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Jeremías 26

Jeremías bajo amenaza de muerte

1 Al comienzo del reinado de Joacim hijo de Josías, rey de Judá, vino a Jeremías esta palabra delSeñor:

2 «Así dice elSeñor: “Párate en el atrio de la casa delSeñor, y di todas las palabras que yo te ordene a todas las ciudades de Judá que vienen a adorar en la casa delSeñor. No omitas ni una sola palabra.

3 Tal vez te hagan caso y se conviertan de su malcamino. Si lo hacen, me arrepentiré del mal que pensaba hacerles por sus malas acciones.

4 Tú les advertirás que así dice elSeñor: ‘Si no me obedecéis ni os ceñís a laleyque yo os he entregado,

5 y si no escucháis las palabras de mis siervos los profetas, a quienes una y otra vez he enviado y vosotros habéis desobedecido,

6 entonces haré con esta casa lo mismo que hice con Siló: ¡Haré de esta ciudad una maldición para todas las naciones de la tierra!’ ”»

7 Los sacerdotes, los profetas y el pueblo entero oyeron estas palabras que el profeta Jeremías pronunció en la casa delSeñor.

8 Pero, en cuanto Jeremías terminó de decir al pueblo todo lo que elSeñorle había ordenado, los sacerdotes y los profetas y todo el pueblo lo apresaron y le dijeron: «¡Vas a morir!

9 ¿Por qué has profetizado en elnombredelSeñorque esta casa se quedará como Siló, y que esta ciudad quedará desolada y deshabitada?» Y todo el pueblo que estaba en la casa delSeñorse abalanzó sobre Jeremías.

10 Cuando los jefes de Judá escucharon estas cosas, fueron del palacio del rey a la casa delSeñor, y se apostaron a la entrada de la Puerta Nueva del templo.

11 Allí los sacerdotes y los profetas dijeron a los jefes y a todo el pueblo: «Este hombre debe ser condenado a muerte, porque ha profetizado contra esta ciudad, tal como vosotros lo habéis escuchado con vuestros propios oídos».

12 Pero Jeremías dijo a todos los jefes y a todo el pueblo: «ElSeñorme envió para profetizar contra esta casa y contra esta ciudad todas las cosas que habéis escuchado.

13 Así que enmendad ya vuestra conducta y vuestras acciones, y obedeced alSeñorvuestro Dios, y elSeñorse arrepentirá del mal que os ha anunciado.

14 En cuanto a mí, estoy en vuestras manos; haced conmigo lo que mejor os parezca.

15 Pero sabed que, si me matáis, estaréis derramando sangre inocente sobre vosotros mismos y sobre los habitantes de esta ciudad. Lo cierto es que elSeñorme ha enviado a que os anuncie claramente todas estas cosas».

16 Los jefes y todo el pueblo dijeron a los sacerdotes y a los profetas: «Este hombre no debe ser condenado a muerte, porque nos ha hablado en el nombre delSeñornuestro Dios».

17 Entonces algunos de losancianosdel país se levantaron y recordaron a toda la asamblea del pueblo

18 que, durante el reinado de Ezequías, Miqueas de Moréset había profetizado a todo el pueblo de Judá:

«Así dice elSeñorTodopoderoso:

“Sión será arada como un campo,

Jerusalén quedará en ruinas,

y la montaña del templo se volverá un bosque”.

19 »¿Acaso Ezequías, rey de Judá, y todo su pueblo mataron a Miqueas? ¿No es verdad que Ezequías temió alSeñory le pidió su ayuda, y que elSeñorse arrepintió del mal que les había anunciado? Sin embargo, nosotros estamos a punto de provocar nuestro propio mal».

20 Hubo también otro profeta, de nombre Urías hijo de Semaías, de Quiriat Yearín, que profetizaba en el nombre delSeñor. Este profetizó contra la ciudad y contra el país, tal y como hizo Jeremías.

21 Cuando el rey Joacim y sus funcionarios y jefes oyeron sus palabras, el rey intentó matarlo; pero, al enterarse Urías, tuvo miedo y escapó a Egipto.

22 Después el rey Joacim envió a Egipto a Elnatán hijo de Acbor, junto con otros hombres,

23 y ellos sacaron de Egipto a Urías y lo llevaron ante el rey Joacim, quien mandó que mataran a Urías a filo de espada, y que arrojaran su cadáver a la fosa común.

24 Sin embargo, Ajicán hijo de Safán protegió a Jeremías y no permitió que cayera en manos del pueblo ni que lo mataran.

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Jeremías 27

Parábola del yugo

1 Al comienzo del reinado de Sedequías hijo de Josías, rey de Judá, vino a Jeremías esta palabra delSeñor:

2 Así me dijo elSeñor: «Hazte un yugo y unas correas, y póntelos sobre el cuello.

3 Envía luego a los reyes de Edom, Moab, Amón, Tiro y Sidón un mensaje por medio de los mensajeros que vienen a Jerusalén para ver a Sedequías, rey de Judá.

4 Entrégales este mensaje para sus señores: “Así dice elSeñorTodopoderoso, el Dios de Israel: ‘Decid a vuestros señores:

5 Yo, con mi gran poder y mi brazo poderoso, hice la tierra, y loshombresy los animales que están sobre ella, y puedo dárselos a quien me plazca.

6 Ahora mismo entrego todos estos países en manos de mi siervo Nabucodonosor, rey de Babilonia, y hasta las bestias del campo las he puesto bajo su poder.

7 Todas las naciones le servirán a él, y a su hijo y a su nieto, hasta que también a su país le llegue la hora y sea sometido por numerosas naciones y grandes reyes.

8 Y, si alguna nación o reino rehúsa someterse a Nabucodonosor, rey de Babilonia, y no dobla el cuello bajo el yugo del rey de Babilonia, yo castigaré a esa nación con espada, hambre y pestilencia, hasta que Nabucodonosor la destruya por completo —afirma elSeñor—.

9 »” ’Por tanto, no hagáis caso a vuestros profetas ni a vuestros adivinos, intérpretes de sueños, astrólogos y hechiceros, que os dicen que no os sometáis al rey de Babilonia.

10 Las mentiras que ellos os profetizan solo sirven para que os alejéis de vuestra propia tierra, y para que yo os expulse y muráis.

11 En cambio, a la nación que doble el cuello bajo el yugo del rey de Babilonia y se someta a él —afirma elSeñor—, yo la dejaré en su propia tierra para que la trabaje y viva en ella’ ”».

12 A Sedequías, rey de Judá, le dije lo mismo: «Doblad el cuello bajo el yugo del rey de Babilonia; someteos a él y a su pueblo, y seguiréis con vida.

13 ¿Para qué vais a morir tú y tu pueblo por la espada, el hambre y la pestilencia, tal como ha prometido elSeñora toda nación que no se someta al rey de Babilonia?

14 No hagáis caso a las palabras de los profetas que os dicen que no os sometáis al rey de Babilonia, porque lo que os profetizan son mentiras.

15 “¡Yo no los envié! —afirma elSeñor—. Ellos profetizan mentiras en minombre, que solo servirán para que yo os expulse, y muráis tanto vosotros como vuestros profetas”».

16 También les comuniqué a los sacerdotes y a todo el pueblo que así dice elSeñor:

«No hagáis caso a los profetas que os aseguran que muy pronto os serán devueltos de Babilonia los utensilios de la casa delSeñor. ¡Tales profecías son puras mentiras!

17 No les hagáis caso. Someteos al rey de Babilonia, y seguiréis con vida. ¿Por qué ha de convertirse en ruinas esta ciudad?

18 Si de veras son profetas y tienen palabra delSeñor, que le supliquen alSeñorTodopoderoso que no sean llevados a Babilonia los utensilios que aún quedan en la casa delSeñor, y en el palacio del rey de Judá y en Jerusalén.

19 »En cuanto a las columnas, la fuente de agua, las bases y los demás utensilios que quedaron en esta ciudad,

20 los cuales no se llevó Nabucodonosor, rey de Babilonia, cuando deportó de Jerusalén a Babilonia a Jeconíashijo de Joacim, rey de Judá, junto con todos los nobles de Judá y Jerusalén,

21 es decir, en cuanto a los utensilios que quedaron en la casa delSeñory en el palacio del rey de Judá y en Jerusalén, así dice elSeñorTodopoderoso, el Dios de Israel:

22 “Todo esto será llevado a Babilonia —afirma elSeñor—, y allí permanecerá hasta el día en que yo lo vaya a buscar y lo devuelva a este lugar”».

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Jeremías 28

Jananías, el falso profeta

1 En el quinto mes de ese mismo año cuarto, es decir, al comienzo del reinado de Sedequías, rey de Judá, el profeta Jananías hijo de Azur, que era de Gabaón, me dijo en la casa delSeñor, en presencia de los sacerdotes y de todo el pueblo:

2 ―Así dice elSeñorTodopoderoso, el Dios de Israel: “Voy a quebrar el yugo del rey de Babilonia.

3 Dentro de dos años devolveré a este lugar todos los utensilios que Nabucodonosor, rey de Babilonia, se llevó de la casa delSeñora Babilonia.

4 También haré que vuelvan a este lugar Jeconías hijo de Joacim, rey de Judá, y todos los que fueron deportados de Judá a Babilonia. ¡Voy a quebrar el yugo del rey de Babilonia! Yo, elSeñor, lo afirmo”.

5 En presencia de los sacerdotes y de todo el pueblo que estaba en la casa delSeñor, el profeta Jeremías le respondió al profeta Jananías:

6 ―¡Amén! Que así lo haga elSeñor. Que cumpla elSeñorlas palabras que has profetizado. Que devuelva a este lugar los utensilios de la casa delSeñory a todos los que fueron deportados a Babilonia.

7 Pero presta atención a lo que voy a deciros a ti y a todo el pueblo:

8 Los profetas que nos han precedido profetizaron guerra, hambre y pestilencia contra numerosas naciones y grandes reinos.

9 Pero a un profeta que anunciapazse le reconoce como profeta verdaderamente enviado por elSeñorsolo si se cumplen sus palabras.

10 Entonces el profeta Jananías tomó el yugo que estaba sobre el cuello del profeta Jeremías, y lo quebró.

11 Y dijo en presencia de todo el pueblo:

―Así dice elSeñor: “De esta manera voy a quebrar, dentro de dos años, el yugo de Nabucodonosor, rey de Babilonia, que pesa sobre el cuello de todas las naciones”.

El profeta Jeremías, por su parte, optó por seguir su camino.

12 Algún tiempo después de que el profeta Jananías quebrara el yugo que pesaba sobre el cuello de Jeremías, la palabra delSeñorvino a este profeta:

13 «Ve y adviértele a Jananías que así dice elSeñor: “Tú has quebrado un yugo de madera, pero yo haréen su lugar un yugo de hierro.

14 Porque así dice elSeñorTodopoderoso, el Dios de Israel: ‘Voy a poner un yugo de hierro sobre el cuello de todas estas naciones, para someterlas a Nabucodonosor, rey de Babilonia, y ellas se sujetarán a él. También a las bestias del campo las someteré a su poder’ ”».

15 Entonces el profeta Jeremías le dijo al profeta Jananías:

―Presta mucha atención. A pesar de que elSeñorno te ha enviado, tú has hecho que este pueblo confíe en una mentira.

16 Por eso, así dice elSeñor: “Voy a hacer que desaparezcas de la faz de la tierra. Puesto que has incitado a la rebelión contra elSeñor, este mismo año morirás”.

17 En efecto, el profeta Jananías murió en el mes séptimo de ese mismo año.

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Jeremías 29

Carta a los exiliados

1 Esta es la carta que el profeta Jeremías envió desde Jerusalén al resto de losancianosque estaban en el exilio, a los sacerdotes y los profetas, y a todo el pueblo que Nabucodonosor había desterrado de Jerusalén a Babilonia.

2 Esto sucedió después de que el rey Jeconías había salido de Jerusalén, junto con la reina madre, loseunucos, los jefes de Judá y de Jerusalén, los artesanos y los herreros.

3 La carta fue enviada por medio de Elasá hijo de Safán, y de Guemarías hijo de Jilquías, a quienes Sedequías, rey de Judá, había enviado al rey Nabucodonosor, rey de Babilonia. La carta decía:

4 Así dice elSeñorTodopoderoso, el Dios de Israel, a todos los que he deportado de Jerusalén a Babilonia:

5 «Construid casas y habitadlas; plantad huertos y comed de su fruto.

6 Casaos, y tened hijos e hijas; y casad a vuestros hijos e hijas, para que a su vez ellos os den nietos. Multiplicaos allá, y no disminuyáis.

7 Además, buscad elbienestarde la ciudad adonde os he deportado, y pedid alSeñorpor ella, porque vuestro bienestar depende del bienestar de la ciudad».

8 Así dice elSeñorTodopoderoso, el Dios de Israel: «No os dejéis engañar por los profetas ni por los adivinos que están entre vosotros. No hagáis caso de los sueños que ellos tienen.

9 Lo que ellos os profetizan en minombrees una mentira. Yo no los he enviado», afirma elSeñor.

10 Así dice elSeñor: «Cuando a Babilonia se le hayan cumplido los setenta años, yo os visitaré; y haré honor a mi promesa en vuestro favor, y os haré volver a este lugar.

11 Porque yo sé muy bien los planes que tengo para vosotros —afirma elSeñor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de daros un futuro y una esperanza.

12 Entonces me invocaréis, y vendréis a suplicarme, y yo os escucharé.

13 Me buscaréis y me encontraréis cuando me busquéis de todocorazón.

14 Me dejaré encontrar —afirma elSeñor—, y os haré volver del cautiverio.Yo os reuniré de todas las naciones y de todos los lugares adonde os haya dispersado, y os haré volver al lugar del cual os deporté», afirma elSeñor.

15 Podréis decir: «ElSeñornos ha dado profetas en Babilonia»,

16 pero esto es lo que dice elSeñoracerca del rey que ocupa el trono de David, y acerca de todo el pueblo que aún queda en esta ciudad, es decir, de vuestros hermanos que no fueron con vosotros al exilio.

17 Así dice elSeñorTodopoderoso: «Voy a mandar contra ellos la espada, el hambre y la pestilencia. Haré que sean como higos podridos, que de tan malos no se pueden comer.

18 Los perseguiré con espada, hambre y pestilencia, y haré que sean motivo de espanto para todos los reinos de la tierra, y que sean maldición y objeto de horror, de burla y de escarnio en todas las naciones por donde yo los disperse.

19 Porque no habéis escuchado las palabras que, una y otra vez, os envié por medio de mis siervos los profetas —afirma elSeñor—.

20 »Pero ahora todos vosotros los exiliados que hice deportar de Jerusalén a Babilonia, ¡obedeced mi palabra!»

21 Así dice elSeñorTodopoderoso, el Dios de Israel, acerca de Acab hijo de Colaías, y de Sedequías hijo de Maseías, que os profetizan una mentira en mi nombre: «Voy a entregarlos en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y él los matará ante vuestros propios ojos.

22 Por culpa de ellos, todos los deportados de Judá que están en Babilonia pronunciarán esta maldición: “Que haga elSeñorcontigo lo mismo que hizo con Sedequías y Acab, a quienes el rey de Babilonia asó en el fuego”.

23 Porque cometieron una infamia en Israel: adulteraron con la mujer de su prójimo y dijeron mentiras en mi nombre, cosas que jamás les ordené. Yo lo sé, y de eso soy testigo», afirma elSeñor.

Mensaje de Semaías

24 También a Semaías hijo de Nejelán le comunicarás

25 que así dice elSeñorTodopoderoso, el Dios de Israel: «Tú, en tu propio nombre, enviaste cartas a todo el pueblo que está en Jerusalén, al sacerdote Sofonías hijo de Maseías, y a todos los sacerdotes. En esas cartas decías:

26 “ElSeñorte ha puesto como sacerdote en lugar del sacerdote Joyadá, para que vigiles en la casa delSeñor. A todo loco que se haga pasar por profeta, lo pondrás en el cepo y en el calabozo.

27 ¿Por qué, pues, no has reprendido a Jeremías de Anatot, que entre vosotros se hace pasar por profeta?

28 Resulta que él nos envió un mensaje a Babilonia, el cual decía: ‘La deportación va a durar mucho tiempo; así que construid casas, y habitadlas; plantad huertos y comed de su fruto’ ”».

29 El sacerdote Sofonías leyó esta carta al profeta Jeremías.

30 Entonces vino a Jeremías la palabra delSeñor:

31 «Comunícales a todos los deportados que así dice elSeñoracerca de Semaías de Nejelán: “Puesto que Semaías os ha profetizado sin que yo lo haya enviado, y os ha hecho confiar en una mentira,

32 yo, elSeñor, castigaré a Semaías de Nejelán y a su descendencia, porque ha incitado al pueblo a rebelarse contra mí. Ninguno de su familia vivirá para contar el bien que le haré a mi pueblo”», afirma elSeñor.

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Jeremías 30

Restauración de Israel

1 La palabra delSeñorvino a Jeremías:

2 «Así dice elSeñor, el Dios de Israel: “Escribe en un libro todas las palabras que te he dicho.

3 Porque vienen días —afirma elSeñor— cuando yo haré volver del cautiverio ami pueblo Israel y Judá, y los traeré a la tierra que di a sus antepasados, y la poseerán”», afirma elSeñor.

4 Esto fue lo que elSeñorle dijo a Jeremías acerca de Israel y Judá:

5 «Así dice elSeñor:

»“Hemos escuchado un grito de espanto;

no haypaz, sino terror.

6 Preguntad y ved

si acaso los varones dan a luz.

¿Por qué, pues, veo a todos loshombres

con las manos sobre las caderas,

como mujeres con dolores de parto?

¿Por qué han palidecido

todos los rostros?

7 ¡Ay! Será un día terrible,

un día que no tiene parangón.

Será un tiempo de angustia para Jacob,

pero será librado de ella.

8 »”En aquel día —afirma elSeñorTodopoderoso—,

quebraré el yugo que mi pueblo lleva sobre el cuello,

romperé sus ataduras,

y ya no serán esclavos de extranjeros.

9 Servirán alSeñor, su Dios,

y a David, a quien pondré como su rey.

10 »”No temas, Jacob, siervo mío;

no te asustes, Israel

—afirma elSeñor—.

A ti, Jacob, te libraré de ese país lejano;

a tus descendientes los libraré del exilio.

Volverás a vivir en paz y tranquilidad,

y ya nadie te infundirá temor.

11 Porque yo estoy contigo para salvarte

—afirma elSeñor—.

Destruiré por completo a todas las naciones

entre las que te había dispersado.

Pero a ti no te destruiré del todo,

sino que te castigaré conjusticia;

¡de ninguna manera quedarás impune!”

12 »Así dice elSeñor:

»“Tu herida es incurable,

tu llaga no tiene remedio.

13 No hay quien defienda tu causa;

no hay remedio para tu mal

ni sanidad para tu enfermedad.

14 Todos tus amantes te han olvidado;

ya no se ocupan de ti.

Por causa de tu enorme iniquidad,

y por tus muchos pecados,

te he golpeado, te he corregido,

como lo haría un adversario cruel.

15 ¿Por qué te quejas de tus heridas,

si tu dolor es incurable?

Por causa de tu enorme iniquidad

y por tus muchos pecados,

yo te he tratado así.

16 »”Todos los que te devoren serán devorados;

todos tus enemigos serán deportados.

Todos los que te saqueen serán saqueados;

todos los que te despojen serán despojados.

17 Pero yo te restauraré

y sanaré tus heridas

—afirma elSeñor—

porque te han llamado la Desechada,

la pobreSión, la que a nadie le importa”.

18 »Así dice elSeñor:

»“Restauraré las fortunas de las tiendas de Jacob,

y tendré compasión de sus moradas;

la ciudad resurgirá sobre sus ruinas,

y el palacio se asentará en el lugar debido.

19 Surgirán de ellos cánticos de gratitud,

y gritos de alegría.

Multiplicaré su descendencia, y no disminuirá;

los honraré, y no serán menospreciados.

20 Sus hijos volverán a ser como antes;

ante mí será restablecida su comunidad,

pero castigaré a todos sus opresores.

21 De entre ellos surgirá su líder;

uno de ellos será su gobernante.

Lo acercaré hacia mí, y él estará a mi lado,

pues ¿quién arriesgaría su vida por acercarse a mí?

—afirma elSeñor—.

22 Vosotros sois mi pueblo,

y yo seré vuestro Dios”».

23 La tempestad delSeñor

ha estallado con furor;

una tempestad huracanada

se ha desatado sobre los malvados.

24 La ardiente ira delSeñorno pasará

hasta que haya realizado del todo

los propósitos de sucorazón.

Todo esto lo comprenderéis

al final de los tiempos.

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Jeremías 31

1 «En aquel tiempo —afirma elSeñor— seré el Dios de todas las familias de Israel, y ellos serán mi pueblo».

2 Así dice elSeñor:

«El pueblo que escapó de la espada

ha hallado gracia en el desierto;

Israel va en busca de su reposo».

3 Hace mucho tiempose me apareció elSeñory me dijo:

«Con amor eterno te he amado;

por eso te sigo con fidelidad,

4 oh virginal Israel.

Te edificaré de nuevo;

¡sí, serás reedificada!

De nuevo tomarás panderetas

y saldrás a bailar con alegría.

5 Volverás a plantar viñedos

en las colinas de Samaria,

y quienes los planten

gozarán de sus frutos

6 Vendrá un día en que los centinelas

gritarán por las colinas de Efraín:

“¡Venid, subamos aSión,

al monte delSeñor, nuestro Dios!”»

7 Así dice elSeñor:

«Cantad jubilosos en honor de Jacob;

gritad de alegría por la mejor de las naciones.

Haced oír vuestras alabanzas y clamad:

“Salva,Señor, a tu pueblo;

salva al remanente de Israel”.

8 Yo los traeré del país del norte;

los reuniré de los confines de la tierra.

¡Volverá una gran multitud!

Entre ellos vendrán ciegos y cojos,

embarazadas y parturientas.

9 Entre llantos vendrán,

y entre consuelos los conduciré.

Los guiaré a corrientes de agua

por un camino llano

en el que no tropezarán.

Yo soy el padre de Israel;

mi primogénito es Efraín.

10 »Naciones, escuchad la palabra delSeñor,

y anunciad en las costas más lejanas:

“El que dispersó a Israel lo reunirá;

lo cuidará como unpastora su rebaño”.

11 Porque elSeñorrescató a Jacob;

lo redimió de una mano más poderosa.

12 Vendrán y cantarán jubilosos en las alturas de Sión;

disfrutarán de las bondades delSeñor:

el trigo, el vino nuevo y el aceite,

las crías de las ovejas y las vacas.

Serán como un jardín bien regado,

y no volverán a desmayar.

13 Entonces las jóvenes danzarán con alegría,

y los jóvenes junto con los ancianos.

Convertiré su duelo en gozo, y los consolaré;

transformaré su dolor en alegría.

14 Colmaré de abundancia a los sacerdotes,

y saciaré con mis bienes a mi pueblo»,

afirma elSeñor.

15 Así dice elSeñor:

«Se oye un grito en Ramá,

lamentos y amargo llanto.

Es Raquel, que llora por sus hijos

y no quiere ser consolada;

¡sus hijos ya no existen!»

16 Así dice elSeñor:

«Reprime tu llanto,

las lágrimas de tus ojos,

pues tus obras tendrán su recompensa:

tus hijos volverán del país enemigo

—afirma elSeñor—.

17 Se vislumbra esperanza en tu futuro:

tus hijos volverán a su patria

—afirma elSeñor—.

18 »Por cierto, he escuchado el lamento de Efraín:

“Me has escarmentado como a un ternero sin domar,

y he aceptado tucorrección.

Hazme volver, y seré restaurado;

porque tú, mi Dios, eres elSeñor.

19 Yo me aparté, pero mearrepentí;

al comprenderlo me di golpes de pecho.

Me siento avergonzado y humillado

porque cargo con el oprobio de mi juventud”.

20 »¿Acaso no es Efraín mi hijo amado?

¿Acaso no es mi niño preferido?

Cada vez que lo reprendo,

vuelvo a acordarme de él.

Por él micorazónse conmueve;

por él siento mucha compasión

—afirma elSeñor—.

21 »Ponte señales en el camino,

coloca marcas por donde pasaste,

fíjate bien en el sendero.

¡Vuelve, virginal Israel;

vuelve a tus ciudades!

22 ¿Hasta cuándo andarás errante,

hija infiel?

ElSeñorcreará algo nuevo en la tierra,

la mujer regresará a su esposo».

23 Así dice elSeñorTodopoderoso, el Dios de Israel: «Cuando yo cambie su suerte, en la tierra de Judá y en sus ciudades volverá a decirse:

»“Montesanto, morada de justicia:

¡que elSeñorte bendiga!”

24 Allí habitarán juntos Judá y todas sus ciudades, los agricultores y los pastores de rebaños.

25 Daré de beber a los sedientos y saciaré a los que estén agotados».

26 En ese momento me desperté, y abrí los ojos. Había tenido un sueño agradable.

27 «Vienen días —afirma elSeñor— en que con la simiente dehombresy de animales sembraré el pueblo de Israel y la tribu de Judá.

28 Y así como he estado vigilándolos para arrancar y derribar, para destruir y demoler, y para traer calamidad, así también habré de vigilarlos para construir y plantar —afirma elSeñor—.

29 En aquellos días no volverá a decirse:

»“Los padres comieron uvas agrias,

y a los hijos les dio dentera”.

30 Al contrario, al que coma uvas agrias le dará dentera, es decir, que cada uno morirá por su propia iniquidad.

31 »Vienen días —afirma elSeñor— en que haré un nuevopactocon el pueblo de Israel y con la tribu de Judá.

32 No será un pacto como el que hice con sus antepasados el día en que los tomé de la mano y los saqué de Egipto, ya que ellos lo quebrantaron a pesar de que yo era su esposo —afirma elSeñor—.

33 »Este es el pacto que después de aquel tiempo haré con el pueblo de Israel —afirma elSeñor—: Pondré mileyen sumente, y la escribiré en sucorazón. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.

34 Ya no tendrá nadie que enseñar a su prójimo, ni dirá nadie a su hermano: “¡Conoce alSeñor!”, porque todos, desde el más pequeño hasta el más grande, me conocerán —afirma elSeñor—. Yo les perdonaré su iniquidad, y nunca más me acordaré de sus pecados».

35 Así dice elSeñor,

cuyonombrees elSeñorTodopoderoso,

quien estableció el sol para alumbrar el día,

y la luna y las estrellas para alumbrar la noche,

y agita el mar para que rujan sus olas:

36 «Si alguna vez fallaran estas leyes

—afirma elSeñor—,

entonces la descendencia de Israel

ya nunca más sería mi nación especial».

37 Así dice elSeñor:

«Si se pudieran medir los cielos en lo alto,

y en lo bajo explorar los cimientos de la tierra,

entonces yo rechazaría a la descendencia de Israel

por todo lo que ha hecho

—afirma elSeñor—.

38 »Vienen días —afirma elSeñor—, en que la ciudad delSeñorserá reconstruida, desde la torre de Jananel hasta la puerta de la Esquina.

39 El cordel para medir se extenderá en línea recta, desde allí hasta la colina de Gareb, y luego girará hacia Goa.

40 Y todo el valle donde se arrojan los cadáveres y las cenizas, y todos los campos, hasta el arroyo de Cedrón y hasta la puerta de los Caballos, en la esquina oriental, estarán consagrados alSeñor. ¡Nunca más la ciudad será arrancada ni derribada!»

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Jeremías 32

Parábola del terreno

1 Esta es la palabra delSeñor, que vino a Jeremías en el año décimo del reinado de Sedequías en Judá, es decir, en el año dieciocho de Nabucodonosor.

2 En aquel tiempo el ejército del rey de Babilonia mantuvo sitiada a Jerusalén, y el profeta Jeremías estuvo preso en el patio de la guardia del palacio real.

3 Sedequías, el rey de Judá, lo tenía preso y le reprochaba: «¿Por qué andas profetizando: “Así dice elSeñor”? Andas proclamando que elSeñordice: “Voy a entregar esta ciudad en manos del rey de Babilonia, y él la tomará;

4 y Sedequías, rey de Judá, no escapará de la mano de losbabilonios, sino que será entregado en manos del rey de Babilonia y tendrá que enfrentarse con él cara a cara”.

5 Además, dices que elSeñorafirma: “Nabucodonosor se llevará a Sedequías a Babilonia, y allí se quedará hasta que yo vuelva a ocuparme de él”, y también: “Si combatís contra los babilonios, no venceréis”».

6 Jeremías respondió: «La palabra delSeñorvino a mí,

7 y me dijo: “Janamel, hijo de tu tío Salún, vendrá a pedirte que le compres el campo que está en Anatot, pues tienes el derecho y la responsabilidad de comprarlo por ser el pariente más cercano”.

8 »En efecto, conforme a la palabra delSeñor, mi primo Janamel vino a verme en el patio de la guardia y me dijo: “Compra ahora mi campo que está en Anatot, en el territorio de Benjamín, ya que tú tienes el derecho y la responsabilidad de comprarlo por ser el pariente más cercano”. Entonces comprendí que esto era palabra delSeñor,

9 y le compré a mi primo Janamel el campo de Anatot por diecisiete monedasde plata.

10 Reuní a los testigos, firmé la escritura, la sellé y pagué el precio convenido.

11 Luego tomé la copia sellada y la copia abierta de la escritura con las condiciones de compra,

12 y se las entregué a Baruc, hijo de Nerías y nieto de Maseías, en presencia de Janamel, de los testigos que habían firmado la escritura y de todos los judíos que estaban sentados en el patio de la guardia.

13 Con ellos como testigos, le ordené a Baruc:

14 “Así dice elSeñorTodopoderoso, el Dios de Israel: ‘Toma la copia sellada y la copia abierta de esta escritura, y guárdalas en una vasija de barro para que se conserven mucho tiempo’.

15 Porque así dice elSeñorTodopoderoso, el Dios de Israel: ‘De nuevo volverán a comprarse casas, campos y viñedos en esta tierra’ ”.

16 »Después de entregarle la escritura a Baruc hijo de Nerías, oré alSeñor:

17 »¡Ah,Señormi Dios! Tú, con tu gran fuerza y tu brazo poderoso, has hecho los cielos y la tierra. Para ti no hay nada imposible.

18 Muestras tu fiel amor a multitud de generaciones, pero también castigas a los hijos por la iniquidad de sus antepasados. ¡Oh Dios grande y fuerte, tunombrees elSeñorTodopoderoso!

19 Tus proyectos son grandiosos, y magníficas tus obras. Tus ojos observan todo lo que hace lahumanidadpara dar a cada uno lo que merece, según su conducta y los frutos de sus acciones.

20 Tú hiciste milagros y prodigios en la tierra de Egipto, y hasta el día de hoy los sigues haciendo, tanto en Israel como en todo el mundo; así te has conquistado la fama que hoy tienes.

21 Tú, con gran despliegue de poder, y con milagros, prodigios y gran terror, sacaste de Egipto a tu pueblo.

22 Le diste a Israel esta tierra, donde abundan la leche y la miel, tal como se lo habías jurado a sus antepasados.

23 Pero, cuando entraron y tomaron posesión de ella, no te obedecieron ni acataron tuley, ni tampoco hicieron lo que les habías ordenado. Por eso les enviaste toda esta desgracia.

24 Ahora las rampas de ataque han llegado hasta la ciudad para conquistarla. A causa de la espada, el hambre y la pestilencia, la ciudad caerá en manos de los babilonios que la atacan.Señor, todo lo que habías anunciado se está cumpliendo, y tú mismo lo estás viendo.

25 Señormi Dios, a pesar de que la ciudad caerá en manos de los babilonios, tú me has dicho: “Cómprate el campo al contado en presencia de testigos”».

26 Entonces vino la palabra delSeñora Jeremías:

27 «Yo soy elSeñor, Dios de toda la humanidad. ¿Hay algo imposible para mí?

28 Por eso, así dice elSeñor: Voy a entregar esta ciudad en manos de los babilonios y de Nabucodonosor, su rey, y él la capturará.

29 Y los babilonios que ataquen esta ciudad entrarán en ella y le prenderán fuego, así como a las casas en cuyas azoteas se quemaba incienso aBaaly, para provocarme a ira, se derramaban libaciones a otros dioses.

30 Porque desde su juventud el pueblo de Israel y el de Judá no han hecho sino lo malo delante de mí. El pueblo de Israel no ha dejado de provocarme a ira con la obra de sus manos —afirma elSeñor—.

31 Desde el día en que construyeron esta ciudad hasta hoy, ella ha sido para mí motivo de ira y de furor. Por eso la quitaré de mi presencia,

32 por todo el mal que han cometido los pueblos de Israel y de Judá: ellos, sus reyes, sus jefes, sus sacerdotes y sus profetas, todos los habitantes de Judá y de Jerusalén.

33 Ellos no me miraron de frente, sino que me dieron la espalda. Y, aunque una y otra vez les enseñaba, no escuchaban ni aceptabancorrección.

34 Colocaban sus ídolos abominables en la casa que lleva mi nombre, y así la profanaban.

35 También construían altares a Baal en el valle de Ben Hinón, para pasar por el fuego a sus hijos e hijas en sacrificio a Moloc, cosa detestable que yo no les había ordenado, y que ni siquiera se me había ocurrido. De este modo hacían pecar a Judá.

36 »Por tanto, así dice elSeñor, Dios de Israel, acerca de esta ciudad que, según vosotros, caerá en manos del rey de Babilonia por la espada, el hambre y la pestilencia:

37 Voy a reunirlos de todos los países adonde en mi ira, furor y terrible enojo los dispersé, y los haré volver a este lugar para que vivan seguros.

38 Ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios.

39 Haré que haya coherencia entre su pensamiento y su conducta, a fin de que siempre me teman, para su propio bien y el de sus hijos.

40 Haré con ellos unpactoeterno: Nunca dejaré de estar con ellos para mostrarles mi favor; pondré mi temor en sus corazones, y así no se apartarán de mí.

41 Me regocijaré en favorecerlos, y con todo micorazóny con toda mialmalos plantaré firmemente en esta tierra.

42 »Así dice elSeñor: Tal como traje esta gran calamidad sobre este pueblo, yo mismo voy a traer sobre ellos todo el bien que les he prometido.

43 Se comprarán campos en esta tierra, de la cual vosotros decís: “Es una tierra desolada, sin gente ni animales, porque fue entregada en manos de los babilonios”.

44 En la tierra de Benjamín y en los alrededores de Jerusalén, en las ciudades de Judá, de la región montañosa, de la llanura y del Néguev, se comprarán campos por dinero, se firmarán escrituras y se sellarán ante testigos —afirma elSeñor—, porque yo cambiaré su suerte».

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Jeremías 33

Promesas de restauración

1 La palabra delSeñorvino a Jeremías por segunda vez, cuando este aún se hallaba preso en el patio de la guardia:

2 «Así dice aquel cuyonombrees elSeñor, el que hizo la tierra, y la formó y la estableció con firmeza:

3 “Clama a mí y te responderé, y te daré a conocer cosas grandes y ocultas que tú no sabes”.

4 Porque así dice elSeñor, Dios de Israel, acerca de las casas de esta ciudad y de los palacios de los reyes de Judá, que van a ser derribados para levantar defensas contra la espada y contra las rampas de asalto:

5 “Losbabiloniosvienen para atacar la ciudad y llenarla de cadáveres. En mi ira y furor he ocultado mi rostro de esta ciudad; la heriré de muerte a causa de todas sus maldades.

6 »”Sin embargo, les daré salud y los curaré; los sanaré y haré que disfruten de abundantepazy seguridad.

7 Cambiaré la suerte de Judá y de Israel, y los reconstruiré como al principio.

8 Lospurificaréde todas las iniquidades que cometieron contra mí; les perdonaré todos los pecados con que se rebelaron contra mí.

9 Jerusalén será para mí motivo de gozo, y de alabanza y de gloria a la vista de todas las naciones de la tierra. Se enterarán de todo el bien que yo le hago, y temerán y temblarán por todo el bienestar y toda la paz que yo le ofrezco”.

10 »Así dice elSeñor: “Vosotros decís que este lugar está en ruinas, sin gente ni animales. Sin embargo, en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, que están desoladas y sin gente ni animales, se oirá de nuevo

11 el grito de gozo y alegría, el canto del novio y de la novia, y la voz de los que traen a la casa delSeñorofrendas de acción de gracias y cantan:

»” ‘Dad gracias alSeñorTodopoderoso,

porque elSeñores bueno,

porque su amor es eterno’.

Yo cambiaré la suerte de este país —afirma elSeñor—, y volverá a ser como al principio”.

12 »Así dice elSeñorTodopoderoso: “En este lugar que está en ruinas, sin gente ni animales, y en todas sus ciudades, de nuevo habrá pastos en donde lospastoresharán descansar a sus rebaños.

13 En las ciudades de la región montañosa, de la llanura y del Néguev, en el territorio de Benjamín, en los alrededores de Jerusalén y en las ciudades de Judá, las ovejas volverán a ser contadas por los pastores —dice elSeñor—.

14 »”Llegarán días —afirma elSeñor—, en que cumpliré la promesa de bendición que hice al pueblo de Israel y a la tribu de Judá.

15 »”En aquellos días, y en aquel tiempo,

haré que brote de David un renuevo justo,

y él practicará la justicia y el derecho en el país.

16 En aquellos días Judá estará a salvo,

y Jerusalén morará segura.

Y será llamada así:

‘ElSeñores nuestrajusticia’ ”.

17 Porque así dice elSeñor: “Nunca le faltará a David un descendiente que ocupe el trono del pueblo de Israel.

18 Tampoco a los sacerdotes levitas les faltará un descendiente que en mi presencia ofrezcaholocausto, queme ofrendas de grano y presente sacrificios todos los días”».

19 La palabra delSeñorvino a Jeremías:

20 «Así dice elSeñor: “Si vosotros pudierais romper mipactocon el día y mi pacto con la noche, de modo que el día y la noche no llegaran a su debido tiempo,

21 también podríais romper mi pacto con mi siervo David, que no tendría un sucesor que ocupara su trono, y con los sacerdotes levitas, que son mis ministros.

22 Yo multiplicaré la descendencia de mi siervo David, y la de los levitas, mis ministros, como las incontables estrellas del cielo y los granos de arena del mar”».

23 La palabra delSeñorvino a Jeremías:

24 «¿No te has dado cuenta de que esta gente afirma que yo, elSeñor, he rechazado a los dos reinos que había escogido? Con esto desprecian a mi pueblo, y ya no lo consideran una nación.

25 Así dice elSeñor: “Si yo no hubiera establecido mi pacto con el día ni con la noche, ni hubiera fijado las leyes que rigen el cielo y la tierra,

26 entonces habría rechazado a los descendientes de Jacob y de mi siervo David, y no habría escogido a uno de su estirpe para gobernar sobre la descendencia de Abraham, Isaac y Jacob. ¡Pero yo cambiaré su suerte y tendré compasión de ellos!”»

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Jeremías 34

Advertencia al rey Sedequías

1 La palabra delSeñorvino a Jeremías cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, estaba atacando a Jerusalén y a sus ciudades vecinas con todo su ejército y con todos los reinos y pueblos de la tierra regidos por él:

2 «Así dice elSeñor, el Dios de Israel: “Ve y adviértele a Sedequías, rey de Judá, que así dice elSeñor: ‘Voy a entregar esta ciudad en manos del rey de Babilonia, quien la incendiará.

3 Y tú no te escaparás de su poder, porque ciertamente serás capturado y entregado en sus manos. Tus ojos verán los ojos del rey de Babilonia, y él te hablará cara a cara, y serás llevado a Babilonia’.

4 »”No obstante, Sedequías, rey de Judá, escucha la promesa delSeñorpara ti. Así dice elSeñor: ‘Tú no morirás a filo de espada,

5 sino enpaz’. También afirma elSeñor: ‘Yo te prometo que, así como los reyes de antaño que te precedieron quemaron especias por tus antepasados, así también lo harán en tu funeral, lamentándose por ti y clamando: ¡Ay, señor!’ ”»

6 El profeta Jeremías dijo todo esto a Sedequías, rey de Judá, en Jerusalén.

7 Mientras tanto, el ejército del rey de Babilonia estaba combatiendo contra Jerusalén y contra las ciudades de Judá que aún quedaban, es decir, Laquis y Azeca, que eran las únicas ciudades fortificadas.

Liberación para los esclavos

8 La palabra delSeñorvino a Jeremías después de que el rey Sedequías hizo un pacto con todo el pueblo de Jerusalén para dejar libres a los esclavos.

9 El acuerdo estipulaba que cada israelita debía dejar libre a sus esclavas y esclavos hebreos, y que nadie debía esclavizar a un compatriota judío.

10 Todo el pueblo y los jefes que habían hecho el acuerdo liberaron a sus esclavos, de manera que nadie quedaba obligado a servirlos.

11 Pero después se retractaron y volvieron a someter a esclavitud a los que habían liberado.

12 Una vez más la palabra delSeñorvino a Jeremías:

13 «Así dice elSeñor, el Dios de Israel: “Yo hice unpactocon vuestros antepasados cuando los saqué de Egipto, lugar de esclavitud. Les ordené

14 que cada siete años liberaran a todo esclavo hebreo que se hubiera vendido a sí mismo a ellos. Después de haber servido como esclavo durante seis años, debía ser liberado.Pero vuestros antepasados no me obedecieron ni me hicieron caso.

15 Vosotros, en cambio, al proclamar la libertad de vuestro prójimo, os habíais convertido y habíais hecho lo que yo apruebo. Además, os habíais comprometido con un pacto en mi presencia, en la casa que lleva minombre.

16 Pero ahora os habéis vuelto atrás y habéis profanado mi nombre. Cada uno ha obligado a sus esclavas y esclavos que había liberado a someterse de nuevo a la esclavitud”.

17 »Por tanto, así dice elSeñor: “No me habéis obedecido, pues no habéis dejado en libertad a vuestros hermanos. Por tanto, yo proclamo contra vosotros una liberación —afirma elSeñor—: dejaré en libertad a la guerra, la pestilencia y el hambre para que lo que os pase a vosotros sirva de escarmiento para todos los reinos de la tierra.

18 Puesto que han violado mi pacto, y no han cumplido las estipulaciones del pacto que acordaron en mi presencia, los trataré como al novillo que cortaron en dos, y entre cuyos pedazos pasaron para rubricar el pacto.

19 A los jefes de Judá y de Jerusalén, y a los oficiales de la corte y a los sacerdotes, y a todos los que pasaron entre los pedazos del novillo,

20 los entregaré en manos de sus enemigos, que atentan contra su vida, y sus cadáveres servirán de alimento a las aves de rapiña y a las fieras del campo.

21 »”A Sedequías, rey de Judá, y a sus jefes, los entregaré en manos de sus enemigos, que atentan contra sus vidas, es decir, en poder del ejército del rey de Babilonia, que por el momento se ha replegado.

22 Voy a dar una orden —afirma elSeñor—, y los haré volver a esta ciudad. La atacarán y, después de tomarla, la incendiarán. Dejaré a las ciudades de Judá en total desolación, sin habitantes”».

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Jeremías

Jeremías 35

El ejemplo de los recabitas

1 La palabra delSeñorvino a mí, Jeremías, en los días de Joacim hijo de Josías, rey de Judá:

2 «Ve a la familia de los recabitas, e invítalos para que vengan a una de las salas de la casa delSeñor, y ofréceles vino».

3 Entonces fui a buscar a Jazanías, hijo de mi tocayo Jeremías y nieto de Jabasinías, y a sus hermanos y a todos sus hijos, y a toda la familia de los recabitas.

4 Los llevé a la casa delSeñor, a la sala de los hijos de Janán hijo de Igdalías, hombre de Dios. Esta sala se encontraba junto a la de los jefes, que a su vez estaba encima de la de Maseías hijo de Salún, guardián del umbral.

5 Les serví a los recabitas jarras y copas llenas de vino, y les dije: «¡Bebed!»

6 Ellos me respondieron: «Nosotros no bebemos vino, porque Jonadab hijo de Recab, nuestro antepasado, nos ordenó lo siguiente: “Nunca bebáis vino, ni vosotros ni vuestros descendientes.

7 Tampoco edifiquéis casas, ni sembréis semillas, ni plantéis viñedos, ni poseáis ninguna de estas cosas. Habitad siempre en tiendas de campaña, para que viváis mucho tiempo en esta tierra donde sois extranjeros”.

8 Nosotros obedecemos todo lo que nos ordenó Jonadab hijo de Recab, nuestro antepasado. Nunca bebemos vino, ni tampoco lo hacen nuestras mujeres ni nuestros hijos.

9 No edificamos casas para habitarlas; no poseemos viñedos ni campos sembrados.

10 Vivimos en tiendas de campaña y obedecemos todo lo que nos ordenó Jonadab, nuestro antepasado.

11 Pero, cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, invadió esta tierra, dijimos: “Vámonos a Jerusalén, para escapar del ejércitobabilonioy del ejércitosirio”. Por eso ahora vivimos en Jerusalén».

12 Entonces la palabra delSeñorvino a Jeremías:

13 «Así dice elSeñorTodopoderoso, el Dios de Israel: “Ve y dile a toda la gente de Judá y Jerusalén: ¿No podéis aprender esta lección, y obedecer mis palabras? —afirma elSeñor—.

14 Los descendientes de Jonadab hijo de Recab han cumplido con la orden de no beber vino, y hasta el día de hoy no lo beben porque obedecen lo que su antepasado les ordenó. En cambio vosotros, aunque yo os he hablado en repetidas ocasiones, no me habéis hecho caso.

15 Además, no he dejado de enviaros a mis siervos, los profetas, para deciros: ‘Convertíos ya de vuestro malcamino, enmendad vuestras acciones y no sigáis a otros dioses para servirlos; entonces habitaréis en la tierra que yo os he dado a vosotros y a vuestros antepasados’. Pero no me habéis prestado atención; no me habéis hecho caso.

16 Los descendientes de Jonadab hijo de Recab cumplieron la orden dada por su antepasado; en cambio, este pueblo no me obedece”.

17 »Por eso, así dice elSeñorDios Todopoderoso, el Dios de Israel: “Voy a enviar contra Judá y contra todos los habitantes de Jerusalén todas las calamidades que ya les he anunciado, porque les hablé y no me obedecieron; los llamé y no me respondieron”».

18 Jeremías también les dijo a los recabitas: «Así dice elSeñorTodopoderoso, el Dios de Israel: “Por cuanto habéis obedecido las órdenes de Jonadab, vuestro antepasado, y habéis cumplido con todos sus mandamientos y habéis hecho todo lo que él os ordenó,

19 así dice elSeñorTodopoderoso, el Dios de Israel: ‘Nunca le faltará a Jonadab hijo de Recab un descendiente que esté a mi servicio todos los días’ ”».