Categories
1 Samuel

1 Samuel 5

El arca en Asdod y Ecrón

1 Después de capturar el arca de Dios, los filisteos la llevaron de Ebenezer a Asdod

2 y la pusieron junto a la estatua de Dagón, en el templo de ese dios.

3 Al día siguiente, cuando los habitantes de Asdod se levantaron, vieron que la estatua de Dagón estaba tirada en el suelo, boca abajo, frente al arca delSeñor. Así que la levantaron y la colocaron en su sitio.

4 Pero, al día siguiente, cuando se levantaron, volvieron a encontrar la estatua tirada en el suelo, boca abajo, frente al arca delSeñor. Sobre el umbral estaban su cabeza y sus dos manos, separadas del tronco.

5 Por eso, hasta el día de hoy, ninguno de los que entran en el templo de Dagón en Asdod, incluso los sacerdotes, pisan el umbral.

6 Entonces elSeñordescargó su mano sobre la población de Asdod y sus alrededores, y los azotó con tumores.

7 La gente de Asdod reconoció lo que estaba pasando, y declaró: «El arca del Dios de Israel no puede quedarse en medio nuestro, porque ese dios ha descargado su mano sobre nosotros y contra nuestro dios Dagón».

8 Así que convocaron a todos los jefes filisteos y les preguntaron:

―¿Qué vamos a hacer con el arca del Dios de Israel?

―Trasladad el arca del Dios de Israel a la ciudad de Gat —respondieron los jefes.

Y así lo hicieron.

9 Pero, después de que la trasladaron, elSeñorcastigó a esa ciudad, afligiendo con una erupción de tumores a sus habitantes, desde el más pequeño hasta el mayor. Eso provocó un pánico horrible.

10 Entonces enviaron el arca de Dios a Ecrón, pero, tan pronto como entró el arca en la ciudad, sus habitantes se pusieron a gritar: «¡Nos han traído el arca del Dios de Israel para matarnos a todos!»

11 Por eso convocaron a todos los jefes filisteos y protestaron: «¡Llevaos el arca del Dios de Israel! ¡Devolvedla a su lugar de origen, para que no nos mate a nosotros y a todos los nuestros!» Y es que el terror de la muerte se había apoderado de la ciudad, porque Dios había descargado su mano sobre ese lugar.

12 Los que no murieron fueron azotados por tumores, de modo que los gritos de la ciudad llegaban hasta el cielo.

Categories
1 Samuel

1 Samuel 6

Los filisteos devuelven el arca a Israel

1 El arca delSeñorestuvo en territorio filisteo siete meses,

2 y los filisteos convocaron a los sacerdotes y adivinos para preguntarles:

―¿Qué vamos a hacer con el arca delSeñor? Decidnos de qué modo hay que devolverla a su lugar.

3 ―Si pensáis devolverla —contestaron—, no la mandéis sin nada; tenéis que presentarle a Dios una ofrenda compensatoria. Entonces recobraréis la salud y sabréis por qué Dios no ha dejado de castigaros.

4 ―¿Y qué le debemos ofrecer? —preguntaron los filisteos.

―Cinco figuras de oro en forma de tumor —respondieron aquellos— y otras cinco en forma de rata, conforme al número de jefes filisteos, pues la misma plaga os ha azotado a vosotros y a vuestros jefes.

5 Así que haced imágenes de los tumores y de las ratas que han devastado el país, y dad honra al Dios de Israel. Tal vez suavice su castigo contra vosotros, vuestros dioses y vuestra tierra.

6 ¿Por qué os vais a obstinar, como hicieron los egipcios bajo el faraón? ¿No es cierto que Dios tuvo que hacerles daño para que dejaran ir a los israelitas?

7 »Ahora mandad construir una carreta nueva. Escoged también dos vacas con cría y que nunca hayan llevado yugo. Atad las vacas a la carreta, pero encerrad los becerros en el establo.

8 Tomad luego el arca delSeñory ponedla en la carreta. Colocad una caja junto al arca, con los objetos de oro que vais a entregarle a Dios como ofrenda compensatoria. Luego dejad que la carreta se vaya sola,

9 y observadla. Si se va en dirección de Bet Semes, su propio territorio, eso quiere decir que elSeñores quien nos ha causado esta calamidad tan terrible. Pero, si la carreta se desvía para otro lugar, sabremos que no fue él quien nos hizo daño, sino que todo ha sido por casualidad».

10 Así lo hicieron. Tomaron dos vacas con cría y las ataron a la carreta, pero encerraron los becerros en el establo.

11 Además, en la carreta pusieron el arca delSeñory la caja que contenía las figuras de ratas y de tumores de oro.

12 ¡Y las vacas se fueron mugiendo por todo el camino, directamente a Bet Semes! Siguieron esa ruta sin desviarse para ningún lado. Los jefes de los filisteos se fueron detrás de la carreta, hasta llegar al territorio de Bet Semes.

13 Los habitantes de Bet Semes, que estaban en el valle cosechando el trigo, alzaron la vista y, al ver el arca, se llenaron de alegría.

14 La carreta llegó hasta el campo de Josué de Bet Semes, donde había una gran piedra, y allí se detuvo. Entonces la gente del pueblo usó la madera de la carreta como leña, y ofreció las vacas enholocaustoalSeñor.

15 Los levitas que habían descargado la carreta pusieron el arca delSeñorsobre la gran piedra, junto con la caja que contenía las figuras de oro. Aquel día los habitantes de Bet Semes ofrecieron holocaustos y sacrificios alSeñor.

16 Los cinco jefes filisteos vieron todo esto, y regresaron a Ecrón ese mismo día.

17 Las figuras de oro en forma de tumor, que los filisteos entregaron alSeñorcomo ofrenda compensatoria, correspondían a cada una de estas ciudades: Asdod, Gaza, Ascalón, Gat y Ecrón.

18 Así mismo, el número de las ratas de oro correspondía al de las ciudades filisteas que pertenecían a los cinco jefes, tanto las ciudades fortificadas como las aldeas sin murallas. Y la gran piedra donde depositaron el arca delSeñorpermanece hasta el día de hoy, como testimonio, en el campo de Josué de Bet Semes.

19 Algunos hombres de ese lugar se atrevieron a mirar dentro del arca delSeñor, y Dios los mató. Fueron setentalos que perecieron. El pueblo hizo duelo por el terrible castigo que elSeñorhabía enviado,

20 y los habitantes de Bet Semes dijeron: «ElSeñores un Diossanto. ¿Quién podrá presentarse ante él? ¿Y a dónde podremos enviar el arca para que no se quede entre nosotros?»

21 Así que mandaron este mensaje a los habitantes de Quiriat Yearín: «Los filisteos han devuelto el arca delSeñor; venid y lleváosla».

Categories
1 Samuel

1 Samuel 7

1 Los de Quiriat Yearín fueron a Bet Semes y se llevaron el arca delSeñora la casa de Abinadab, que estaba en una loma. Luego consagraron a su hijo Eleazar para que estuviera a cargo de ella.

Samuel derrota a los filisteos en Mizpa

2 El arca permaneció en Quiriat Yearín durante mucho tiempo. Pasaron veinte años, y todo el pueblo de Israel buscaba con ansiedad alSeñor.

3 Por eso Samuel le dijo al pueblo: «Si vosotros deseáis volveros alSeñorde todocorazón, deshaceos de los dioses extranjeros y de las imágenes deAstarté. Dedicaos totalmente a servir solo alSeñor, y él os librará del poder de los filisteos».

4 Así que los israelitas echaron fuera los ídolos deBaaly las imágenes de Astarté, y sirvieron solo alSeñor.

5 Luego Samuel ordenó: «Reunid a todo Israel en Mizpa para que yo ruegue alSeñorpor vosotros».

6 Cuando los israelitas se reunieron en Mizpa, sacaron agua y la derramaron ante elSeñor. También ayunaron durante el día, y públicamente confesaron: «Hemos pecado contra elSeñor». Fue en Mizpa donde Samuel comenzó a gobernar a los israelitas.

7 Cuando los filisteos se enteraron de que los israelitas se habían reunido en Mizpa, los jefes filisteos marcharon contra Israel. Al darse cuenta de esto, los israelitas tuvieron miedo de los filisteos

8 y le dijeron a Samuel: «No dejes de clamar alSeñorpor nosotros, para que nos salve del poder de los filisteos».

9 Samuel tomó entonces un cordero pequeño y lo ofreció enholocaustoalSeñor. Luego clamó alSeñoren favor de Israel, y elSeñorle respondió.

10 Mientras Samuel ofrecía el sacrificio, los filisteos avanzaron para atacar a Israel. Pero aquel día elSeñorlanzó grandes truenos contra los filisteos. Esto creó confusión entre ellos, y cayeron derrotados ante los israelitas.

11 Entonces los israelitas persiguieron a los filisteos desde Mizpa hasta más allá de Bet Car, matándolos por el camino.

12 Después Samuel tomó una piedra, la colocó entre Mizpa y Sen, y la llamó Ebenezer,«ElSeñorno ha dejado de ayudarnos».

13 Durante toda la vida de Samuel, elSeñormanifestó su poder sobre los filisteos. Estos fueron subyugados por los israelitas y no volvieron a invadir su territorio.

14 Fue así como los israelitas recuperaron las ciudades que los filisteos habían capturado anteriormente, desde Ecrón hasta Gat, y libraron todo ese territorio del dominio de los filisteos. También hubo paz entre Israel y los amorreos.

15 Samuel siguió gobernando a Israel toda su vida.

16 Todos los años recorría las ciudades de Betel, Guilgal y Mizpa, y atendía los asuntos del país en esas regiones.

17 Luego regresaba a Ramá, donde residía, y desde allí gobernaba a Israel. También allí erigió un altar alSeñor.

Categories
1 Samuel

1 Samuel 8

Los israelitas piden un rey

1 Cuando Samuel entró en años, puso a sus hijos como gobernadores de Israel,

2 con sede en Berseba. El hijo mayor se llamaba Joel, y el segundo, Abías.

3 Pero ninguno de los dos siguió el ejemplo de su padre, sino que ambos se dejaron guiar por la avaricia, aceptando sobornos y pervirtiendo la justicia.

4 Por eso se reunieron losancianosde Israel y fueron a Ramá para hablar con Samuel.

5 Le dijeron: «Tú has envejecido ya, y tus hijos no siguen tu ejemplo. Mejor danos un rey que nos gobierne, como lo tienen todas las naciones».

6 Cuando le dijeron que querían tener un rey, Samuel se disgustó. Entonces se puso a orar alSeñor,

7 pero elSeñorle dijo: «Hazle caso al pueblo en todo lo que te diga. En realidad, no te han rechazado a ti, sino a mí, pues no quieren que yo reine sobre ellos.

8 Te están tratando del mismo modo que me han tratado a mí desde el día en que los saqué de Egipto hasta hoy. Me han abandonado para servir a otros dioses.

9 Así que hazles caso, pero adviérteles claramente de cómo el rey va a gobernarlos».

10 Samuel comunicó entonces el mensaje delSeñora la gente que le estaba pidiendo un rey.

11 Les explicó:

―Así es cómo el rey va a gobernaros: Os quitará a vuestros hijos para que se hagan cargo de los carros militares y de la caballería, y para que le abran paso al carro real.

12 Los hará comandantes y capitanes,y los pondrá a labrar y a cosechar, y a fabricar armamentos y pertrechos.

13 También os quitará a vuestras hijas para emplearlas como perfumistas, cocineras y panaderas.

14 Se apoderará de vuestros mejores campos, viñedos y olivares, y se los dará a sus ministros,

15 y a vosotros os exigirá una décima parte de vuestras cosechas y vendimias para entregársela a sus funcionarios y ministros.

16 Además, os quitará vuestros criados y criadas, y vuestros mejores bueyesy asnos, de manera que trabajen para él.

17 Os exigirá una décima parte de vuestros rebaños, y vosotros mismos le serviréis como esclavos.

18 Cuando llegue aquel día, clamaréis por causa del rey que hayáis escogido, pero elSeñorno os responderá.

19 El pueblo, sin embargo, no le hizo caso a Samuel, sino que dijo:

―¡De ninguna manera! Queremos un rey que nos gobierne.

20 Así seremos como las otras naciones, con un rey que nos gobierne y que marche al frente de nosotros cuando vayamos a la guerra.

21 Después de oír lo que el pueblo quería, Samuel se lo comunicó alSeñor.

22 ―Hazles caso —respondió elSeñor—; dales un rey.

Entonces Samuel les dijo a los israelitas:

―¡Regresad a vuestros pueblos!

Categories
1 Samuel

1 Samuel 9

Samuel unge a Saúl

1 Había un hombre de la tribu de Benjamín, muy respetado, cuyo nombre era Quis hijo de Abiel, hijo de Zeror, hijo de Becorat, hijo de Afía, también benjaminita.

2 Quis tenía un hijo llamado Saúl, que era buen mozo y apuesto como ningún otro israelita, tan alto que los demás apenas le llegaban al hombro.

3 En cierta ocasión se extraviaron las burras de su padre Quis, y este le dijo a Saúl: «Toma a uno de los criados y ve a buscar las burras».

4 Saúl y el criado se fueron y cruzaron la sierra de Efraín, hasta pasar por la región de Salisá, pero no las encontraron. Pasaron también por la región de Salín, y después por el territorio de Benjamín, pero tampoco allí las encontraron.

5 Cuando llegaron al territorio de Zuf, Saúl le dijo al criado que lo acompañaba:

―Vámonos. Debemos regresar, no sea que mi padre comience a preocuparse más por nosotros que por las burras.

6 El criado le contestó:

―En este pueblo vive un hombre de Dios que es muy famoso. Todo lo que dice se cumple sin falta. ¿Por qué no vamos allí? A lo mejor nos indica el camino que debemos seguir.

7 ―Pero, si vamos, ¿qué le podemos llevar? —preguntó Saúl—. En las alforjas no nos queda nada de comer, ni tenemos ningún regalo que ofrecerle al hombre de Dios. ¡Qué tenemos!

8 ―Aquí tengo casi tres gramosde plata —respondió el criado—. Se los puedo dar al hombre de Dios para que nos indique el camino.

9 (Antiguamente, cuando alguien en Israel iba a consultar a Dios, solía decir: «Vamos a ver al vidente», porque así se le llamaba entonces al que ahora se le llama profeta).

10 ―Muy bien —dijo Saúl—, vamos.

Dicho esto, se dirigieron al pueblo donde vivía el hombre de Dios.

11 Subían por la cuesta de la ciudad cuando se encontraron con unas jóvenes que iban a sacar agua. Les preguntaron:

―¿Se encuentra por aquí el vidente?

12 ―Sí, está más adelante —contestaron ellas—. Daos prisa, que acaba de llegar a la ciudad, y el pueblo va a ofrecer un sacrificio en el santuario del cerro.

13 Cuando entréis en la ciudad lo encontraréis, si llegáis antes de que suba al santuario para comer. La gente no empezará a comer hasta que él llegue, pues primero tiene que bendecir el sacrificio, y luego los invitados comerán. Así que id de inmediato, que hoy mismo lo vais a encontrar.

14 Saúl y su criado se dirigieron entonces a la ciudad. Iban entrando cuando Samuel se encontró con ellos, camino al santuario del cerro.

15 Un día antes de que Saúl llegara, elSeñorle había hecho esta revelación a Samuel:

16 «Mañana, a esta hora, te voy a enviar un hombre de la tierra de Benjamín. Lo ungirás como gobernante de mi pueblo Israel, para que lo libre del poder de los filisteos. Me he compadecido de mi pueblo, pues sus gritos de angustia han llegado hasta mí».

17 Cuando Samuel vio a Saúl, elSeñorle dijo: «Ahí tienes al hombre de quien te hablé; él gobernará a mi pueblo».

18 Al llegar a lapuertade la ciudad, Saúl se acercó a Samuel y le preguntó:

―¿Podrías tú indicarme dónde está la casa del vidente?

19 ―Yo soy el vidente —respondió Samuel—. Acompáñame al santuario del cerro, que hoy comeréis conmigo. Ya mañana, cuando te deje partir, responderé a todas tus inquietudes.

20 En cuanto a las burras que se te perdieron hace tres días, no te preocupes, que ya las encontraron.

Y agregó:

―Lo que Israel más desea, ¿no tiene que ver contigo y con toda la familia de tu padre?

21 ―¿Por qué me dices eso? —respondió Saúl—. ¿No soy yo de la tribu de Benjamín, que es la más pequeña de Israel? ¿Y no es mi familia la más insignificante de la tribu de Benjamín?

22 No obstante, Samuel tomó a Saúl y a su criado, los llevó al salón y les dio un lugar especial entre los invitados, que eran unos treinta.

23 Luego Samuel le dijo al cocinero:

―Trae la ración de carne que te pedí que apartaras, y que yo mismo te entregué.

24 El cocinero sacó un pernil entero, y se lo sirvió a Saúl. Entonces Samuel dijo:

―Ahí tienes lo que estaba reservado para ti. Come, pues antes de invitar a los otros, tu ración ya había sido apartada para esta ocasión.

Así fue como Saúl comió aquel día con Samuel.

25 Luego bajaron del santuario a la ciudad, y Samuel conversó con Saúl en la azotea de su casa.

26 Al amanecer, a la hora de levantarse, Samuel habló con Saúl en ese mismo lugar:

―¡Levántate! —le dijo—; ya debes partir.

Saúl se levantó, y salieron de la casa juntos.

27 Mientras se dirigían a las afueras de la ciudad, Samuel le dijo a Saúl:

―Dile al criado que se adelante, pero tú quédate un momento, que te voy a dar un mensaje de parte de Dios.

El criado se adelantó.

Categories
1 Samuel

1 Samuel 10

1 Entonces Samuel tomó un frasco de aceite y lo derramó sobre la cabeza de Saúl. Luego lo besó y le dijo:

―¡Es elSeñorquien te ha ungido para que gobiernes a su pueblo!

2 Hoy mismo, cuando te alejes de mí y llegues a Selsa, en el territorio de Benjamín, cerca de la tumba de Raquel verás a dos hombres. Ellos te dirán: “Ya encontramos las burras que andabas buscando. Pero tu padre ya no piensa en las burras, sino que ahora está preocupado por vosotros y se pregunta: ‘¿Qué puedo hacer para encontrar a mi hijo?’ ”

3 »Más adelante, cuando llegues a la encina de Tabor, te encontrarás con tres hombres que se dirigen a Betel para adorar a Dios. Uno de ellos lleva tres cabritos; otro, tres panes; y el otro, un odre de vino.

4 Después de saludarte, te entregarán dos panes. Acéptalos.

5 »De ahí llegarás a Guibeá de Dios, donde hay una guarnición filistea. Al entrar en la ciudad te encontrarás con un grupo de profetas que bajan del santuario en el cerro. Vendrán profetizando, precedidos por músicos que tocan liras, panderetas, flautas y arpas.

6 Entonces el Espíritu delSeñorvendrá sobre ti con poder, y tú profetizarás con ellos y serás una nueva persona.

7 Cuando se cumplan estas señales que has recibido, podrás hacer todo lo que esté a tu alcance, pues Dios estará contigo.

8 »Baja luego a Guilgal antes que yo. Allí me reuniré contigo para ofrecerholocaustosy sacrificios decomunióny, cuando llegue, te diré lo que tienes que hacer. Pero tú debes esperarme siete días».

Saúl es proclamado rey

9 Cuando Saúl se dio la vuelta para alejarse de Samuel, Dios le cambió elcorazón, y ese mismo día se cumplieron todas esas señales.

10 En efecto, al llegar Saúl y su criado a Guibeá, un grupo de profetas les salió al encuentro. Entonces el Espíritu de Dios vino con poder sobre Saúl, quien cayó en trance profético junto con ellos.

11 Los que desde antes lo conocían, al verlo profetizar junto con los profetas, se preguntaban unos a otros:

―¿Qué le pasa a Saúl hijo de Quis? ¿Acaso él también es uno de los profetas?

12 Alguien que vivía allí replicó:

―¿Y quién es el responsablede ellos?

De ahí viene el dicho: «¿Acaso también Saúl es uno de los profetas?»

13 Cuando Saúl acabó de profetizar, subió al santuario del cerro.

14 Su tío les preguntó a él y a su criado:

―¿Y dónde estabais vosotros?

―Andábamos buscando las burras —respondió Saúl—; pero, como no dábamos con ellas, fuimos a ver a Samuel.

15 ―Cuéntame lo que os dijo Samuel —pidió el tío de Saúl.

16 ―Nos aseguró que ya habían encontrado las burras.

Sin embargo, Saúl no le contó a su tío lo que Samuel le había dicho acerca del reino.

17 Después de esto, Samuel convocó al pueblo de Israel para que se presentara ante elSeñoren Mizpa.

18 Allí les dijo a los israelitas:

«Así dice elSeñor, Dios de Israel: “Yo saqué a Israel de Egipto. Yo os libré a vosotros del poder de los egipcios y de todos los reinos que os oprimían”.

19 Ahora, sin embargo, vosotros habéis rechazado a vuestro Dios, quien os libra de todas las calamidades y aflicciones. Habéis dicho: “¡No! ¡Danos un rey que nos gobierne!” Por tanto, presentaos ahora ante elSeñorpor tribus y por familias».

20 Dicho esto, Samuel hizo que se acercaran todas las tribus de Israel y, al echar la suerte, fue escogida la tribu de Benjamín.

21 Luego mandó que se acercara la tribu de Benjamín, familia por familia, y la suerte cayó sobre la familia de Matri, y finalmente sobre Saúl hijo de Quis. Entonces fueron a buscar a Saúl, pero no lo encontraron,

22 de modo que volvieron a consultar alSeñor:

―¿Ha venido aquí ese hombre?

―Sí —respondió elSeñor—, pero se ha escondido entre el equipaje.

23 Fueron corriendo y lo sacaron de allí. Y, cuando Saúl se puso en medio de la gente, vieron que era tan alto que nadie le llegaba al hombro.

24 Dijo entonces Samuel a todo el pueblo:

―¡Mirad al hombre que elSeñorha escogido! ¡No hay nadie como él en todo el pueblo!

―¡Viva el rey! —exclamaron todos.

25 A continuación, Samuel le explicó al pueblo las leyes del reino y las escribió en un libro que depositó ante elSeñor. Luego mandó que todos regresaran a sus casas.

26 También Saúl se fue a su casa en Guibeá, acompañado por un grupo de hombres ilustres, a quienes elSeñorles había movido el corazón.

27 Pero algunos insolentes protestaron: «¿Y este es el que nos va a salvar?» Y fue tanto su desprecio por Saúl que ni le ofrecieron regalos. Saúl, por su parte, no les hizo caso.

Categories
1 Samuel

1 Samuel 11

Saúl libera la ciudad de Jabés

1 Najás el amonita subió contra Jabés de Galaad y la sitió. Los habitantes de la ciudad le dijeron:

―Haz un pacto con nosotros, y seremos tus siervos.

2 ―Haré un pacto con vosotros —contestó Najás el amonita—, pero con una condición: que os saque a cada uno de vosotros el ojo derecho. Así dejaré en desgracia a todo Israel.

3 ―Danos siete días para que podamos enviar mensajeros por todo el territorio de Israel —respondieron losancianosde Jabés—. Si no hay quien nos libre de vosotros, nos rendiremos.

4 Cuando los mensajeros llegaron a Guibeá, que era la ciudad de Saúl, y le comunicaron el mensaje al pueblo, todos se echaron a llorar.

5 En esos momentos, Saúl regresaba del campo arreando sus bueyes, y preguntó: «¿Qué le pasa a la gente? ¿Por qué está llorando?» Entonces le contaron lo que habían dicho los habitantes de Jabés.

6 Cuando Saúl escuchó la noticia, el Espíritu de Dios vino sobre él con poder. Enfurecido,

7 agarró dos bueyes y los descuartizó, y con los mensajeros envió los pedazos por todo el territorio de Israel, con esta advertencia: «Así se hará con los bueyes de todo el que no salga para unirse a Saúl y Samuel».

El temor delSeñorse apoderó del pueblo, y todos ellos, como un solohombre, salieron a la guerra.

8 Saúl los reunió en Bézec para pasar revista, y había trescientos mil soldados de Israel y treinta mil de Judá.

9 Luego les dijoa los mensajeros que habían venido: «Id y decidles a los habitantes de Jabés de Galaad: “Mañana, cuando más calor haga, seréis librados”».

Los mensajeros fueron y les comunicaron el mensaje a los de Jabés. Estos se llenaron de alegría

10 y les dijeron a los amonitas: «Mañana nos rendiremos, y podréis hacer con nosotros lo que bien os parezca».

11 Al día siguiente, antes del amanecer,Saúl organizó a los soldados en tres columnas. Invadieron el campamento de los amonitas, e hicieron una masacre entre ellos hasta la hora más calurosa del día. Los que sobrevivieron fueron dispersados, así que no quedaron dos hombres juntos.

Saúl es confirmado como rey

12 El pueblo le dijo entonces a Samuel:

―¿Quiénes son los que no querían que Saúl reinara sobre nosotros? Entregadlos, que vamos a matarlos.

13 ―¡Nadie va a morir hoy! —intervino Saúl—. En este día elSeñorha librado a Israel.

14 ―¡Venid! —le dijo Samuel al pueblo—. Vamos a Guilgal para confirmar a Saúl como rey.

15 Todos se fueron a Guilgal, y allí, ante elSeñor, confirmaron a Saúl como rey. También allí, ante elSeñor, ofrecieron sacrificios decomunión, y Saúl y todos los israelitas celebraron la ocasión con gran alegría.

Categories
1 Samuel

1 Samuel 12

Discurso de despedida de Samuel

1 Samuel le habló a todo Israel:

―¡Prestadme atención! Yo os he hecho caso en todo lo que me habéis pedido, y os he dado un rey que os gobierne.

2 Ya tenéis al rey que va a dirigiros. En cuanto a mí, ya soy viejo y lleno de canas, y mis hijos son parte del pueblo. Yo os he guiado a vosotros desde mi juventud hasta la fecha.

3 Aquí me tenéis. Podéis acusarme en la presencia delSeñory de suungido. ¿A quién le he robado un buey o un asno? ¿A quién he defraudado? ¿A quién he oprimido? ¿Por quién me he dejado sobornar? Acusadme, y pagaré lo que corresponda.

4 ―No nos has defraudado —respondieron—; tampoco nos has oprimido ni le has robado nada a nadie.

5 Samuel insistió:

―¡Que elSeñory su ungido sean hoy testigos de que no me habéis hallado culpable de nada!

―¡Que lo sean! —fue la respuesta del pueblo.

6 Además Samuel les dijo:

―Testigo es elSeñor, que escogió a Moisés y a Aarón para sacar de Egipto a vuestros antepasados.

7 Y ahora, prestadme atención. ElSeñoros ha colmado de beneficios a vosotros y a vuestros antepasados, pero yo tengo una querella contra vosotros ante elSeñor.

8 »Después de que Jacob entró en Egipto, sus descendientes clamaron alSeñor. Entonces elSeñorenvió a Moisés y a Aarón para sacarlos de Egipto y establecerlos en este lugar.

9 Pero, como se olvidaron de suSeñory Dios, él los entregó al poder de Sísara, comandante del ejército de Jazor, y al poder de los filisteos y del rey de Moab, y ellos les hicieron la guerra.

10 Por eso vosotros clamasteis alSeñor: “Hemos pecado al abandonar alSeñory adorar a los ídolos deBaaly a las imágenes deAstarté. Pero ahora, si nos libras del poder de nuestros enemigos, solo a ti te serviremos”.

11 Entonces elSeñorenvió a Yerubaal, Barac,Jefté y Samuel, y os libró del poder de los enemigos que os rodeaban, para que vivierais seguros.

12 »No obstante, cuando visteis que Najás, rey de los amonitas, os amenazaba, me dijisteis: “¡No! ¡Queremos que nos gobierne un rey!” Y esto, a pesar de que elSeñorvuestro Dios es vuestro rey.

13 Pues bien, aquí tenéis al rey que pedisteis y que habéis escogido. Pero tened en cuenta que es elSeñorquien os ha dado ese rey.

14 Si vosotros y el rey que os gobierne teméis alSeñorvuestro Dios, y le servís y le obedecéis, acatando sus mandatos y manteniéndoos fieles a él, ¡magnífico!

15 En cambio, si le desobedecéis y no acatáis sus mandatos, él descargará su mano sobre vosotros como la descargó contra vuestros antepasados.

16 »Y ahora, prestadme atención y observad con vuestros propios ojos algo grandioso que elSeñorva a hacer.

17 Ahora no es tiempo de lluvias, sino de cosecha.Sin embargo, voy a invocar alSeñor, y él enviará truenos y lluvia; así os daréis cuenta de la gran maldad que habéis cometido ante elSeñoral pedir un rey».

18 Samuel invocó alSeñor, y ese mismo día elSeñormandó truenos y lluvia. Todo el pueblo sintió un gran temor ante elSeñory ante Samuel,

19 y le dijeron a Samuel:

―Ora alSeñortu Dios por nosotros, tus siervos, para que no nos quite la vida. A todos nuestros pecados hemos añadido la maldad de pedirle un rey.

20 ―No temáis —replicó Samuel—. Aunque vosotros habéis cometido una gran maldad, no os apartéis delSeñor; más bien, servidle de todocorazón.

21 No os alejéis de él por seguir a ídolos inútiles, que no os pueden ayudar ni rescatar, pues no sirven para nada.

22 Por amor a su grannombre, elSeñorno rechazará a su pueblo; de hecho, él se ha dignado a haceros a vosotros su propio pueblo.

23 En cuanto a mí, que elSeñorme libre de pecar contra él dejando de orar por vosotros. Yo seguiré enseñándoos elcaminobueno y recto.

24 Pero os exhorto a temer alSeñory a servirle fielmente y de todo corazón, recordando los grandes beneficios que él ha hecho en vuestro favor.

25 Si persistís en la maldad, tanto vosotros como vuestro rey seréis destruidos.

Categories
1 Samuel

1 Samuel 13

Samuel reprende a Saúl

1 Saúl tenía treinta añoscuando comenzó a reinar sobre Israel, y su reinado duró cuarenta y dos años.

2 De entre los israelitas, Saúl escogió tres mil soldados; dos mil estaban con él en Micmás y en los montes de Betel, y mil estaban con Jonatán en Guibeá de Benjamín. Al resto del ejército Saúl lo mandó a sus hogares.

3 Jonatán atacó la guarnición filistea apostada en Gueba, y esto llegó a oídos de los filisteos. Entonces Saúl mandó que se tocara la trompeta por todo el país, pues dijo: «¡Que se enteren todos los hebreos!»

4 Todo Israel se enteró de esta noticia: «Saúl ha atacado la guarnición filistea, así que los israelitas se han hecho odiosos a los filisteos». Por tanto, el pueblo se puso a las órdenes de Saúl en Guilgal.

5 Los filisteos también se juntaron para hacerle la guerra a Israel. Contaban con tres milcarros, seis mil jinetes y un ejército tan numeroso como la arena a la orilla del mar. Avanzaron hacia Micmás, al este de Bet Avén, y allí acamparon.

6 Los israelitas se dieron cuenta de que estaban en aprietos, pues todo el ejército se veía amenazado. Por eso tuvieron que esconderse en las cuevas, en los matorrales, entre las rocas, en las zanjas y en los pozos.

7 Algunos hebreos incluso cruzaron el Jordán para huir al territorio de Gad, en Galaad.

Saúl se había quedado en Guilgal, y todo el ejército que lo acompañaba temblaba de miedo.

8 Allí estuvo esperando siete días, según el plazo indicado por Samuel, pero este no llegaba. Como los soldados comenzaban a desbandarse,

9 Saúl ordenó: «Traedme elholocaustoy los sacrificios decomunión»; y él mismo ofreció el holocausto.

10 En el momento en que Saúl terminaba de celebrar el sacrificio, llegó Samuel. Saúl salió a recibirlo, y lo saludó.

11 Pero Samuel le preguntó:

―¿Qué has hecho?

Y Saúl le respondió:

―Pues, como vi que la gente se desbandaba, que tú no llegabas en el plazo indicado, y que los filisteos se habían juntado en Micmás,

12 pensé: “Los filisteos ya están a punto de atacarme en Guilgal, y ni siquiera he implorado la ayuda delSeñor”. Por eso me atreví a ofrecer el holocausto.

13 ―¡Te has portado como un necio! —le replicó Samuel—. No has cumplido el mandato que te dio elSeñortu Dios. ElSeñorhabría establecido tu reino sobre Israel para siempre,

14 pero ahora te digo que tu reino no permanecerá. ElSeñorya está buscando un hombre más de su agrado y lo ha designado gobernante de su pueblo, pues tú no has cumplido su mandato.

15 Dicho esto, Samuel se fue de Guilgal hacia Guibeá de Benjamín.

Jonatán ataca a los filisteos

Saúl pasó revista a los soldados que estaban con él, y eran unos seiscientos hombres.

16 Él y su hijo Jonatán, junto con sus soldados, se quedaron en Gueba de Benjamín, mientras que los filisteos seguían acampados en Micmás.

17 Del campamento filisteo salió una tropa de asalto dividida en tres grupos: uno de ellos avanzó por el camino de Ofra, hacia el territorio de Súal;

18 otro, por Bet Jorón; y el tercero, por la frontera del valle de Zeboyín, en dirección al desierto.

19 En todo el territorio de Israel no había un solo herrero, pues los filisteos no permitían que los hebreos se forjaran espadas y lanzas.

20 Por tanto, todo Israel dependía de los filisteos para que les afilaran los arados, los azadones, las hachas y las hoces.

21 Por un arado o un azadón cobraban ocho gramos de plata, y cuatro gramospor una horqueta o un hacha, o por arreglar las aguijadas.

22 Así que ninguno de los soldados israelitas tenía espada o lanza, excepto Saúl y Jonatán.

23 Un destacamento de filisteos avanzó hasta el paso de Micmás.

Categories
1 Samuel

1 Samuel 14

1 Cierto día, Jonatán hijo de Saúl, sin decirle nada a su padre, le ordenó a su escudero: «Ven acá. Vamos a cruzar al otro lado, donde está el destacamento de los filisteos».

2 Y es que Saúl estaba en las afueras de Guibeá, bajo un granado en Migrón, y tenía con él unos seiscientos hombres.

3 Elefodlo llevaba Ahías hijo de Ajitob, que era hermano de Icabod, el hijo de Finés y nieto de Elí, sacerdote delSeñoren Siló.

Nadie sabía que Jonatán había salido,

4 y para llegar a la guarnición filistea Jonatán tenía que cruzar un paso entre dos peñascos, llamados Bosés y Sene.

5 El primero estaba al norte, frente a Micmás; el otro, al sur, frente a Gueba.

6 Así que Jonatán le dijo a su escudero:

―Vamos a cruzar hacia la guarnición de esos paganos.Espero que elSeñornos ayude, pues para él no es difícil salvarnos, ya sea con muchos o con pocos.

7 ―¡Adelante! —respondió el escudero—. Haz todo lo que tengas pensado hacer, que cuentas con todo mi apoyo.

8 ―Bien —dijo Jonatán—; vamos a cruzar hasta donde están ellos, para que nos vean.

9 Si nos dicen: “¡Esperad a que os alcancemos!”, ahí nos quedaremos, en vez de avanzar.

10 Pero, si nos dicen: “¡Venid acá!”, avanzaremos, pues será señal de que elSeñornos va a dar lavictoria.

11 Así pues, los dos se dejaron ver por la guarnición filistea.

―¡Mirad —exclamaron los filisteos—, los hebreos empiezan a salir de las cuevas donde estaban escondidos!

12 Entonces los soldados de la guarnición les gritaron a Jonatán y a su escudero:

―¡Venid acá! Tenemos algo que deciros.

―Ven conmigo —le dijo Jonatán a su escudero—, porque elSeñorle ha dado la victoria a Israel.

13 Jonatán trepó con pies y manos, seguido por su escudero. A los filisteos que eran derribados por Jonatán, el escudero los remataba.

14 En ese primer encuentro, que tuvo lugar en un espacio reducido,Jonatán y su escudero mataron a unos veinte hombres.

Israel derrota a los filisteos

15 Cundió entonces el pánico en el campamento filisteo y entre el ejército que estaba en el campo abierto. Todos ellos se acobardaron, incluso los soldados de la guarnición y las tropas de asalto. Hasta la tierra tembló, y hubo un pánico extraordinario.

16 Desde Guibeá de Benjamín, los centinelas de Saúl podían ver que el campamento huía en desbandada.

17 Saúl dijo entonces a sus soldados: «Pasad revista, a ver quién de los nuestros falta». Así lo hicieron, y resultó que faltaban Jonatán y su escudero.

18 Entonces Saúl le pidió a Ahías que trajera el arca de Dios. (En aquel tiempo el arca estaba con los israelitas).

19 Pero, mientras hablaban, el desconcierto en el campo filisteo se hizo peor, así que Saúl le dijo al sacerdote: «¡No lo hagas!»

20 En seguida Saúl reunió a su ejército, y todos juntos se lanzaron a la batalla. Era tal la confusión entre los filisteos que se mataban unos a otros.

21 Además, los hebreos que hacía tiempo se habían unido a los filisteos, y que estaban con ellos en el campamento, se pasaron a las filas de los israelitas que estaban con Saúl y Jonatán.

22 Y los israelitas que se habían escondido en los montes de Efraín, al oír que los filisteos huían, se unieron a la batalla para perseguirlos.

23 Así libró elSeñora Israel aquel día, y la batalla se extendió más allá de Bet Avén.

El juramento de Saúl

24 Los israelitas desfallecían de hambre, pues Saúl había puesto al ejército bajo este juramento: «¡Maldito el que coma algo antes del anochecer, antes de que pueda vengarme de mis enemigos!» Así que aquel día ninguno de los soldados había probado bocado.

25 Al llegar todos a un bosque, notaron que había miel en el suelo.

26 Cuando el ejército entró en el bosque, vieron que la miel corría como agua, pero por miedo al juramento nadie se atrevió a probarla.

27 Sin embargo, Jonatán, que no había oído a su padre poner al ejército bajo juramento, alargó la vara que llevaba en la mano, hundió la punta en un panal de miel, y se la llevó a la boca. En seguida se le iluminó el rostro.

28 Pero uno de los soldados le advirtió:

―Tu padre puso al ejército bajo un juramento solemne, diciendo: “¡Maldito el que coma algo hoy!” Y por eso los soldados desfallecen.

29 ―Mi padre le ha causado un gran daño al país —respondió Jonatán—. Mirad cómo me volvió el color al rostro cuando probé un poco de esta miel.

30 ¡Imaginaos si todo el ejército hubiera comido del botín que se le arrebató al enemigo! ¡Cuánto mayor habría sido el estrago causado a los filisteos!

31 Aquel día los israelitas mataron filisteos desde Micmás hasta Ayalón. Y, como los soldados estaban exhaustos,

32 echaron mano del botín. Agarraron ovejas, vacas y terneros, los degollaron sobre el suelo, y se comieron la carne con sangre y todo.

33 Entonces le contaron a Saúl:

―Los soldados están pecando contra elSeñor, pues están comiendo carne junto con la sangre.

―¡Son unos traidores! —replicó Saúl—. Haced rodar una piedra grande, y traédmela ahora mismo.

34 También les dijo:

―Id y decidle a la gente que cada uno me traiga su toro o su oveja para degollarlos y comerlos aquí; y que no coman ya carne junto con la sangre, para que no pequen contra elSeñor.

Esa misma noche cada uno llevó su toro, y lo degollaron allí.

35 Luego Saúl construyó un altar alSeñor. Este fue el primer altar que levantó.

36 Y dijo:

―Vayamos esta noche tras los filisteos. Antes de que amanezca, quitémosles todo lo que tienen y no dejemos a nadie con vida.

―Haz lo que te parezca mejor —le respondieron.

―Primero debemos consultar a Dios —intervino el sacerdote.

37 Saúl entonces le preguntó a Dios: «¿Debo perseguir a los filisteos? ¿Los entregarás en manos de Israel?» Pero Dios no le respondió aquel día.

38 Así que Saúl dijo:

―Todos vosotros, jefes del ejército, acercaos y averiguad cuál es el pecado que se ha cometido hoy.

39 ¡ElSeñory Salvador de Israel me es testigo de que, aunque el culpable sea mi hijo Jonatán, morirá sin remedio!

Nadie se atrevió a decirle nada.

40 Les dijo entonces a todos los israelitas:

―Poneos vosotros de un lado, y yo y mi hijo Jonatán nos pondremos del otro.

―Haz lo que te parezca mejor —respondieron ellos.

41 Luego le rogó Saúl alSeñor, Dios de Israel, que le diera una respuesta clara. La suerte cayó sobre Jonatán y Saúl, de modo que los demás quedaron libres.

42 Entonces dijo Saúl:

―Echad suertes entre mi hijo Jonatán y yo.

Y la suerte cayó sobre Jonatán,

43 así que Saúl le dijo:

―Cuéntame lo que has hecho.

―Es verdad que probé un poco de miel con la punta de mi vara —respondió Jonatán—. ¿Y por eso tengo que morir?

44 ―Jonatán, si tú no mueres, ¡que Dios me castigue sin piedad! —exclamó Saúl.

45 Los soldados le replicaron:

―¡Cómo va a morir Jonatán, siendo que le ha dado esta gran victoria a Israel! ¡Jamás! Tan cierto como que elSeñorvive, que ni un pelo de su cabeza caerá al suelo, pues con la ayuda de Dios hizo esta proeza.

Así libraron a Jonatán de la muerte.

46 Saúl, a su vez, dejó de perseguir a los filisteos, los cuales regresaron a su tierra.

47 Después de consolidar su reinado sobre Israel, Saúl luchó contra todos los enemigos que lo rodeaban, incluso contra los moabitas, los amonitas, los edomitas, los reyes de Sobá y los filisteos; y a todos los vencía

48 haciendo gala de valor. También derrotó a los amalecitas y libró a Israel de quienes lo saqueaban.

La familia de Saúl

49 Saúl tuvo tres hijos: Jonatán, Isví y Malquisúa. También tuvo dos hijas: la mayor se llamaba Merab, y la menor, Mical.

50 Su esposa era Ajinoán hija de Ajimaz. El general de su ejército era Abner hijo de Ner, tío de Saúl.

51 Ner y Quis, el padre de Saúl, eran hermanos, y ambos eran hijos de Abiel.

52 Durante todo el reinado de Saúl se luchó sin cuartel contra los filisteos. Por eso, siempre que Saúl veía a alguien fuerte y valiente, lo alistaba en su ejército.