Judá.

16 Yo dictaré sentencia contra mi pueblo,

por toda su maldad,

porque me han abandonado;

han quemado incienso a otros dioses,

y han adorado las obras de sus manos.

17 »Pero tú, ¡prepárate! Ve y diles todo lo que yo te ordene. No temas ante ellos, pues de lo contrario yo haré que sí los temas.

18 Hoy te he puesto como ciudad fortificada, como columna de hierro y muro de bronce, contra todo el país, contra los reyes de Judá, contra sus autoridades y sus sacerdotes, y contra la gente del país.

19 Pelearán contra ti, pero no podrán vencerte, porque yo estoy contigo para librarte», afirma elSeñor.

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Jeremías 2

Israel abandona a Dios

1 La palabra delSeñorvino a mí:

2 «Ve y proclama a oídos de Jerusalén que así dice elSeñor:

»“Recuerdo el amor de tu juventud,

tu cariño de novia,

cuando me seguías por el desierto,

por tierras no cultivadas.

3 Israel estaba consagrada alSeñor,

era lasprimiciasde su cosecha;

todo el que comía de ella sufría las consecuencias,

les sobrevenía la calamidad”»,

afirma elSeñor.

4 ¡Escuchad la palabra delSeñor, descendientes de Jacob,

tribus todas del pueblo de Israel!

5 Así dice elSeñor:

«¿Qué injusticia vieron en mí vuestros antepasados,

que se alejaron tanto de mí?

Se fueron tras lo que nada vale,

y en nada se convirtieron.

6 Nunca preguntaron:

“¿Dónde está elSeñor

que nos hizo subir de Egipto,

que nos guio por el desierto,

por tierra árida y accidentada,

por tierra reseca y tenebrosa,

por tierra que nadie transita

y en la que nadie vive?”

7 Yo os traje a una tierra fértil,

para que comierais de sus frutos

y de su abundancia.

Pero vinisteis ycontaminasteismi tierra;

hicisteis de mi heredad algo abominable.

8 Nunca preguntaron los sacerdotes:

“¿Dónde está elSeñor?”

Los expertos en la ley jamás me conocieron;

lospastoresse rebelaron contra mí,

los profetas hablaron en nombre deBaal

y se fueron tras dioses que para nada sirven.

9 Por eso, aún voy a litigar contra vosotros,

y también litigaré contra los hijos de vuestros hijos

—afirma elSeñor—.

10 »Cruzad a las costas de Chipre, y mirad;

enviad mensajeros a Cedar,e informaos bien;

fijaos si ha sucedido algo semejante:

11 ¿Hay alguna nación que haya cambiado de dioses,

a pesar de que no son dioses?

¡Pues mi pueblo ha cambiado al que es su gloria,

por lo que no sirve para nada!

12 ¡Espantaos, cielos, ante esto!

¡Temblad y quedad horrorizados!

—afirma elSeñor—.

13 »Dos son los pecados

que ha cometido mi pueblo:

Me han abandonado a mí,

fuente de agua viva,

y han cavado sus propias cisternas,

cisternas rotas que no retienen agua.

14 ¿Acaso es Israel un esclavo?

¿Nació en la esclavitud?

¿Por qué entonces lo saquean?

15 Los leones rugieron contra él,

lanzaron fuertes gruñidos.

Dejaron desolado su país,

sus ciudades fueron incendiadas,

y ya nadie las habita.

16 »Para colmo de males,

los de Menfisy los de Tafnes

te raparon la cabeza.

17 ¿No te ha pasado todo esto

por haber abandonado alSeñortu Dios,

mientras él te guiaba por el camino?

18 Y ahora, ¿qué sacas con ir a Egipto

a beber agua del Nilo?

¿Qué sacas con ir a Asiria

a beber agua del Éufrates?

19 Tu maldad te castigará,

tu infidelidad te recriminará.

Ponte a pensar cuán malo y amargo

es abandonar alSeñortu Dios

y no sentir temor de mí

—afirma el Señor, elSeñorTodopoderoso—.

20 »Desde hace mucho quebraste el yugo;

te quitaste las ataduras

y dijiste: “¡No quiero servirte!”

Sobre toda colina alta,

y bajo todo árbol frondoso,

te entregaste a la prostitución.

21 Yo te planté, como vid selecta,

con semilla genuina.

¿Cómo es que te has convertido

en una vid degenerada y extraña?

22 Aunque te laves con lejía,

y te frotes con mucho jabón,

ante mí seguirá presente

la mancha de tu iniquidad

—afirma elSeñoromnipotente—.

23 »¿Cómo puedes decir:

“No me he contaminado,

ni me he ido tras los baales”?

¡Considera tu conducta en el valle!

¡Reconoce lo que has hecho!

¡Camella ligera de cascos,

que no puedes quedarte quieta!

24 ¡Asna salvaje que tiras al monte!

Cuando ardes en deseos, olfateas el viento;

cuando estás en celo, no hay quien te detenga.

Ningún macho que te busque tiene que fatigarse:

cuando estás en celo, fácilmente te encuentra.

25 »No andes con pies descalzos, que te lastimas,

ni dejes que la garganta se te reseque.

Pero tú insistes: “¡No tengo remedio!

Amo a dioses extraños, y tras ellos me iré”.

26 »El pueblo de Israel se avergonzará,

junto con sus reyes y autoridades,

sacerdotes y profetas,

como se avergüenza el ladrón cuando lo descubren.

27 A un trozo de madera le dicen:

“Tú eres mi padre”,

y a una piedra le repiten:

“Tú me has dado a luz”.

Me han vuelto la espalda;

no quieren darme la cara.

Pero les llega la desgracia y me dicen:

“¡Levántate y sálvanos!”

28 ¿Dónde están, Judá, los dioses que te fabricaste?

¡Tienes tantos dioses como ciudades!

¡Diles que se levanten!

¡A ver si te salvan cuando caigas en desgracia!

29 »¿Por qué litigáis conmigo?

Todos vosotros os habéis rebelado contra mí

—afirma elSeñor—.

30 »En vano castigo a mi pueblo,

pues rechaza micorrección.

Cual si fuera un león feroz,

vuestra espada devoró a vuestros profetas.

31 »Pero vosotros, los de esta generación,

prestad atención a la palabra delSeñor:

¿Acaso he sido para Israel

un desierto o una tierra tenebrosa?

¿Por qué dice mi pueblo:

“Somos libres, nunca más volveremos a ti”?

32 ¿Acaso una joven se olvida de sus joyas,

o una novia de su atavío?

¡Pues hace muchísimo tiempo

que mi pueblo se olvidó de mí!

33 ¡Qué mañosa eres

para conseguir amantes!

¡Hasta las malas mujeres

han aprendido de ti!

34 Tienes la ropa manchada de sangre,

de sangre de gente pobre e inocente,

a los que nunca sorprendiste robando.

Por todo esto

35 te voy a juzgar:

por alegar que no has pecado,

por insistir en tu inocencia,

por afirmar: “¡Dios ya no está enojado conmigo!”

36 ¡Con qué ligereza cambias de parecer!

Pues también Egipto te defraudará,

como te defraudó Asiria.

37 Saldrás de allí con las manos en la nuca,

porque elSeñorha rechazado

a aquellos en quienes confías,

y no prosperarás con ellos.

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Jeremías 3

1 »Supongamos que un hombre se divorcia de su mujer, y que ella lo deja para casarse con otro. ¿Volvería el primero a casarse con ella? ¡Claro que no! Semejante accióncontaminaríapor completo la tierra. Pues bien, tú te has prostituido con muchos amantes, y ya no podrás volver a mí —afirma elSeñor—.

2 »Fíjate bien en esas lomas estériles:

¡Dónde no se han acostado contigo!

Como un beduino en el desierto,

te sentabas junto al camino,

a la espera de tus amantes.

Has contaminado la tierra

con tus infames prostituciones.

3 Por eso se demoraron las lluvias,

y no llegaron los aguaceros de primavera.

Tienes el descaro de una prostituta;

¡no conoces la vergüenza!

4 No hace mucho me llamabas:

“Padre mío, amigo de mi juventud,

5 ¿vas a estar siempre enojado?

¿Guardarás rencor eternamente?”

Y mientras hablabas,

hacías todo el mal posible».

La infidelidad de Israel

6 Durante el reinado del rey Josías elSeñorme dijo: «¿Has visto lo que ha hecho Israel, la infiel? Se fue a todo monte alto, y allí, bajo todo árbol frondoso, se prostituyó.

7 Yo pensaba que después de hacer todo esto ella volvería a mí. Pero no lo hizo. Esto lo vio su hermana, la infiel Judá,

8 y viotambién que yo había repudiado a la apóstata Israel, y que le había dado carta de divorcio por todos los adulterios que había cometido. No obstante, su hermana, la infiel Judá, no tuvo ningún temor, sino que también ella se prostituyó.

9 »Como Israel no tuvo ningún reparo en prostituirse,contaminóla tierra y cometió adulterio al adorar ídolos de piedra y de madera.

10 A pesar de todo esto, su hermana, la infiel Judá, no se volvió a mí de todocorazón, sino que solo fingió volverse», afirma elSeñor.

11 ElSeñorme dijo: «La apóstata Israel ha resultado ser más justa que la infiel Judá.

12 Ve al norte y proclama este mensaje:

»“¡Vuelve, apóstata Israel!

No te miraré con ira

—afirma elSeñor—.

No te guardaré rencor para siempre,

porque soy misericordioso

—afirma elSeñor—.

13 Tan solo reconoce tu culpa,

y que te rebelaste contra elSeñortu Dios.

Bajo todo árbol frondoso

has brindado a dioses extraños tus favores,

y no has querido obedecerme”

—afirma elSeñor—.

14 »¡Volveos a mí, apóstatas —afirma elSeñor—, porque yo soy vuestro esposo! De vosotros tomaré uno de cada ciudad y dos de cada familia, y os traeré aSión.

15 Os darépastoresque cumplan mi voluntad, para que os guíen con sabiduría y entendimiento.

16 »En aquellos días, cuando os hayáis multiplicado y seáis numerosos en el país, ya no se dirá más: “Arca delpactodelSeñor”. Nadie pensará más en ella ni la recordará; nadie la echará de menos ni volverá a fabricarla —afirma elSeñor—.

17 »En aquel tiempo llamarán a Jerusalén: “Trono delSeñor”. Todas las naciones se reunirán en Jerusalén para honrar elnombredelSeñor, y ya no volverán a obedecer ciegamente a su malvado corazón.

18 »En aquellos días la tribu de Judá se unirá al pueblo de Israel, y juntos vendrán del país del norte, a la tierra que di como herencia a sus antepasados.

19 »Yo mismo dije:

»“¡Cómo quisiera tratarte como a un hijo,

y darte una tierra codiciable,

la heredad más hermosa de las naciones!”

Yo creía que me llamarías “Padre mío”,

y que nunca dejarías de seguirme.

20 Pero tú, pueblo de Israel,

me has sido infiel

como una mujer infiel a su esposo»,

afirma elSeñor.

21 Se escucha un grito en las lomas estériles,

la súplica angustiosa del pueblo de Israel,

porque han pervertido su conducta,

se han olvidado delSeñorsu Dios.

22 «¡Volveos, apóstatas,

y os curaré de vuestra infidelidad!»

«Aquí estamos, a ti venimos,

porque tú eres elSeñornuestro Dios.

23 Ciertamente son un engaño las colinas,

y una mentira el estruendo sobre las montañas.

Ciertamente en elSeñornuestro Dios

está lasalvaciónde Israel.

24 Desde nuestra juventud, la vergonzosa idolatría

ha engullido el esfuerzo de nuestros antepasados:

sus rebaños y su ganado,

sus hijos y sus hijas.

25 ¡Acostémonos en nuestra vergüenza,

y que nos cubra nuestra desgracia!

¡Nosotros y nuestros antepasados

hemos pecado contra elSeñornuestro Dios!

Desde nuestra juventud y hasta el día de hoy,

no hemos obedecido alSeñornuestro Dios».

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Jeremías 4

1 «Israel, si piensas volver,

vuélvete a mí

—afirma elSeñor—.

Si quitas de mi vista tus ídolos abominables

y no te alejas de mí,

2 si con fidelidad, justicia y rectitud

juras: “Por la vida delSeñor”,

entonces “en él serán benditas las naciones,

y en él se gloriarán”».

3 Así dice elSeñor

a los habitantes de Judá y de Jerusalén:

«Abrid surcos en terrenos no labrados,

y no sembréis entre espinos.

4 Habitantes de Judá y de Jerusalén,

marcad vuestrocorazóncon la señal delpacto:

circuncidaos para honrar alSeñor,

no sea que por la maldad de vuestras obras

mi furor se encienda como el fuego

y arda sin que nadie pueda apagarlo.

La amenaza del norte

5 »¡Anunciadlo en Judá,

proclamadlo en Jerusalén!

¡Tocad la trompeta por todo el país!

Gritad en voz alta:

“¡Reuníos y entremos

en las ciudades fortificadas!”

6 Señalad aSióncon la bandera;

¡Buscad refugio, no os detengáis!

Porque yo traigo del norte

calamidad y gran destrucción.

7 Un león ha salido del matorral,

un destructor de naciones se ha puesto en marcha;

ha salido de su lugar de origen

para desolar tu tierra;

tus ciudades quedarán en ruinas

y totalmente despobladas.

8 Por esto, vestíos de luto,

lamentaos y gemid,

porque la ardiente ira delSeñor

no se ha apartado de nosotros.

9 »En aquel día desfallecerá

elcorazóndel rey y de los jefes;

los sacerdotes se llenarán de pánico

y los profetas quedarán atónitos»,

afirma elSeñor.

10 Yo dije: «¡Ah,Señormi Dios,

cómo has engañado a este pueblo y a Jerusalén!

Dijiste: “Tendránpaz”,

pero tienen la espada en el cuello».

11 En aquel tiempo se les dirá

a este pueblo y a Jerusalén:

«Desde las estériles lomas del desierto

sopla un viento abrasador

en dirección a la capital de mi pueblo.

No es el viento que sirve para aventar

ni para limpiar el trigo;

12 el viento que haré venir

es demasiado fuerte para eso,

porque yo mismo

dictaré sentencia contra ellos».

13 ¡Miradlo avanzar como las nubes!

¡Sus carros de guerra parecen un huracán!

¡Sus caballos son más veloces que las águilas!

¡Ay de nosotros! ¡Estamos perdidos!

14 Jerusalén, limpia de maldad tu corazón

para que seas salvada.

¿Hasta cuándo hallarán lugar en ti

los pensamientos perversos?

15 Una voz anuncia desgracia

desde Dan y desde las colinas de Efraín.

16 «Advertid a las naciones,

proclamadlo contra Jerusalén:

“De lejanas tierras vienen sitiadores

lanzando gritos de guerra

contra las ciudades de Judá”.

17 La rodean como quien cuida un campo,

porque ella se rebeló contra mí

—afirma elSeñor—.

18 Tu conducta y tus acciones

te han causado todo esto.

Esta es tu desgracia. ¡Qué amarga es!

¡Cómo te ha calado en el propio corazón!»

19 ¡Qué angustia, qué angustia!

¡Me retuerzo de dolor!

Mi corazón se agita. ¡Ay, corazón mío!

¡No puedo callarme!

Puedo escuchar el toque de trompeta

y el grito de guerra.

20 Un desastre llama a otro desastre;

todo el país está devastado.

De repente fueron destruidos

los pabellones y las tiendas donde habito.

21 ¿Hasta cuándo tendré que ver la bandera

y escuchar el toque de la trompeta?

22 «Mi pueblo esnecio,

no me conoce;

son hijos insensatos

que no tienen entendimiento.

Son hábiles para hacer el mal;

no saben hacer el bien».

23 Miré a la tierra, y era un caos total;

miré a los cielos, y todo era tinieblas.

24 Miré a las montañas, y estaban temblando;

¡se sacudían todas las colinas!

25 Miré, y no quedaba nadie;

habían huido todas las aves del cielo.

26 Miré, y la tierra fértil era un desierto;

yacían en ruinas todas las ciudades,

por la acción delSeñor,

por causa de su ardiente ira.

27 Así dice elSeñor:

«Todo el país quedará desolado,

pero no lo destruiré por completo.

28 Por eso el país estará de luto,

y los altos cielos se oscurecerán,

pues ya lo dije, y no me retractaré;

lo he decidido, y no me volveré atrás».

29 Ante el ruido de arqueros y jinetes

huye toda la ciudad.

Algunos se meten en los matorrales,

otros trepan por los peñascos.

Toda la ciudad queda abandonada;

¡no queda un solo habitante!

30 ¿Qué piensas hacer, ciudad devastada?

¿Para qué te vistes de púrpura?

¿Para qué te pones joyas de oro?

¿Para qué te maquillas los ojos?

En vano te embelleces,

pues tus amantes te desprecian;

solo buscan tu muerte.

31 Oigo gritos como de parturienta,

gemidos como de primeriza.

Son los gemidos de la bella Sión,

que respira con dificultad;

que extiende los brazos y dice:

«¡Ay de mí, que desfallezco!

¡Estoy en manos de asesinos!»

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Jeremías 5

La corrupción de Jerusalén y de Judá

1 «Recorred las calles de Jerusalén,

observad con cuidado,

buscad por las plazas.

Si encontráis una sola persona

que practique la justicia y busque la verdad,

yo perdonaré a esta ciudad.

2 Aunque juran: “Por la vida delSeñor”,

de hecho juran en falso».

3 Señor, ¿acaso no buscan tus ojos la verdad?

Golpeaste a esa gente, y no les dolió,

acabaste con ellos, y no quisieron ser corregidos.

Endurecieron su rostro más que una roca,

y no quisieronarrepentirse.

4 Entonces pensé: «Así es la plebe;

siempre actúan comonecios,

porque no conocen elcaminodelSeñor

ni las demandas de su Dios.

5 Me dirigiré a los líderes

y les hablaré;

porque ellos sí conocen el camino delSeñor

y las demandas de su Dios».

Pero ellos también quebrantaron el yugo

y rompieron las ataduras.

6 Por eso los herirá el león de la selva

y los despedazará el lobo del desierto;

frente a sus ciudades está el leopardo al acecho,

y todo el que salga de ellas será despedazado,

pues son muchas sus rebeliones

y numerosas sus infidelidades.

7 «¿Por qué habré de perdonarte?

Tus hijos me han abandonado,

han jurado por los que no son dioses.

Cuando suplí sus necesidades,

ellos cometieron adulterio

y en tropel se volcaron a los prostíbulos.

8 Son como caballos bien cebados y fogosos;

todos relinchan por la mujer ajena.

9 ¿Y no los he de castigar por esto?

—afirma elSeñor—.

¿Acaso no he de vengarme de semejante nación?

10 »Subid por los surcos de esta viña

y arrasadla, pero no acabéis con ella.

Arrancadle sus sarmientos,

porque no son delSeñor.

11 Pues las casas de Israel y de Judá

me han sido más que infieles»,

afirma elSeñor.

12 Ellas han negado alSeñor,

y hasta dicen: «¡Dios no existe!

Ningún mal vendrá sobre nosotros,

no sufriremos guerras ni hambre».

13 Los profetas son como el viento:

la palabra delSeñorno está en ellos.

¡Que así les suceda!

14 Por eso, así dice elSeñor,

el DiosTodopoderoso:

«Por cuanto el pueblo ha hablado así,

mis palabras serán como fuego en tu boca,

y este pueblo, como un montón de leña.

Ese fuego los consumirá.

15 »Pueblo de Israel,

voy a traer contra vosotros una nación lejana,

una nación fuerte y antigua,

una nación cuyo idioma no conocéis,

cuyo lenguaje no entendéis

—afirma elSeñor—.

16 Todos ellos son guerreros valientes;

sus flechas presagian la muerte.

17 Acabarán con tu cosecha y tu alimento,

devorarán a tus hijos e hijas,

matarán a tus rebaños y ganados,

y destruirán tus viñas y tus higueras.

Tus ciudades fortificadas,

en las que pusiste tu confianza,

serán pasadas a filo de espada.

18 »Sin embargo, aun en aquellos días no os destruiré por completo —afirma elSeñor—.

19 Y, cuando te pregunten: “¿Por qué elSeñor, nuestro Dios, nos ha hecho todo esto?”, tú les responderás: “Así como vosotros me habéis abandonado y en vuestra propia tierra habéis servido a dioses extranjeros, así también en tierra extraña serviréis a gente extranjera”.

20 »Anunciad esto entre los descendientes de Jacob

y proclamadlo en Judá:

21 Escucha esto, pueblo necio e insensato,

que tiene ojos, pero no ve,

que tiene oídos, pero no oye.

22 ¿Acaso has dejado de temerme?

—afirma elSeñor—.

¿No debieras temblar ante mí?

Yo puse la arena como límite del mar,

como frontera perpetua e infranqueable.

Aunque se agiten sus olas,

no podrán prevalecer;

aunque bramen,

no franquearán esa frontera.

23 Pero este pueblo tiene uncorazónterco y rebelde;

se ha descarriado, ha sido infiel.

24 No reflexionan ni dicen:

“Temamos alSeñor, nuestro Dios,

quien a su debido tiempo nos da lluvia,

las lluvias de otoño y primavera,

y nos asegura las semanas señaladas

para la cosecha”.

25 Vuestras iniquidades

os han quitado estos beneficios;

vuestros pecados os han privado

de estas bendiciones.

26 Sin duda, en mi pueblo hay malvados,

que están al acecho como cazadores de aves,

que ponen trampas para atrapar a la gente.

27 Como jaulas llenas de pájaros,

llenas de engaño están sus casas;

por eso se han vuelto poderosos y ricos,

28 gordos y pedantes.

Sus obras de maldad no tienen límite:

no hacen justicia al huérfano,

para que su causa prospere;

ni defienden tampoco

el derecho de los menesterosos.

29 ¿Y no los he de castigar por esto?

¿No he de vengarme de semejante nación?

—afirma elSeñor—.

30 »Algo espantoso y terrible

ha ocurrido en este país.

31 Los profetas profieren mentiras,

los sacerdotes gobiernan a su antojo,

¡y mi pueblo tan campante!

Pero ¿qué vais a hacer vosotros

cuando todo haya terminado?