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Jeremías 6

Jerusalén es sitiada

1 »¡Huid de Jerusalén, benjaminitas!

¡Tocad la trompeta en Tecoa!

¡Levantad señal en Bet Haqueren!

Una desgracia, una gran destrucción,

nos amenaza desde el norte.

2 Voy a destruir aSión,

tan hermosa y delicada.

3 Los pastores y sus rebaños vienen contra ella:

acampan a su alrededor,

y cada uno escoge su pastizal».

4 «¡Preparaos para pelear contra ella!

¡Ataquémosla a plena luz del día!

Pero ¡ay de nosotros, que el día se acaba

y se alargan las sombras de la noche!

5 ¡Vamos, ataquémosla de noche,

y destruyamos sus fortalezas!»

6 Así dice elSeñorTodopoderoso:

«¡Talad árboles

y levantad una rampa contra Jerusalén!

Esta ciudad debe ser castigada,

pues en ella no hay más que opresión.

7 Como agua que brota de un pozo,

así brota de Jerusalén la maldad.

En ella se oye de violencia y destrucción;

no veo otra cosa que enfermedades y heridas.

8 ¡Escarmienta, Jerusalén,

para que no me aparte de ti!

De lo contrario, te convertiré en desolación,

en una tierra inhabitable».

9 Así dice elSeñorTodopoderoso:

«Buscad al remanente de Israel.

Rebuscad, como en una viña;

repasad los sarmientos,

como lo hace el vendimiador».

10 ¿A quién hablaré?

¿A quién advertiré?

¿Quién podrá escucharme?

Tienen tapadoslos oídos

y no pueden comprender.

La palabra delSeñorlos ofende;

detestan escucharla.

11 Pero yo estoy lleno de la ira delSeñor,

y ya no puedo contenerme.

«Derrama tu ira sobre los niños de la calle,

sobre los grupos de jóvenes,

porque serán apresados el marido y la mujer,

la gente madura y la entrada en años.

12 Sus casas, sus campos y sus mujeres

caerán en manos extrañas,

porque yo voy a extender mi mano

contra los habitantes del país

—afirma elSeñor—.

13 »Desde el más pequeño hasta el más grande,

todos codician ganancias injustas;

desde el profeta hasta el sacerdote,

todos practican el engaño.

14 Curan por encima la herida de mi pueblo,

y les desean: “¡Paz, paz!”,

cuando en realidad no hay paz.

15 ¿Acaso se han avergonzado

de la abominación que han cometido?

¡No, no se han avergonzado de nada,

ni saben siquiera lo que es la vergüenza!

Por eso, caerán con los que caigan;

cuando los castigue, serán derribados»,

dice elSeñor.

16 Así dice elSeñor:

«Deteneos en los caminos y mirad;

preguntad por los senderos antiguos.

Preguntad por el buencamino,

y no os apartéis de él.

Así hallaréis el descanso anhelado.

Pero ellos dijeron:

“No lo seguiremos”.

17 Yo aposté centinelas para vosotros, y dije:

“Prestad atención al toque de trompeta”.

Pero ellos dijeron:

“No prestaremos atención”.

18 Por eso, ¡escuchad, naciones!

¡Sepa la congregación lo que le espera!

19 Escucha, tierra:

Traigo sobre este pueblo una desgracia,

fruto de sus maquinaciones,

porque no prestaron atención a mis palabras,

sino que rechazaron mi enseñanza.

20 ¿De qué me sirve este incienso que llega de Sabá,

o la caña dulce de un país lejano?

Vuestrosholocaustosno me gustan;

vuestros sacrificios no me agradan».

21 Por eso, así dice elSeñor:

«Voy a poner obstáculos a este pueblo.

Padres e hijos tropezarán contra ellos,

vecinos y amigos perecerán».

22 Así dice elSeñor:

«¡Mirad! Del norte viene un ejército;

una gran nación se moviliza

desde los confines de la tierra.

23 Empuñan el arco y la lanza;

son crueles y no tienen compasión.

Lanzan gritos como bramidos del mar,

y cabalgan sobre sus corceles.

¡Vienen contra ti, hija de Sión,

listos para la batalla!»

24 Nos ha llegado la noticia,

y nuestras manos flaquean;

la angustia nos domina,

como si tuviéramos dolores de parto.

25 ¡Viene el enemigo armado con espada!

No salgáis al campo,

ni andéis por los caminos.

¡Hay terror por todas partes!

26 Vístete de luto, pueblo mío;

revuélcate en las cenizas.

Llora amargamente,

como lo harías por tu primogénito,

porque nos cae por sorpresa

el que viene a destruirnos.

27 «Te he puesto entre mi pueblo

como vigía y atalaya,

para que escudriñes

y examines su conducta.

28 Todos ellos son muy rebeldes,

y andan sembrando calumnias;

sean de bronce o de hierro,

todos son unos corruptos.

29 Los fuelles soplan con furor,

y el plomo se derrite en el fuego,

pero los malvados no sepurifican;

¡de nada sirve que se les refine!

30 Por eso se les llama “Escoria de la plata”:

¡para elSeñorson un desecho!»

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Jeremías 7

La religión falsa e inútil

1 Esta es la palabra que vino a Jeremías de parte delSeñor:

2 «Párate a la entrada de la casa delSeñor, y desde allí proclama este mensaje: ¡Escuchad la palabra delSeñor, todos vosotros, habitantes de Judá que entráis por estas puertas para adorar alSeñor!

3 Así dice elSeñorTodopoderoso, el Dios de Israel: “Enmendad vuestra conducta y vuestras acciones, y yo os dejaré seguir viviendo en este país.

4 No confiéis en esas palabras engañosas que repiten: ‘¡Este es el templo delSeñor, el templo delSeñor, el templo delSeñor!’

5 Si en verdad enmendáis vuestra conducta y vuestras acciones, si en verdad practicáis la justicia los unos con los otros,

6 si no oprimís al extranjero ni al huérfano ni a la viuda, si no derramáis sangre inocente en este lugar, ni seguís a otros dioses para vuestro propio mal,

7 entonces os dejaré seguir viviendo en este país, en la tierra que di a vuestros antepasados para siempre.

8 »”¡Pero vosotros confiáis en palabras engañosas, que no tienen validez alguna!

9 Robáis, matáis, cometéis adulterio, juráis en falso, quemáis incienso aBaal, seguís a otros dioses que jamás conocisteis,

10 ¡y venís y os presentáis ante mí en esta casa que lleva minombre, y decís: ‘Estamos a salvo’, para luego seguir cometiendo todas estas abominaciones!

11 ¿Creéis acaso que esta casa que lleva mi nombre es una cueva de ladrones? ¡Pero si yo mismo lo he visto! —afirma elSeñor—.

12 »”Id ahora a mi santuario en Siló, donde al principio hice habitar mi nombre, y ved lo que hice con él por culpa de la maldad de mi pueblo Israel.

13 Y ahora, puesto que vosotros habéis hecho todas estas cosas —afirma elSeñor—, y puesto que una y otra vez os he hablado y no me habéis querido escuchar, y puesto que os he llamado y no me habéis respondido,

14 lo mismo que hice con Siló haré con esta casa que lleva mi nombre y en la que vosotros confiáis, y con el lugar que os di a vosotros y a vuestros antepasados.

15 Os echaré de mi presencia, así como eché a todos vuestros hermanos, a toda la descendencia de Efraín”.

16 »Pero en cuanto a ti, Jeremías, no intercedas por este pueblo. No me ruegues ni me supliques por ellos. No me insistas, porque no te escucharé.

17 ¿Acaso no ves lo que hacen en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén?

18 Los niños juntan la leña, los padres encienden el fuego, y las mujeres hacen la masa para cocer tortas y ofrecérselas a la “reina del cielo”. Además, para ofenderme derraman libaciones a otros dioses.

19 Pero no es a mí al que ofenden —afirma elSeñor—. Más bien se ofenden a sí mismos, para su propia vergüenza.

20 »Por eso, así dice elSeñoromnipotente: “Descargaré mi enojo y mi furor sobre este lugar: sobre loshombresy los animales, sobre los árboles del campo y los frutos de la tierra, ¡y arderá mi enojo y no se apagará!”

21 »Así dice elSeñorTodopoderoso, el Dios de Israel: “¡Juntad vuestrosholocaustoscon vuestros sacrificios, y comeos la carne!

22 En verdad, cuando yo saqué de Egipto a vuestros antepasados, no les dije nada ni les ordené nada acerca de holocaustos y sacrificios.

23 Lo que sí les ordené fue lo siguiente: ‘Obedecedme. Así yo seré vuestro Dios, y vosotros seréis mi pueblo. Conducíos conforme a todo lo que yo os ordene, para que os vaya bien’.

24 Pero ellos no me obedecieron ni me prestaron atención, sino que siguieron los consejos de su terco y malvadocorazón. Fue así como, en vez de avanzar, retrocedieron.

25 Desde el día en que vuestros antepasados salieron de Egipto hasta ahora, no he dejado de enviaros, día tras día, a mis servidores los profetas.

26 Con todo, no me obedecieron ni me prestaron atención, sino que se obstinaron y fueron peores que sus antepasados”.

27 »Tú les dirás todas estas cosas, pero no te escucharán. Los llamarás, pero no te responderán.

28 Entonces les dirás: “Esta es la nación que no ha obedecido la voz delSeñorsu Dios, ni ha aceptado sucorrección. La verdad ha muerto, ha sido arrancada de su boca.

29 »”Córtate la cabellera, y tírala;

eleva tu lamento en las lomas desoladas,

porque elSeñorha rechazado y abandonado

a la generación que provocó su ira.

El Valle de la Matanza

30 »”La gente de Judá ha hecho el mal que yo detesto —afirma elSeñor—. Han profanado la casa que lleva minombreal instalar allí sus ídolos abominables.

31 Además, construyeron elsantuariopagano de Tofet, en el valle de Ben Hinón, para quemar a sus hijos y a sus hijas en el fuego, cosa que jamás ordené ni me pasó siquiera por lamente.

32 Por eso llegarán días —afirma elSeñor— cuando ya no lo llamarán más Tofet ni Valle de Ben Hinón, sino Valle de la Matanza; y, a falta de otro lugar, en Tofet enterrarán a sus muertos.

33 Los cadáveres de este pueblo servirán de comida a las aves del cielo y a los animales de la tierra, y no habrá quien los espante.

34 Haré que en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén se apaguen los gritos de alegría, las voces de júbilo y los cánticos del novio y de la novia, porque el país se convertirá en desolación.

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Jeremías 8

1 »”En aquel tiempo —afirma elSeñor—, se exhumarán los huesos de los reyes y de los jefes de Judá, de los sacerdotes y de los profetas, y de los habitantes de Jerusalén.

2 Quedarán expuestos al sol y a la luna, y a todas las estrellas del cielo, cuerpos celestes a los que ellos amaron, sirvieron, consultaron y adoraron. No se les recogerá ni se les enterrará; ¡como estiércol quedarán sobre la faz de la tierra!

3 En todos los lugares por donde yo disperse a los sobrevivientes de esta nación malvada, los que hayan quedado preferirán la muerte a la vida. Lo afirma elSeñorTodopoderoso”.

Pecado y castigo

4 »Pero tú les advertirás que así dice elSeñor:

»“Cuando loshombrescaen,

¿acaso no se levantan?

Cuando uno se desvía,

¿acaso no vuelve al camino?

5 ¿Por qué entonces este pueblo se ha desviado?

¿Por qué persiste Jerusalén en su apostasía?

Se aferran al engaño,

y no quieren volver a mí.

6 He escuchado con suma atención,

para ver si alguien habla con rectitud,

pero nadie searrepientede su maldad;

nadie reconoce el mal que ha hecho.

Todos siguen su loca carrera,

como caballos desbocados en combate.

7 Aun la cigüeña en el cielo

conoce sus estaciones;

la tórtola, la golondrina y la grulla

saben cuándo deben emigrar.

Pero mi pueblo no conoce

lasleyes delSeñor.

8 »”¿Cómo os atrevéis a decir:

‘Somos sabios; la ley delSeñornos apoya’,

si la pluma engañosa de los escribas

la ha falsificado?

9 Los sabios serán avergonzados,

serán atrapados y abatidos.

Si han rechazado la palabra delSeñor,

¿qué sabiduría pueden tener?

10 Por eso entregaré sus mujeres a otros hombres,

y sus campos a otros dueños.

Porque, desde el más pequeño hasta el más grande,

todos codician ganancias injustas;

desde el profeta hasta el sacerdote,

todos practican el engaño.

11 Curan por encima la herida de mi pueblo,

y les desean: ‘¡Paz, paz!’,

cuando en realidad no hay paz.

12 ¿Acaso se han avergonzado

de la abominación que han cometido?

¡No, no se han avergonzado de nada,

y ni siquiera saben lo que es la vergüenza!

Por eso, caerán con los que caigan;

cuando los castigue, serán derribados

—dice elSeñor—.

13 »”Cuando quiero cosechar

—afirma elSeñor—,

no encuentro uvas en la viña,

ni hay higos en la higuera;

sus hojas están marchitas.

¡Voy, pues, a quitarles

lo que les he dado!”»

14 «¿Qué hacemos aquí sentados?

¡Venid, y vayámonos juntos a las ciudades fortificadas

para morir allí!

ElSeñornuestro Dios nos está destruyendo.

Nos ha dado a beber agua envenenada,

porque hemos pecado contra él.

15 Esperábamos paz,

pero no llegó nada bueno.

Esperábamos un tiempo de salud,

pero solo nos llegó el terror.

16 Desde Dan se escucha

el resoplar de sus caballos;

cuando relinchan sus corceles,

tiembla toda la tierra.

Vienen a devorar el país,

y todo lo que hay en él,

la ciudad y todos sus habitantes».

17 «¡Mirad! Estoy lanzando contra vosotros

serpientes venenosas que os morderán,

y contra ellas no hay encantamiento»,

afirma elSeñor.

18 La aflicción me abruma;

micorazóndesfallece.

19 El clamor de mi pueblo se levanta

desde todos los rincones del país:

«¿Acaso no está elSeñorenSión?

¿No está allí su rey?»

«¿Por qué me provocan con sus ídolos,

con sus dioses inútiles y extraños?»

20 «Pasó la cosecha, se acabó el verano,

y nosotros no hemos sido salvados».

21 Por la herida de mi pueblo estoy herido;

estoy de luto, el terror se apoderó de mí.

22 ¿No queda bálsamo en Galaad?

¿No queda allí médico alguno?

¿Por qué no se ha restaurado

la salud de mi pueblo?

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Jeremías 9

1 ¡Ojalá mi cabeza fuera un manantial,

y mis ojos una fuente de lágrimas,

para llorar de día y de noche

por los muertos de mi pueblo!

2 ¡Ojalá tuviera yo en el desierto

una posada junto al camino!

Abandonaría a mi pueblo,

y me alejaría de ellos.

Porque todos ellos son adúlteros,

son una banda de traidores.

3 «Tensan su lengua como un arco;

en el país prevalece la mentira, no la verdad,

porque van de mal en peor,

y a mí no me conocen

—afirma elSeñor—.

4 Cuídese cada uno de su amigo,

no confíe ni siquiera en el hermano,

porque todo hermano engaña,

y todo amigo difama.

5 Se engañan unos a otros;

no se hablan con la verdad.

Han enseñado a sus lenguas a mentir,

y pecan hasta el cansancio.

6 »Tú, Jeremías, vives en medio de engañadores,

que por su engaño no quieren reconocerme»,

afirma elSeñor.

7 Por eso, así dice elSeñorTodopoderoso:

«Voy a refinarlos, a ponerlos a prueba.

¿Qué más puedo hacer con mi pueblo?

8 Su lengua es una flecha mortífera,

su boca solo sabe engañar;

hablan cordialmente con su amigo,

mientras en su interior le tienden una trampa.

9 ¿Y no los he de castigar por esto?

—afirma elSeñor—.

¿Acaso no he de vengarme de semejante nación?»

10 Lloraré y gemiré por las montañas,

haré lamentos por las praderas del desierto,

porque están desoladas:

ya nadie las transita

ni se escuchan los mugidos del ganado.

Desde las aves del cielo hasta los animales del campo,

todos han huido.

11 «Convertiré a Jerusalén en un montón de ruinas,

en una guarida de chacales.

Convertiré en desolación las ciudades de Judá;

¡las dejaré sin habitantes!»

12 ¿Quién es tan sabio como para entender esto? ¿A quién habló elSeñorpara que lo anuncie? ¿Por qué está arruinado el país, desolado como un desierto por el que nadie pasa?

13 ElSeñordice: «Ellos abandonaron laleyque yo les entregué; no me obedecieron ni vivieron conforme a ella.

14 Siguieron la terquedad de sucorazón; se fueron tras losbaales, como les habían enseñado sus antepasados».

15 Por eso, así dice elSeñorTodopoderoso, el Dios de Israel: «A este pueblo le daré a comer ajenjo y a beber agua envenenada.

16 Los dispersaré entre naciones que ni ellos ni sus antepasados conocieron; los perseguiré con espada hasta aniquilarlos».

17 Así dice elSeñorTodopoderoso:

«¡Atención! Llamad a las plañideras.

Que vengan las más expertas.

18 Que se den prisa,

que hagan lamentación por nosotros.

Nuestros ojos se inundarán de lágrimas,

y brotará de nuestros párpados el llanto.

19 DesdeSiónse escuchan gemidos y lamentos:

“Hemos sido devastados;

nos han avergonzado por completo.

Tenemos que abandonar el país,

porque han derribado nuestros hogares”».

20 Escuchad, mujeres, la palabra delSeñor;

reciban vuestros oídos la palabra de su boca.

Enseñad a vuestras hijas a entonar endechas;

que unas a otras se enseñen este lamento:

21 «La muerte se ha metido por nuestras ventanas,

ha entrado en nuestros palacios;

ha eliminado en las calles a los niños,

y en las plazas a los jóvenes.

22 Yacen tendidos los cadáveres

como estiércol sobre los campos,

como gavillas que caen tras el segador,

sin que nadie las recoja»,

afirma elSeñor.

23 Así dice elSeñor:

«Que no se gloríe el sabio de su sabiduría,

ni el poderoso de su poder,

ni el rico de su riqueza.

24 Si alguien ha de gloriarse,

que se gloríe de conocerme

y de comprender que yo soy elSeñor,

que actúo en la tierra con amor,

con derecho y justicia,

pues es lo que a mí me agrada

—afirma elSeñor—.

25 »Vienen días —afirma elSeñor— en que castigaré al que haya sido circuncidado solo del prepucio:

26 castigaré a Egipto, Judá, Edom, Amón, Moab, y a todos los que viven en el desierto y se rapan las sienes. Todas las naciones son incircuncisas, pero el pueblo de Israel es incircunciso de corazón».

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Jeremías 10

Dios y los ídolos

1 Escucha, pueblo de Israel, la palabra delSeñor.

2 Dice así:

«No aprendáis la conducta de las naciones,

ni os aterroricéis ante las señales del cielo,

aunque las naciones les tengan miedo.

3 Las costumbres de los pueblos

no tienen valor alguno.

Cortan un tronco en el bosque,

y un artífice lo labra con un cincel.

4 Lo adornan con oro y plata,

y lo afirman con clavos y martillo

para que no se tambalee.

5 »Sus ídolos no pueden hablar;

¡parecen espantapájaros

en un campo sembrado de melones!

Tienen que ser transportados,

porque no pueden caminar.

No les tengáis miedo,

que ningún mal pueden haceros,

pero tampoco ningún bien».

6 ¡No hay nadie como tú,Señor!

¡Grande eres tú,

y grande y poderoso es tunombre!

7 ¿Quién no te temerá, Rey de las naciones?

¡Es lo que te corresponde!

Entre todos los sabios de las naciones,

y entre todos los reinos,

no hay nadie como tú.

8 Todos sonneciose insensatos,

educados por inútiles ídolos de palo.

9 De Tarsis se trae plata laminada,

y de Ufaz se importa oro.

Los ídolos, vestidos de púrpura y carmesí,

son obra de artífices y orfebres;

¡todos ellos son obra de artesanos!

10 Pero elSeñores el Dios verdadero,

el Dios viviente, el Rey eterno.

Cuando se enoja, tiembla la tierra;

las naciones no pueden soportar su ira.

11 «Así les dirás: “Los dioses que no hicieron los cielos ni la tierra desaparecerán de la tierra y de debajo del cielo”».

12 Dios hizo la tierra con su poder,

afirmó el mundo con su sabiduría,

¡extendió los cielos con su inteligencia!

13 Cuando él deja oír su voz,

rugen las aguas en los cielos;

hace que vengan las nubes

desde los confines de la tierra.

Entre relámpagos hace llover,

y saca de sus depósitos al viento.

14 Lahumanidades necia e ignorante;

todo orfebre se avergüenza de sus ídolos.

Sus imágenes son un engaño,

y no hay en ellas aliento de vida.

15 No valen nada, son obras ridículas;

cuando llegue el día de su castigo, serán destruidas.

16 La heredad de Jacob no es como ellos,

porque él es quien hace todas las cosas;

su nombre es elSeñorTodopoderoso,

e Israel es la tribu de su herencia.

Destrucción inminente

17 Recoge del suelo tus cosas,

tú que te encuentras sitiado.

18 Porque así dice elSeñor:

«Esta vez arrojaré a los habitantes del país

como si los lanzara con una honda.

Los pondré en aprietos

y dejaré que los capturen».

19 ¡Ay de mí, que estoy quebrantado!

¡Mi herida es incurable!

Pero es mi enfermedad,

y me toca soportarla.

20 Devastada está mi tienda,

y rotas todas mis cuerdas.

Mis hijos me han abandonado;

han dejado de existir.

Ya no hay nadie que arme mi tienda,

y que levante mis toldos.

21 Lospastoresse han vueltonecios,

no buscan alSeñor;

por eso no han prosperado,

y su rebaño anda disperso.

22 ¡Escuchad! ¡Llega un mensaje!

Un gran estruendo viene de un país del norte,

que convertirá las ciudades de Judá

en guarida de chacales, en un montón de ruinas.

Oración de Jeremías

23 Señor, yo sé que elhombre

no es dueño de su destino,

que no le es dado al caminante

dirigir sus propios pasos.

24 Corrígeme,Señor, pero conjusticia,

y no según tu ira, pues me destruirías.

25 Derrama tu furor

sobre las naciones que no te reconocen,

y sobre las familias que no invocan tunombre.

Porque han devorado a Jacob;

se lo han tragado por completo,

y han asolado su morada.

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Jeremías 11

Violación del pacto

1 Esta es la palabra que vino a Jeremías de parte delSeñor:

2 «Atiende a los términos de estepacto, y comunícaselos a la gente de Judá y a los habitantes de Jerusalén.

3 Diles que así ha dicho elSeñor, Dios de Israel: “Maldito sea elhombreque no obedezca los términos de este pacto,

4 que yo mismo prescribí a vuestros antepasados el día que los hice salir de Egipto, de esa caldera para fundir hierro”. Les dije: “Obedecedme y cumplid con todo lo que os prescribo, y vosotros seréis mi pueblo y yo seré vuestro Dios.

5 Así cumpliré el juramento que les hice a vuestros antepasados, de darles una tierra donde abundan la leche y la miel, como la que hoy tenéis vosotros”».

Yo respondí: «Amén,Señor».

6 ElSeñorme dijo: «Proclama todo esto en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, diciendo: “Escuchad los términos de este pacto, y cumplidlos.

7 Desde el día en que hice salir a vuestros antepasados de la tierra de Egipto hasta el día de hoy, una y otra vez les he advertido: ‘Obedecedme’.

8 Pero no obedecieron ni prestaron atención, sino que siguieron la terquedad de su malvadocorazón. Por eso hice caer sobre ellos todo el peso de las palabras de este pacto, que yo les había ordenado cumplir, pero que no cumplieron”».

9 ElSeñortambién me dijo: «Se está fraguando una conspiración entre los hombres de Judá y los habitantes de Jerusalén.

10 Han vuelto a los mismos pecados de sus antepasados, quienes se negaron a obedecerme. Se han ido tras otros dioses para servirlos. Tanto el pueblo de Israel como la tribu de Judá han quebrantado el pacto que hice con sus antepasados.

11 Por eso, así dice elSeñor: “Les enviaré una calamidad de la cual no podrán escapar. Aunque clamen a mí, no los escucharé.

12 Entonces las ciudades de Judá y los habitantes de Jerusalén irán a clamar a los dioses a los que quemaron incienso, pero ellos no podrán salvarlos cuando llegue el tiempo de su calamidad.

13 Tú, Judá, tienes tantos dioses como ciudades. Erigiste tantos altares como calles hay en Jerusalén; altares para quemar incienso aBaal, para vergüenza tuya”.

14 »Pero en cuanto a ti, Jeremías, no intercedas por este pueblo. No me ruegues ni me supliques por ellos, porque yo no escucharé cuando clamen a mí por causa de su calamidad.

15 »¿Qué hace mi amada en mi casa,

después de haber cometido tantas vilezas?

¿Acaso la carne consagrada

alejará de ti la calamidad?

¿Podrás así regocijarte?»

16 ElSeñorte puso pornombre:

«Olivo frondoso, lleno de hermosos frutos».

Pero, en medio de grandes estruendos,

te ha prendido fuego,

y tus ramas se consumen.

17 ElSeñorTodopoderoso, el que te plantó, ha decretado una calamidad contra ti, por causa de la maldad que cometieron el pueblo de Israel y la tribu de Judá. Dice elSeñor: «Me han agraviado al quemar incienso a Baal».

18 ElSeñorme lo hizo saber y lo comprendí. Me mostró las maldades que habían cometido.

19 Pero yo era como un manso cordero que es llevado al matadero; no sabía lo que estaban maquinando contra mí, y que decían:

«Destruyamos el árbol con su fruto,

arranquémoslo de la tierra de los vivientes,

para que nadie recuerde más su nombre».

20 Pero tú,SeñorTodopoderoso,

que juzgas conjusticia,

que pruebas los sentimientos y lamente,

¡déjame ver cómo te vengas de ellos,

porque en tus manos he puesto mi causa!

21 «Por eso, así dice elSeñoren contra de los hombres de Anatot, que buscan quitarte la vida y afirman: “¡No profetices en nombre delSeñor, si no quieres morir a manos nuestras!”

22 Por eso, así dice elSeñorTodopoderoso: “Voy a castigarlos. Los jóvenes morirán a filo de espada, y sus hijos y sus hijas se morirán de hambre.

23 No quedará ni uno solo de ellos. En el año de su castigo haré venir una calamidad sobre los hombres de Anatot”».

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Jeremías 12

Queja de Jeremías

1 Tú,Señor, eres justo

cuando discuto contigo.

Sin embargo, quisiera exponerte

algunas cuestiones de justicia.

¿Por qué prosperan los malvados?

¿Por qué viven tranquilos los traidores?

2 Tú los plantas, y ellos echan raíces;

crecen y dan fruto.

Te tienen cerca de su boca,

pero estás lejos de sucorazón.

3 Señor, tú me conoces;

tú me ves y sabes lo que siento por ti.

Arrástralos como ovejas al matadero;

apártalos para el día de la matanza.

4 ¿Hasta cuándo estará seca la tierra,

y marchita la hierba de todos los campos?

Los animales y las aves se mueren

por la maldad de los que habitan el país,

quienes se atreven a decir:

«Dios no verá nuestro fin».

Respuesta de Dios

5 «Si los que corren a pie han hecho que te canses,

¿cómo competirás con los caballos?

Si te sientes confiado en una tierra tranquila,

¿qué harás en la espesura del Jordán?

6 Aun tus hermanos, los de tu propia familia,

te han traicionado y gritan contra ti.

Por más que te digan cosas agradables,

no confíes en ellos.

7 »He abandonado mi casa,

he rechazado mi herencia,

he entregado a mi pueblo amado

en poder de sus enemigos.

8 Mis herederos se han comportado conmigo

como leones en la selva.

Lanzan rugidos contra mí;

por eso los aborrezco.

9 Mi heredad es para mí

como un ave de muchos colores

acosada por las aves de rapiña.

¡Id y reunid a todos los animales salvajes!

¡Traedlos para que la devoren!

10 Muchospastoreshan destruido mi viña,

han pisoteado mi terreno;

han hecho de mi hermosa parcela

un desierto desolado.

11 La han dejado en ruinas,

seca y desolada ante mis ojos;

todo el país ha sido arrasado

porque a nadie le importa.

12 Sobre todas las lomas del desierto

vinieron depredadores.

La espada delSeñordestruirá al país

de un extremo al otro,

y para nadie habrápaz.

13 Sembraron trigo y cosecharon espinos;

¡de nada les valió su esfuerzo!

Por causa de la ardiente ira delSeñor

se avergonzarán de sus cosechas».

14 Así dice elSeñor: «En cuanto a todos los vecinos malvados que tocaron la heredad que le di a mi pueblo Israel, los arrancaré de sus tierras, y a la tribu de Judá la quitaré de en medio de ellos.

15 Después que los haya desarraigado, volveré a tener compasión de ellos, y los haré regresar, cada uno a su heredad y a su propio país.

16 Y, si aprenden bien loscaminosde mi pueblo, y, si así como enseñaron a mi pueblo a jurar porBaal, aprenden a jurar por minombrey dicen: “Por la vida delSeñor”, entonces serán establecidos en medio de mi pueblo.

17 Pero a la nación que no obedezca, la desarraigaré por completo y la destruiré», afirma elSeñor.

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Jeremías 13

El cinturón de lino

1 Así me dijo elSeñor: «Ve y cómprate un cinturón de lino, y póntelo en la cintura, pero no lo metas en agua».

2 Conforme a las instrucciones delSeñor, compré el cinturón y me lo puse en la cintura.

3 Entonces elSeñorme dijo por segunda vez:

4 «Toma el cinturón que has comprado y que tienes puesto en la cintura, y ve a Perat,y escóndelo allí, en la grieta de una roca».

5 Fui entonces y lo escondí en Perat, tal como elSeñorme lo había ordenado.

6 Al cabo de muchos días, elSeñorme dijo: «Ve a Perat y busca el cinturón que te mandé esconder allí».

7 Fui a Perat, cavé y saqué el cinturón del lugar donde lo había escondido, pero ya estaba podrido y no servía para nada.

8 Entonces elSeñorvolvió a decirme:

9 «Así dice elSeñor: “De esta misma manera destruiré el orgullo de Judá y el gran orgullo de Jerusalén.

10 Este pueblo malvado, que se niega a obedecerme, que sigue la terquedad de sucorazóny va tras otros dioses para servirlos y adorarlos, será como este cinturón, que no sirve para nada.

11 Porque así como el cinturón se ajusta a la cintura del hombre, así procuré que todo el pueblo de Israel y toda la tribu de Judá se ajustaran a mí —afirma elSeñor— para que fueran mi pueblo y mi fama, mi honor y mi gloria. ¡Pero no obedecieron!”

Los cántaros rotos

12 »Diles también lo siguiente: “Así dice elSeñor, el Dios de Israel: ‘Todo cántaro se llenará de vino’”. Y, si ellos te dicen: “¿Acaso no sabemos bien que todo cántaro se debe llenar de vino?”,

13 entonces les responderás que así dice elSeñor: “Voy a llenar de vino a todos los habitantes de este país: a los reyes que se sientan en el trono de David, a los sacerdotes y a todos los habitantes de Jerusalén.

14 Haré que se despedacen unos a otros, padres e hijos por igual. No tendré piedad ni lástima de ellos, sino que los destruiré sin compasión”. Lo afirma elSeñor».

Advertencia oportuna

15 ¡Escuchadme, prestadme atención!

¡No seáis soberbios, que elSeñormismo lo ha dicho!

16 Glorificad alSeñorvuestro Dios,

antes de que haga venir la oscuridad

y tropecéis contra los montes sombríos.

Vosotros esperáis la luz,

pero él la cambiará en densas tinieblas;

¡la convertirá en profunda oscuridad!

17 Pero, si no obedecéis,

lloraré en secreto

a causa de vuestro orgullo;

mis ojos llorarán amargamente

y se desharán en lágrimas,

porque el rebaño delSeñor

será llevado al cautiverio.

18 Di al rey y a la reina madre:

«¡Humillaos, sentaos en el suelo,

que ya no ostentáis sobre vuestra cabeza

la corona de gloria!»

19 Las ciudades del Néguev están cerradas,

y no hay quien abra suspuertas.

Todo Judá se ha ido al destierro,

exiliado en su totalidad.

20 Alzad los ojos y mirad

a los que vienen del norte.

¿Dónde está el rebaño que te fue confiado,

el rebaño que era tu orgullo?

21 ¿Qué dirás cuando elSeñorte imponga como jefes

a los que tú mismo enseñaste

a ser tus aliados predilectos?

¿No tendrás dolores

como de mujer de parto?

22 Y, si preguntas:

«¿Por qué me pasa esto?»,

¡por tus muchos pecados

te han arrancado las faldas

y te han violado!

23 ¿Puede el etíope cambiar de piel,

o el leopardo quitarse sus manchas?

¡Pues tampoco podéis vosotros hacer el bien,

acostumbrados como estáis a hacer el mal!

24 «Los dispersaré como a la paja

que arrastra el viento del desierto.

25 Esto es lo que te ha tocado en suerte,

¡la porción que he medido para ti!

—afirma elSeñor—.

Ya que me has olvidado,

y has confiado en la mentira,

26 ¡yo también te alzaré las faldas

hasta cubrirte el rostro

y descubrir tus vergüenzas!

27 He visto tus adulterios,

tus relinchos,

tu vergonzosa prostitución

y tus abominaciones,

en los campos y sobre las colinas.

¡Ay de ti, Jerusalén!

¿Hasta cuándo seguirás en tuimpureza?»

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Jeremías 14

Sequía, hambre y espada

1 Esta es la palabra delSeñor, que vino a Jeremías con motivo de la sequía:

2 «Judá está de luto

y sus ciudades desfallecen;

hay lamentos en el país,

y sube el clamor de Jerusalén.

3 Los nobles mandan por agua a sus siervos,

y estos van a las cisternas,

pero no la encuentran.

Avergonzados y confundidos,

vuelven con sus cántaros vacíos

y cubriéndose la cabeza.

4 El suelo está agrietado,

porque no llueve en el país.

Avergonzados están los campesinos,

cubriéndose la cabeza.

5 Aun las ciervas en el campo

abandonan a sus crías por falta de pastos.

6 Parados sobre las lomas desiertas,

y con los ojos desfallecientes,

los asnos salvajes jadean como chacales

porque ya no tienen hierba».

7 Aunque nuestras iniquidades nos acusan,

tú,Señor, actúas por causa de tunombre;

muchas son nuestras infidelidades;

¡contra ti hemos pecado!

8 Tú, esperanza ysalvaciónde Israel

en momentos de angustia,

¿por qué actúas en el país como un peregrino,

como un viajero que solo pasa la noche?

9 ¿Por qué te encuentras confundido,

como un guerrero impotente para salvar?

Señor, tú estás en medio de nosotros,

y se nos llama por tu nombre;

¡no nos abandones!

10 Así dice elSeñoracerca de este pueblo:

«Les encanta vagabundear;

no refrenan sus pies.

Por eso yo no los acepto,

sino que voy a recordar sus iniquidades

y a castigar sus pecados».

11 Entonces elSeñorme dijo: «No ruegues por el bienestar de este pueblo.

12 Aunque ayunen, no escucharé sus clamores; aunque me ofrezcanholocaustosy ofrendas de cereal, no los aceptaré. En verdad, voy a exterminarlos con la espada, el hambre y la peste».

13 Pero yo respondí: «¡Ah,Señormi Dios! Los profetas les dicen que no se enfrentarán con la espada ni pasarán hambre, sino que tú les concederás unapazduradera en este lugar».

14 ElSeñorme contestó: «Lo que están profetizando en mi nombre esos profetas es mentira. Yo no los he enviado, ni les he dado ninguna orden, y ni siquiera les he hablado. Lo que os están profetizando son visiones engañosas, adivinaciones vanas y delirios de su propia imaginación.

15 Por eso, así dice elSeñor: “En cuanto a los profetas que profetizan en mi nombre sin que yo los haya enviado, y que además dicen que no habrá espada ni hambre en este país, ellos mismos morirán de hambre y a filo de espada.

16 Y el pueblo al que profetizan será arrojado a las calles de Jerusalén a causa del hambre y de la espada, y no habrá quien los entierre, ni a ellos ni a sus esposas, ni a sus hijos, ni a sus hijas; también les echaré encima su propia maldad”.

17 »Tú les dirás lo siguiente:

»“Que corran lágrimas de mis ojos

día y noche, sin cesar,

porque la virginal hija de mi pueblo

ha sufrido una herida terrible,

¡un golpe muy duro!

18 Si salgo al campo, veo los cuerpos

de los muertos a filo de espada;

si entro en la ciudad, veo los estragos

que el hambre ha producido.

Tanto el profeta como el sacerdote

andan errantes en el país sin saber lo que hacen”».

19 ¿Has rechazado por completo a Judá?

¿Detestas aSión?

¿Por qué nos has herido de tal modo

que ya no tenemos remedio?

Esperábamos tiempos de paz,

pero nada bueno recibimos.

Esperábamos tiempos de salud,

pero solo nos llegó el terror.

20 Reconocemos,Señor, nuestra maldad,

y la iniquidad de nuestros padres;

¡hemos pecado contra ti!

21 Por causa de tu nombre, no nos desprecies;

no deshonres tu trono glorioso.

¡Acuérdate de tupactocon nosotros!

¡No lo quebrantes!

22 ¿Acaso hay entre los ídolos falsos

alguno que pueda hacer llover?

Señory Dios nuestro,

¿acaso no eres tú, y no el cielo mismo,

el que manda los aguaceros?

Tú has hecho todas estas cosas;

por eso esperamos en ti.

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Jeremías 15

1 ElSeñorme dijo: «Aunque Moisés y Samuel se presentaran ante mí, no tendría compasión de este pueblo. ¡Échalos de mi presencia! ¡Que se vayan!

2 Y, si te preguntan: “¿A dónde iremos?”, adviérteles que así dice elSeñor:

»“Los destinados a la muerte, a la muerte;

los destinados a la espada, a la espada;

los destinados al hambre, al hambre;

los destinados al cautiverio, al cautiverio”.

3 »Enviaré contra ellos cuatro clases de calamidades —afirma elSeñor—: la espada para matar, los perros para arrastrar, las aves del cielo para devorar y las bestias de la tierra para destruir.

4 Los convertiré en motivo de espanto para todos los reinos de la tierra, por causa de lo que Manasés hijo de Ezequías, rey de Judá, hizo en Jerusalén.

5 »¿Quién tendrá compasión de ti, Jerusalén?

¿Quién llorará por ti?

¿Quién se detendrá a preguntar por tu salud?

6 Tú me has rechazado,

te has vuelto atrás

—afirma elSeñor—.

Extenderé mi mano contra ti,

y te destruiré;

estoy cansado de tener compasión de ti.

7 Te aventaré con la horquilla

por laspuertasde la ciudad.

A ti te dejaré sin hijos,

y a mi pueblo lo destruiré,

porque no cambió su conducta.

8 Haré que sus viudas sean más numerosas

que la arena de los mares;

en pleno día enviaré destrucción

contra las madres de los jóvenes.

De repente haré que caigan sobre ellas

la angustia y el pavor.

9 Se desmaya la que tuvo siete hijos;

se queda sinaliento.

Su sol se pone en pleno día;

¡se queda avergonzada y humillada!

A sus sobrevivientes los entregaré a la espada

delante de sus enemigos»,

afirma elSeñor.

10 ¡Ay de mí, madre mía,

que me diste a luz

como hombre de contiendas y disputas

contra toda la nación!

No he prestado ni me han prestado,

pero todos me maldicen.

11 ElSeñordijo:

«De veras te libraré para bien;

haré que el enemigo te suplique

en tiempos de calamidad y de angustia.

12 »¿Puede elhombreromper el hierro,

el hierro del norte, y el bronce?

13 Por causa de todos tus pecados

entregaré como botín, sin coste alguno,

tu riqueza y tus tesoros,

por todo tu territorio.

14 Haré que sirvasa tus enemigos

en una tierra que no conoces,

porque en mi ira un fuego se ha encendido,

y arde contra vosotros».

15 Tú comprendes,Señor;

¡acuérdate de mí, y cuídame!

¡Toma venganza de los que me persiguen!

Por causa de tu paciencia,

no permitas que sea yo arrebatado;

mira que por ti sufro injurias.

16 Al encontrarme con tus palabras,

yo las devoraba;

ellas eran mi gozo

y la alegría de micorazón,

porque yo llevo tunombre,

SeñorDiosTodopoderoso.

17 No he formado parte de grupos libertinos,

ni me he divertido con ellos;

he vivido solo, porque tú estás conmigo

y me has llenado de indignación.

18 ¿Por qué no cesa mi dolor?

¿Por qué es incurable mi herida?

¿Por qué se resiste a sanar?

¿Serás para mí un torrente engañoso

de aguas no confiables?

19 Por eso, así dice elSeñor:

«Si tearrepientes,

yo te restauraré y podrás servirme.

Si evitas hablar en vano,

y hablas lo que en verdad vale,

tú serás mi portavoz.

Que ellos se vuelvan hacia ti,

pero tú no te vuelvas hacia ellos.

20 Haré que seas para este pueblo

como invencible muro de bronce;

pelearán contra ti,

pero no te podrán vencer,

porque yo estoy contigo

para salvarte y librarte

—afirma elSeñor—.

21 Te libraré del poder de los malvados;

¡te rescataré de las garras de los violentos!»