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Jeremías 16

Mensaje de juicio

1 La palabra delSeñorvino a mí, y me dijo:

2 «No te cases, ni tengas hijos ni hijas en este lugar».

3 Porque así dice elSeñoren cuanto a los hijos y las hijas que han nacido en este lugar, y en cuanto a las madres que los dieron a luz y los padres que los engendraron en este país:

4 «Morirán de enfermedades horribles. Nadie llorará por ellos ni los sepultará; se quedarán sobre la faz de la tierra, como el estiércol. La espada y el hambre acabarán con ellos, y sus cadáveres servirán de alimento para las aves del cielo y para las bestias de la tierra».

5 Así dice elSeñor: «No entres en una casa donde estén de luto, ni vayas a llorar, ni los consueles, porque a este pueblo le he retirado mipaz, mi amor y mi compasión —afirma elSeñor—.

6 En este país morirán grandes y pequeños; nadie llorará por ellos ni los sepultará; nadie se hará heridas en el cuerpo ni se rapará la cabeza por ellos.

7 Nadie ofrecerá un banquete fúnebre a los que estén de duelo para consolarlos por el muerto ni a nadie se le dará a beber la copa del consuelo, aun cuando quien haya muerto sea su padre o su madre.

8 »No entres en una casa donde haya una celebración, ni te sientes con ellos a comer y beber.

9 Porque así dice elSeñorTodopoderoso, el Dios de Israel: Voy a poner fin en este lugar a toda expresión de alegría y de regocijo, y al cántico del novio y de la novia. Esto sucederá en vuestros propios días, y vosotros lo veréis.

10 »Cuando anuncies a este pueblo todas estas cosas, ellos te preguntarán: “¿Por qué ha decretado elSeñorcontra nosotros esta calamidad tan grande? ¿Cuál es nuestra iniquidad? ¿Qué pecado hemos cometido contra elSeñornuestro Dios?”

11 Entonces les responderás: “Esto es porque vuestros antepasados me abandonaron y se fueron tras otros dioses, y los sirvieron y los adoraron. Me abandonaron, y no cumplieron miley—afirma elSeñor—.

12 Pero vosotros os habéis comportado peor que vuestros antepasados. Cada uno sigue la terquedad de sucorazónmalvado, y no me ha obedecido.

13 Por eso os voy a arrojar de esta tierra, a un país que ni vosotros ni vuestros antepasados habéis conocido, y allí serviréis a otros dioses día y noche. No os tendré clemencia”.

14 »Por eso —afirma elSeñor—, vienen días en que ya no se dirá: “Por la vida delSeñor, que hizo salir a los israelitas de la tierra de Egipto”,

15 sino: “Por la vida delSeñor, que hizo salir a los israelitas de la tierra del norte, y de todos los países adonde los había expulsado”. Yo los haré volver a su tierra, la que antes di a sus antepasados.

16 »Voy a enviar a muchos pescadores —afirma elSeñor—, y ellos los pescarán. Después, enviaré a muchos cazadores, y ellos los cazarán por todas las montañas y colinas, y por las grietas de las rocas.

17 Ciertamente mis ojos ven todas sus acciones; ninguna de ellas me es oculta. Su iniquidad no puede esconderse de mi vista.

18 Primero les pagaré el doble por su iniquidad y su pecado, porque con los cadáveres de sus ídolos detestables han profanado mi tierra, y han llenado mi herencia con sus abominaciones».

19 Señor, fuerza y fortaleza mía,

mi refugio en el día de la angustia:

desde los confines de la tierra

vendrán a ti las naciones, y dirán:

«Solo mentira heredaron nuestros antepasados;

heredaron lo absurdo,

lo que no sirve para nada.

20 ¿Acaso puede elhombrehacer sus propios dioses?

¡Pero si no son dioses!»

21 «Por eso, esta vez les daré una lección;

les daré a conocer mi mano poderosa.

¡Así sabrán que minombrees elSeñor!

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Jeremías 17

1 »El pecado de Judá está escrito

con cincel de hierro;

grabado está con punta de diamante

sobre la tabla de sucorazón

y sobre los cuernos de sus altares.

2 Bien que se acuerdan sus hijos

de sus altares junto a árboles frondosos;

de sus imágenes deAserásobre altas colinas

3 y sobre mi montaña a campo abierto.

»Entregaré como botín tu riqueza,

tus tesoros y tussantuarios paganos,

por todos tus pecados

en todo tu territorio.

4 Por tu culpa perderás la herencia

que yo te había dado.

Te haré esclava de tus enemigos,

en un país para ti desconocido,

porque has encendido mi ira,

la cual se mantendrá ardiendo para siempre».

5 Así dice elSeñor:

«¡Maldito elhombreque confía en el hombre!

¡Maldito el que se apoya en su propia fuerza

y aparta su corazón delSeñor!

6 Será como una zarza en el desierto:

no se dará cuenta cuando llegue el bien.

Morará en la sequedad del desierto,

en tierras de sal, donde nadie habita.

7 »Bendito el hombre que confía en elSeñor

y pone su confianza en él.

8 Será como un árbol plantado junto al agua,

que extiende sus raíces hacia la corriente;

no teme que llegue el calor,

y sus hojas están siempre verdes.

En época de sequía no se angustia,

y nunca deja de dar fruto».

9 Nada hay tan engañoso como el corazón.

No tiene remedio.

¿Quién puede comprenderlo?

10 «Yo, elSeñor, sondeo el corazón

y examino los pensamientos,

para darle a cada uno según sus acciones

y según el fruto de sus obras».

11 El que acapara riquezas injustas

es perdiz que empolla huevos ajenos.

En la mitad de la vida las perderá,

y al final no será más que un insensato.

12 Trono de gloria,

exaltado desde el principio,

es el lugar de nuestro santuario.

13 Señor, tú eres la esperanza de Israel,

todo el que te abandona quedará avergonzado.

El que se aparta de ti

quedará como algo escrito en el polvo,

porque abandonó alSeñor,

al manantial de aguas vivas.

14 Sáname,Señor, y seré sanado;

sálvame y seré salvado,

porque tú eres mi alabanza.

15 No falta quien me pregunte:

«¿Dónde está la palabra delSeñor?

¡Que se haga realidad!»

16 Pero yo no me he apresurado

a abandonarte y dejar de ser tupastor,

ni he deseado que venga el día de la calamidad.

Tú bien sabes lo que he dicho,

pues lo dije en tu presencia.

17 No seas para mí un motivo de terror;

tú eres mi refugio en tiempos de calamidad.

18 ¡No me pongas a mí en vergüenza;

avergüénzalos a ellos!

¡No me llenes de terror a mí;

aterrorízalos a ellos!

Envíales tiempos difíciles;

¡destrózalos, y vuelve a destrozarlos!

La observancia del sábado

19 Así me dijo elSeñor: «Ve y párate en la puerta del Pueblo, por donde entran y salen los reyes de Judá, y luego en todas laspuertasde Jerusalén,

20 y diles: “¡Escuchad la palabra delSeñor, reyes de Judá, y toda la gente de Judá y todos los habitantes de Jerusalén que entráis por estas puertas!

21 Así dice elSeñor: ‘Cuidaos bien de no llevar ninguna carga en díasábado, y de no meterla por las puertas de Jerusalén.

22 Tampoco saquéis ninguna carga de vuestras casas en día sábado, ni hagáis ningún tipo de trabajo. Observad el reposo del sábado, tal como se lo ordené a vuestros antepasados.

23 Pero ellos no me prestaron atención ni me obedecieron, sino que se obstinaron y no quisieron escuchar ni recibircorrección.

24 »” ’Si de veras me obedecéis —afirma elSeñor— y no metéis ninguna carga por las puertas de esta ciudad en día sábado, sino que observáis este día no haciendo ningún trabajo,

25 entonces entrarán por las puertas de esta ciudad reyes y príncipes que se sentarán en el trono de David. Ellos y los príncipes entrarán montados en carros y caballos, acompañados por la gente de Judá y por los habitantes de Jerusalén, y esta ciudad será habitada para siempre.

26 Vendrá gente de las ciudades de Judá y de los alrededores de Jerusalén, del territorio de Benjamín y de la Sefelá, de la región montañosa y del Néguev. Traerán a la casa delSeñorholocaustosy sacrificios, ofrendas de cereal y de incienso, y ofrendas de acción de gracias.

27 Pero, si no obedecéis mi mandato de observar el reposo del sábado, y de no llevar carga al entrar en sábado por las puertas de Jerusalén, entonces les prenderé fuego a sus puertas, que no podrá ser apagado y que consumirá los palacios de Jerusalén’ ”».

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Jeremías 18

Parábola del alfarero

1 Esta es la palabra delSeñor, que vino a Jeremías:

2 «Baja ahora mismo a la casa del alfarero, y allí te comunicaré mi mensaje».

3 Entonces bajé a la casa del alfarero, y lo encontré trabajando en el torno.

4 Pero la vasija que estaba modelando se le deshizo en las manos; así que volvió a hacer otra vasija, hasta que le pareció que le había quedado bien.

5 En ese momento, la palabra delSeñorvino a mí, y me dijo:

6 «Pueblo de Israel, ¿acaso no puedo hacer con vosotros lo mismo que hace este alfarero con el barro? —afirma elSeñor—. Vosotros, pueblo de Israel, sois en mis manos como el barro en las manos del alfarero.

7 En un momento puedo hablar de arrancar, derribar y destruir a una nación o a un reino;

8 pero, si la nación de la cual hablé searrepientede su maldad, también yo me arrepentiré del castigo que había pensado infligirles.

9 En otro momento puedo hablar de construir y plantar a una nación o a un reino.

10 Pero, si esa nación hace lo malo ante mis ojos y no me obedece, me arrepentiré del bien que había pensado hacerles.

11 Y ahora habla con los habitantes de Judá y de Jerusalén, y adviérteles que así dice elSeñor: “Estoy preparando una calamidad contra vosotros, y elaborando un plan en contra de vosotros. ¡Volveos ya de vuestro malcamino; enmendad vuestra conducta y vuestras acciones!”

12 Ellos objetarán: “Es inútil. Vamos a seguir nuestros propios planes”, y cada uno cometerá la maldad que le dicte su obstinadocorazón».

13 Por eso, así dice elSeñor:

«Preguntad entre las naciones:

¿Quién ha oído algo semejante?

La virginal Israel

ha cometido algo terrible.

14 ¿Acaso la nieve del Líbano

desaparece de las colinas escarpadas?

¿Se agotan las aguas frías

que fluyen de las montañas?

15 Sin embargo, mi pueblo me ha olvidado;

quema incienso a ídolos inútiles.

Ha tropezado en sus caminos,

en los senderos antiguos,

para andar por sendas

y caminos escabrosos.

16 Así ha dejado desolado su país;

lo ha hecho objeto de burla constante.

Todo el que pase por él

meneará atónito la cabeza.

17 Como un viento del este,

los esparciré delante del enemigo.

En el día de su calamidad

les daré la espalda y no la cara».

18 Ellos dijeron: «Vamos, tramemos un plan contra Jeremías. Porque no le faltará la ley al sacerdote, ni el consejo al sabio, ni la palabra al profeta. Ataquémoslo de palabra, y no hagamos caso de nada de lo que diga».

19 ¡Señor, préstame atención!

¡Escucha a los que me acusan!

20 ¿Acaso el bien se paga con el mal?

¡Pues ellos me han cavado una fosa!

Recuerda que me presenté ante ti

para interceder por ellos,

para apartar de ellos tu ira.

21 Por eso, entrega ahora a sus hijos al hambre;

abandónalos a merced de la espada.

Que sus esposas se queden viudas y sin hijos;

que sus maridos mueran asesinados,

y que sus jóvenes caigan en combate

a filo de espada.

22 ¡Que se oigan los gritos desde sus casas,

cuando de repente mandes contra ellos

una banda de asaltantes!

Han cavado una fosa para atraparme,

y han puesto trampas a mi paso.

23 Pero tú,Señor, conoces

todos sus planes para matarme.

¡No perdones su iniquidad,

ni borres de tu presencia sus pecados!

¡Que caigan derribados ante ti!

¡Enfréntate a ellos en el momento de tu ira!

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Jeremías 19

1 Así dice elSeñor: «Ve a un alfarero, y cómprale un cántaro de barro. Pide luego que te acompañen algunos de losancianosdel pueblo y de los ancianos de los sacerdotes,

2 y ve al valle de Ben Hinón, que está a la entrada de la puerta de los Alfareros, y proclama allí las palabras que yo te comunicaré.

3 Diles: “Reyes de Judá y habitantes de Jerusalén, escuchad la palabra delSeñor. Así dice elSeñorTodopoderoso, el Dios de Israel: ‘Haré venir tal calamidad sobre este lugar, que a todo el que se entere le zumbarán los oídos.

4 Porque ellos me han abandonado. Han profanado este lugar, quemando en él incienso a otros dioses que no conocían ni ellos ni sus antepasados ni los reyes de Judá. Además, han llenado de sangre inocente este lugar.

5 Han construidosantuarios paganosen honor deBaal, para quemar a sus hijos en el fuego comoholocaustosa Baal, cosa que yo jamás les ordené ni mencioné, ni jamás me pasó por lamente.

6 Por eso vendrán días en que este lugar ya no se llamará Tofet, ni Valle de Ben Hinón, sino Valle de la Matanza —afirma elSeñor—.

7 En este lugar anularé los planes de Judá y de Jerusalén, y los haré caer a filo de espada delante de sus enemigos, es decir, a manos de los que atentan contra su vida, y dejaré sus cadáveres a las aves del cielo y a las bestias de la tierra, para que les sirvan de comida.

8 Convertiré esta ciudad en un lugar desolado y en objeto de burla. Todo el que pase por ella quedará atónito y se burlará de todas sus heridas.

9 Ante el angustioso asedio que les impondrán los enemigos que atentan contra ellos, haré que se coman la carne de sus propios hijos e hijas, y que se devoren entre sí’ ”.

10 »Rompe después el cántaro en mil pedazos, a la vista de los hombres que te acompañaron,

11 y adviérteles que así dice elSeñorTodopoderoso: “Voy a hacer pedazos a esta nación y a esta ciudad, como quien hace pedazos un cántaro de alfarero, que ya no se puede reparar; y, a falta de otro lugar, enterrarán a sus muertos en Tofet.

12 Así haré con este lugar y con sus habitantes —afirma elSeñor—; esta ciudad quedará tal y como quedó Tofet.

13 Todas las casas de Jerusalén y todos los palacios de los reyes de Judá, es decir, todas esas casas en cuyas azoteas se quemó incienso a los astros de los cielos y donde se derramaron libaciones a otros dioses, quedarán tanimpurascomo quedó Tofet”».

14 Cuando Jeremías regresó de Tofet, adonde elSeñorlo había enviado a profetizar, se paró en el atrio de la casa delSeñory dijo a todo el pueblo:

15 «Así dice elSeñorTodopoderoso, el Dios de Israel: “Como esta ciudad y todos sus pueblos vecinos se han obstinado en desobedecer mis palabras, voy a mandarles toda la calamidad que les había prometido”».

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Jeremías 20

Jeremías y Pasur

1 Cuando el sacerdote Pasur hijo de Imer, que era el oficial principal de la casa delSeñor, oyó lo que Jeremías profetizaba,

2 mandó que golpearan al profeta Jeremías y que lo colocaran en el cepo ubicado en la puerta alta de Benjamín, junto a la casa delSeñor.

3 A la mañana siguiente, cuando Pasur liberó a Jeremías del cepo, Jeremías le dijo: «ElSeñorya no te llama Pasur, sino “Terror por todas partes”.

4 Porque así dice elSeñor: “Te voy a convertir en terror para ti mismo y para tus amigos, los cuales caerán bajo la espada de sus enemigos, y tú mismo lo verás. Entregaré a todo Judá en manos del rey de Babilonia, el cual los deportará a Babilonia o los matará a filo de espada.

5 Además, pondré en manos de sus enemigos toda la riqueza de esta ciudad, todos sus productos y objetos de valor, y todos los tesoros de los reyes de Judá, para que los saqueen y se los lleven a Babilonia.

6 Y tú, Pasur, irás al cautiverio de Babilonia junto con toda tu familia. Allí morirás, y allí serás enterrado, con todos tus amigos, a quienes profetizabas mentiras”».

Quejas de Jeremías

7 ¡Me sedujiste,Señor,

y yo me dejé seducir!

Fuiste más fuerte que yo,

y me venciste.

Todo el mundo se burla de mí;

se ríen de mí todo el tiempo.

8 Cada vez que hablo, es para gritar:

«¡Violencia! ¡Violencia!»

Por eso la palabra delSeñor

no deja de ser para mí

un oprobio y una burla.

9 Si digo: «No me acordaré más de él,

ni hablaré más en sunombre»,

entonces su palabra en mi interior

se vuelve un fuego ardiente

que me cala hasta los huesos.

He hecho todo lo posible por contenerla,

pero ya no puedo más.

10 Escucho a muchos decir con sorna:

«¡Hay terror por todas partes!»

y hasta agregan: «¡Denunciadlo!

¡Vamos a denunciarlo!»

Aun mis mejores amigos

esperan que tropiece.

También dicen: «Quizá lo podamos seducir.

Entonces lo venceremos

y nos vengaremos de él».

11 Pero elSeñorestá conmigo

como un guerrero poderoso;

por eso los que me persiguen

caerán y no podrán prevalecer,

fracasarán y quedarán avergonzados.

Eterna será su deshonra;

jamás será olvidada.

12 Tú,SeñorTodopoderoso,

que examinas al justo,

que sondeas elcorazóny lamente,

hazme ver tu venganza sobre ellos,

pues a ti he encomendado mi causa.

13 ¡Cantad alSeñor, alabadlo!

Él salva a los pobres

del poder de los malvados.

14 ¡Maldito el día en que nací!

¡Maldito el día en que mi madre me dio a luz!

15 ¡Maldito el hombre que alegró a mi padre

cuando le dijo: «¡Te ha nacido un hijo varón!»!

16 ¡Que sea tal hombre como las ciudades

que elSeñordestruyó sin compasión!

¡Que oiga gritos en la mañana

y alaridos de guerra al mediodía!

17 ¿Por qué Dios no me dejó morir

en el seno de mi madre?

Así ella habría sido mi tumba,

y yo jamás habría salido de su vientre.

18 ¿Por qué tuve que salir del vientre

solo para ver problemas y aflicción,

y para terminar mis días en vergüenza?

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Jeremías 21

Dios rechaza el pedido de Sedequías

1 Esta es la palabra delSeñor, que vino a Jeremías cuando el rey Sedequías envió a Pasur hijo de Malquías, y al sacerdote Sofonías hijo de Maseías, a que le dijeran:

2 «Consulta ahora alSeñorpor nosotros, porque Nabucodonosor, rey de Babilonia, nos está atacando. Tal vez elSeñorhaga uno de sus milagros, y lo obligue a retirarse».

3 Jeremías les respondió:

«Advertidle a Sedequías

4 que así dice elSeñor, el Dios de Israel: “Yo haré retroceder tus tropas, las que pelean contra el rey de Babilonia y contra loscaldeos, que desde fuera de los muros os tienen sitiados. Haré que tus tropas se replieguen dentro de la ciudad.

5 Yo mismo pelearé contra vosotros. Con gran despliegue de poder, y con ira, furor y gran indignación,

6 heriré ahombresy animales, y los habitantes de esta ciudad morirán por causa de una peste terrible.

7 Después de eso entregaré a Sedequías, rey de Judá, y a sus oficiales y a la gente que haya quedado con vida después de la peste, la espada y el hambre —afirma elSeñor—. Los entregaré en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y de los enemigos que buscan matarlos. Sin ninguna piedad, clemencia ni compasión, Nabucodonosor los herirá a filo de espada”.

8 »Y a este pueblo adviértele que así dice elSeñor: “Pongo delante de vosotros elcaminode la vida y el camino de la muerte.

9 El que se quede en esta ciudad morirá por la espada y la peste, o de hambre. Pero el que salga y se rinda a los caldeos que os están sitiando vivirá. Así salvará su vida.

10 Porque he decidido hacerle a esta ciudad el mal y no el bien —afirma elSeñor—. Será entregada en manos del rey de Babilonia, quien le prenderá fuego”.

11 »Di también a la casa real de Judá que escuchen la palabra delSeñor.

12 Adviértele a la dinastía de David que así dice elSeñor:

»“Haced justicia cada mañana,

y librad al explotado del poder del opresor,

no sea que mi ira se encienda como un fuego

y arda sin que nadie pueda extinguirla,

a causa de la maldad de sus acciones.

13 ¡Yo estoy contra ti, Jerusalén,

reina del valle, roca de la llanura!

—afirma elSeñor—.

Vosotros decís: ‘¿Quién podrá venir contra nosotros?

¿Quién podrá entrar en nuestros refugios?’

14 Yo os castigaré conforme al fruto de vuestras acciones

—afirma elSeñor—;

a su bosque le prenderé fuego,

y ese fuego consumirá todos sus alrededores”».

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Jeremías 22

Juicio contra reyes malvados

1 Así dice elSeñor: «Ve a la casa del rey de Judá, y proclama allí este mensaje:

2 “Tú, rey de Judá, que estás sentado sobre el trono de David, y tus oficiales y tu pueblo, que entran por estas puertas, escuchad la palabra delSeñor.

3 Así dice elSeñor: ‘Practicad el derecho y la justicia. Librad al oprimido del poder del opresor. No maltratéis ni hagáis violencia al extranjero, ni al huérfano ni a la viuda, ni derraméis sangre inocente en este lugar.

4 Si de veras cumplís con esta palabra, entonces por las puertas de este palacio entrarán reyes que ocuparán el trono de David; entrarán en carros y a caballo, acompañados por sus oficiales y su pueblo.

5 Pero, si no obedecéis estas palabras, juro por mí mismo que este palacio se convertirá en un montón de ruinas. Yo, elSeñor, lo afirmo’ ”».

6 Porque así dice elSeñoracerca de la casa real de Judá:

«Para mí, tú eres como Galaad

y como la cima del Líbano,

pero juro que te convertiré en un desierto,

en ciudades deshabitadas.

7 Enviaré contra ti destructores,

cada uno con sus armas,

que talarán tus cedros más hermosos

y los echarán en el fuego.

8 »Gente de muchas naciones pasará por esta ciudad, y se preguntará: “¿Por qué habrá tratado así elSeñora esta gran ciudad?”

9 Y se le responderá: “Porque abandonaron elpactodelSeñorsu Dios, adorando y sirviendo a otros dioses”».

10 No lloréis por el que está muerto,

ni hagáis lamentaciones por él.

Llorad más bien por el exiliado,

por el que nunca volverá

ni verá más la tierra en que nació.

11 Así dice elSeñoracerca de Salún hijo de Josías, rey de Judá, que ascendió al trono después de su padre Josías y que salió de este lugar: «Nunca más volverá,

12 sino que morirá en el lugar donde ha sido desterrado. No volverá a ver más este país.

13 »¡Ay del que edifica su casa

y sus habitaciones superiores

violentando la justicia y el derecho!

¡Ay del que obliga a su prójimo

a trabajar de balde,

y no le paga por su trabajo!

14 ¡Ay del que dice: “Me edificaré una casa señorial,

con habitaciones amplias en el piso superior”!

Y le abre grandes ventanas,

y la recubre de cedro y la pinta de rojo.

15 »¿Acaso eres rey

solo por acaparar mucho cedro?

Tu padre no solo comía y bebía,

sino que practicaba el derecho y la justicia,

y por eso le fue bien.

16 Defendía la causa del pobre y del necesitado,

y por eso le fue bien.

¿Acaso no es esto conocerme?

—afirma elSeñor—.

17 »Pero tus ojos y tucorazón

solo buscan ganancias deshonestas,

solo buscan derramar sangre inocente

y practicar la opresión y la violencia».

18 Por eso, así dice elSeñoracerca de Joacim hijo de Josías, rey de Judá:

«Nadie lamentará su muerte ni gritará:

“¡Ay, mi hermano! ¡Ay, mi hermana!”

Nadie lamentará su muerte ni gritará:

“¡Ay, señor! ¡Ay, Majestad!”

19 Será enterrado como un asno,

y lo arrastrarán y lo arrojarán

fuera de laspuertasde Jerusalén».

20 «¡Sube al Líbano y grita;

levanta tu voz en Basán!

¡Grita desde Abarín,

pues todos tus amantes han sido destruidos!

21 Yo te hablé cuando te iba bien,

pero tú dijiste: “¡No escucharé!”

Así te has comportado desde tu juventud:

¡nunca me has obedecido!

22 El viento arrastrará a todos tuspastores,

y tus amantes irán al cautiverio.

Por culpa de toda tu maldad

quedarás avergonzada y humillada.

23 Tú que habitas en el Líbano,

que has puesto tu nido entre los cedros,

¡cómo gemirás cuando te vengan los dolores,

dolores como de parturienta!

24 »¡Tan cierto como que yo vivo —afirma elSeñor—, que aunque Jeconíashijo de Joacim, rey de Judá, sea un anillo en mi manoderecha, aun de allí lo arrancaré!

25 Yo te entregaré en manos de los que buscan matarte, y en manos de los que tú más temes, es decir, en poder de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y de losbabilonios.

26 A ti y a la madre que te dio a luz os arrojaré a un país que no os vio nacer, y allí moriréis.

27 Jamás volverán al país al que tanto anhelan volver».

28 ¿Es Jeconías una vasija despreciable y rota,

un objeto que nadie desea?

¿Por qué son arrojados él y su descendencia,

y echados a un país que no conocen?

29 ¡Tierra, tierra, tierra!

¡Escucha la palabra delSeñor!

30 Así dice elSeñor: «Anotad a este hombre

como si fuera un hombre sin hijos;

como alguien que fracasó en su vida.

Porque ninguno de sus descendientes

logrará ocupar el trono de David,

ni reinar de nuevo en Judá».

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Jeremías 23

El Rey justo

1 «¡Ay de lospastoresque destruyen y dispersan el rebaño de mis praderas!», afirma elSeñor.

2 Por eso, así dice elSeñor, el Dios de Israel, a los pastores que apacientan a mi pueblo: «Vosotros habéis dispersado a mis ovejas; las habéis expulsado y no os habéis encargado de ellas. Pues bien, yo me encargaré de castigaros por vuestras malas acciones —afirma elSeñor—.

3 Al resto de mis ovejas yo mismo las reuniré de todos los países adonde las expulsé; y las haré volver a sus pastos, donde crecerán y se multiplicarán.

4 Pondré sobre ellas pastores que las pastorearán, y ya no temerán ni se espantarán, ni faltará ninguna de ellas —afirma elSeñor—.

5 »Vienen días —afirma elSeñor—,

en que de la simiente de David

haré surgir un vástago justo;

él reinará con sabiduría en el país,

y practicará el derecho y la justicia.

6 En esos días Judá será salvada,

Israel morará seguro.

Y este es elnombreque se le dará:

“ElSeñores nuestrasalvación”.

7 »Por eso —afirma elSeñor— vienen días en que ya no se dirá: “Por la vida delSeñor, que hizo salir a los israelitas de la tierra de Egipto”,

8 sino: “Por la vida delSeñor, que hizo salir a los descendientes de la familia de Israel, y los hizo llegar del país del norte, y de todos los países adonde los había expulsado”. Y habitarán en su propia tierra».

Profetas mentirosos

9 En cuanto a los profetas:

Se me parte elcorazónen el pecho

y se me estremecen los huesos.

Por causa delSeñor

y de sus santas palabras,

hasta parezco un borracho,

alguien dominado por el vino.

10 A causa de la maldición,

el país está lleno de adúlteros,

la tierra está de luto

y los pastos del desierto se han secado.

Los profetas corren tras la maldad,

y usan su poder para la injusticia.

11 «Impíos son los profetas y los sacerdotes;

aun en mi propia casa encuentro su maldad

—afirma elSeñor—.

12 »Por eso sucaminoserá resbaladizo;

serán empujados a las tinieblas,

y en ellas se hundirán.

Yo traeré sobre ellos una calamidad

en el año de su castigo

—afirma elSeñor—.

13 »Algo insólito he observado

entre los profetas de Samaria:

profetizaron en nombre deBaal,

y descarriaron a mi pueblo Israel.

14 Y entre los profetas de Jerusalén

he observado cosas terribles:

cometen adulterio, y viven en la mentira;

fortalecen las manos de los malhechores,

ninguno se convierte de su maldad.

Todos ellos son para mí como Sodoma;

los habitantes de Jerusalén son como Gomorra».

15 Por tanto, así dice elSeñorTodopoderosocontra los profetas:

«Haré que coman alimentos amargos

y que beban agua envenenada,

porque los profetas de Jerusalén

han llenado de corrupción todo el país».

16 Así dice elSeñorTodopoderoso:

«No hagáis caso de lo que dicen los profetas,

pues os dan falsas esperanzas;

cuentan visiones que se han imaginado

y que no proceden de la boca delSeñor.

17 A los que me desprecian les aseguran

que yo digo que gozarán debienestar;

a los que obedecen los dictados de su terco corazón

les dicen que no les sobrevendrá ningún mal.

18 ¿Quién de ellos ha estado en el consejo delSeñor?

¿Quién ha recibido o escuchado su palabra?

¿Quién ha atendido y escuchado su palabra?

19 El huracán delSeñorse ha desatado con furor;

un torbellino se cierne amenazante

sobre la cabeza de los malvados.

20 La ira delSeñorno cesará

hasta que haya realizado por completo

los propósitos de su corazón.

Al final de los tiempos

lo comprenderéis con claridad.

21 Yo no envié a esos profetas,

pero ellos corrieron;

ni siquiera les hablé,

pero ellos profetizaron.

22 Si hubieran estado en mi consejo,

habrían proclamado mis palabras a mi pueblo;

lo habrían hecho volver de su mal camino

y de sus malas acciones.

23 »¿Soy acaso Dios solo de cerca?

¿No soy Dios también de lejos?

—afirma elSeñor—.

24 ¿Podrá elhombrehallar un escondite

donde yo no pueda encontrarlo?

—afirma elSeñor—.

¿Acaso no soy yo el que llena los cielos y la tierra?

—afirma elSeñor—.

25 »He escuchado lo que dicen los profetas que profieren mentiras en mi nombre, los cuales dicen: “¡He tenido un sueño, he tenido un sueño!”

26 ¿Hasta cuándo seguirán dándole valor de profecía a las mentiras y delirios de sumente?

27 Con los sueños que se cuentan unos a otros pretenden hacer que mi pueblo se olvide de mi nombre, como sus antepasados se olvidaron de mi nombre por el de Baal.

28 El profeta que tenga un sueño, que lo cuente; pero el que reciba mi palabra, que la proclame con fidelidad. ¿Qué tiene que ver la paja con el grano? —afirma elSeñor—.

29 ¿No es acaso mi palabra como fuego, y como martillo que pulveriza la roca? —afirma elSeñor—.

30 »Por eso yo estoy contra los profetas que se roban mis palabras entre sí —afirma elSeñor—.

31 Yo estoy contra los profetas que sueltan la lengua y hablan por hablar —afirma elSeñor—.

32 Yo estoy contra los profetas que cuentan sueños mentirosos, y que al contarlos hacen que mi pueblo se extravíe con sus mentiras y sus presunciones —afirma elSeñor—. Yo no los he enviado ni les he dado ninguna orden. Son del todo inútiles para este pueblo —afirma elSeñor—.

Profecías falsas

33 »Y, si este pueblo, o algún profeta o sacerdote, te pregunta: “¿Qué mensajetenemos delSeñor?”, tú les responderás: “¿De qué mensaje habláis?” Yo os abandonaré —afirma elSeñor—.

34 Y, si un profeta o un sacerdote, o alguien del pueblo, dice: “Este es el mensaje delSeñor”, yo castigaré a ese hombre y a su casa.

35 Así deberán hablarse entre amigos y hermanos: “¿Qué ha respondido elSeñor?”, o “¿Qué ha dicho elSeñor?”

36 Pero no deberán mencionar más la frase “Mensaje delSeñor”, porque el mensaje de cada uno será su propia palabra, ya que vosotros habéis distorsionado las palabras del Dios viviente, delSeñorTodopoderoso, nuestro Dios.

37 Así les dirás a los profetas: “¿Qué os ha respondido elSeñor? ¿Qué os ha dicho?”

38 Pero, si respondéis: “¡Mensaje delSeñor!”, elSeñordice: “Por cuanto habéis dicho: ‘¡Mensaje delSeñor!’, habiéndoos yo prohibido que pronunciarais esta frase,

39 entonces me olvidaré de vosotros y os echaré de mi presencia, junto con la ciudad que os di a vosotros y a vuestros antepasados.

40 Y os afligiré con un oprobio eterno, con una humillación eterna que jamás será olvidada”».

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Jeremías 24

Dos canastas de higos

1 Después de que Nabucodonosor, rey de Babilonia, deportó de Jerusalén a Jeconías hijo de Joacim, rey de Judá, junto con los jefes de Judá y con los artesanos y herreros, elSeñorme mostró dos canastas de higos colocadas frente al templo delSeñor.

2 Una de ellas tenía higos muy buenos, como los que maduran primero; la otra tenía higos muy malos, tan malos que no se podían comer.

3 Entonces elSeñorme preguntó: «¿Qué ves, Jeremías?» Yo respondí: «Veo higos. Unos están muy buenos, pero otros están tan malos que no se pueden comer».

4 Y la palabra delSeñorvino a mí:

5 «Así dice elSeñor, el Dios de Israel: “A los deportados de Judá, que envié de este lugar al país de losbabilonios, los consideraré como a estos higos buenos.

6 Los miraré favorablemente, y los haré volver a este país. Los edificaré y no los derribaré, los plantaré y no los arrancaré.

7 Les daré uncorazónque me conozca, porque yo soy elSeñor. Ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios, porque volverán a mí de todo corazón.

8 »”Pero a Sedequías, rey de Judá, y a sus jefes y a los sobrevivientes de Jerusalén —lo mismo a los que se quedaron en este país como a los que viven en Egipto— los trataré como a los higos malos, que de tan malos no se pueden comer —afirma elSeñor—.

9 Los convertiré en motivo de espanto y de calamidad, para todos los reinos de la tierra. En todos los lugares por donde yo los disperse, serán objeto de escarnio, desprecio, burla y maldición.

10 Enviaré contra ellos espada, hambre y pestilencia, hasta que sean exterminados de la tierra que les di a ellos y a sus antepasados”».

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Jeremías 25

Setenta años de cautiverio

1 Esta es la palabra que vino a Jeremías en relación a todo el pueblo de Judá. La recibió en el año cuarto del reinado de Joacim hijo de Josías, rey de Judá, es decir, durante el año primero del reinado de Nabucodonosor, rey de Babilonia.

2 El profeta Jeremías dijo lo siguiente a todo el pueblo de Judá y a todos los habitantes de Jerusalén:

3 «Desde el año trece de Josías hijo de Amón, rey de Judá, hasta el día de hoy —¡y conste que ya han pasado veintitrés años!—, elSeñorme ha dirigido su palabra, y yo os he hablado en repetidas ocasiones, pero no me habéis hecho caso.

4 »Además, una y otra vez elSeñoros ha enviado a sus siervos los profetas, pero no les habéis escuchado ni les habéis prestado atención.

5 Ellos os exhortaban: “Dejad ya vuestro malcaminoy vuestras malas acciones. Así podréis habitar en la tierra que, desde siempre y para siempre, elSeñoros ha dado a vosotros y a vuestros antepasados.

6 No vayáis tras otros dioses para servirles y adorarlos; no me irritéis con la obra de vuestras manos, y no os haré ningún mal”.

7 »Pero no me obedecisteis —afirma elSeñor—, sino que me irritasteis con la obra de vuestras manos, para vuestra propia desgracia.

8 »Por eso, así dice elSeñorTodopoderoso: “Por cuanto no habéis obedecido mis palabras,

9 yo haré que vengan todos los pueblos del norte, y también mi siervo Nabucodonosor, rey de Babilonia. Los traeré contra este país, contra sus habitantes y contra todas las naciones vecinas, y losdestruirépor completo: ¡los convertiré en objeto de horror, de burla y de eterna desolación! —afirma elSeñor—.

10 Haré que desaparezcan entre ellos los gritos de gozo y alegría, los cantos de bodas, el ruido del molino y la luz de la lámpara.

11 Todo este país quedará reducido a horror y desolación, y estas naciones servirán al rey de Babilonia durante setenta años”.

12 »Pero, cuando se hayan cumplido los setenta años, yo castigaré por su iniquidad al rey de Babilonia y a aquella nación, país de loscaldeos, y los convertiré en desolación perpetua —afirma elSeñor—.

13 Haré que vengan sobre ese país todas las amenazas que le anuncié, y todo lo que está registrado en este libro y que Jeremías ha profetizado contra las naciones.

14 Los caldeos, a su vez, caerán bajo el yugo de muchas naciones y reyes poderosos. Así les daré lo que merecen su conducta y sus hechos».

15 ElSeñor, el Dios de Israel, me dijo: «Toma de mi mano esta copa del vino de mi ira, y dásela a beber a todas las naciones a las que yo te envíe.

16 Cuando ellas la beban, se tambalearán y perderán el juicio, a causa de la espada que voy a enviar contra ellos».

17 Tomé de la mano delSeñorla copa, y se la di a beber a todas las naciones a las cuales elSeñorme envió:

18 a Jerusalén y a las ciudades de Judá, a sus reyes y a sus jefes, para convertirlos en ruinas, en motivo de horror, burla y maldición, como hoy se puede ver.

19 También se la di a beber al faraón, rey de Egipto, y a sus siervos y jefes y a todo su pueblo;

20 a todos los forasteros, a todos los reyes del país de Uz, y a todos los reyes del país de los filisteos: a los de Ascalón, Gaza y Ecrón, y a los sobrevivientes de Asdod;

21 a Edom y Moab, y a los hijos de Amón;

22 a todos los reyes de Tiro y de Sidón; a todos los reyes de las costas al otro lado del mar;

23 a Dedán, Temá y Buz; a todos los pueblos que se rapan las sienes;

24 a todos los reyes de Arabia; a todos los reyes de las diferentes tribus del desierto;

25 a todos los reyes de Zimri, Elam y Media;

26 a todos los reyes del norte, cercanos o lejanos entre sí, y a todos los reinos que están sobre la faz de la tierra. Y después de ellos beberá el rey de Sesac.

27 «Tú les dirás: “Así dice elSeñorTodopoderoso, el Dios de Israel: ‘Bebed, emborrachaos, vomitad y caed para no levantaros más, por causa de la espada que envío contra vosotros’ ”.

28 Pero, si se niegan a tomar de tu mano la copa y beberla, tú les dirás: “Así dice elSeñorTodopoderoso: ‘¡Tendréis que beberla!’

29 Desataré calamidades contra la ciudad que lleva minombre. ¿Y creéis vosotros que no os voy a castigar? Al contrario, seréis castigados —afirma elSeñorTodopoderoso—, porque yo desenvaino la espada contra todos los habitantes de la tierra”.

30 »Tú, Jeremías, profetiza contra ellos todas estas palabras:

»“Ruge elSeñordesde lo alto;

desde susantamorada hace tronar su voz.

Ruge violento contra su rebaño;

grita como los que pisan la uva,

contra todos los habitantes del mundo.

31 El estruendo llega hasta los confines de la tierra,

porque elSeñorlitiga contra las naciones;

enjuicia a todos losmortales,

y pasa por la espada a los malvados”»,

afirma elSeñor.

32 Así dice elSeñorTodopoderoso:

«La calamidad se extiende de nación en nación;

una terrible tempestad se desata

desde los confines de la tierra».

33 En aquel día, las víctimas delSeñorquedarán tendidas de un extremo a otro de la tierra. Nadie las llorará ni las recogerá ni las enterrará; se quedarán sobre la faz de la tierra, como el estiércol.

34 Gemid,pastores, y clamad;

revolcaos en el polvo, jefes del rebaño,

porque os ha llegado el día de la matanza;

seréis dispersados, y caeréis como carneros escogidos.

35 Los pastores no tendrán escapatoria;

no podrán huir los jefes del rebaño.

36 Escuchad el clamor de los pastores

y el gemido de los jefes del rebaño,

porque elSeñordestruye sus pastizales.

37 Las hermosas praderas son asoladas,

a causa de la ardiente ira delSeñor.

38 Como león que deja abandonada su guarida,

elSeñorha dejado desolado su país,

a causa de la espadadevastadora,

a causa de la ardiente ira delSeñor.