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2 Crónicas 11

1 Roboán llegó a Jerusalén y movilizó a las familias de Judá y de Benjamín, ciento ochenta mil guerreros selectos en total, para hacer la guerra contra Israel y así recuperar el reino.

2 Pero la palabra delSeñorvino a Semaías, hombre de Dios, y le dio este mensaje:

3 «Diles a Roboán hijo de Salomón, rey de Judá, y a todos los israelitas que están en Judá y en Benjamín,

4 que así dice elSeñor: “No vayáis a luchar contra vuestros hermanos. Regrese cada uno a su casa, porque es mi voluntad que esto haya sucedido”». Y ellos obedecieron las palabras delSeñory desistieron de marchar contra Jeroboán.

Roboán fortifica las ciudades de Judá

5 Roboán se estableció en Jerusalén y fortificó las siguientes ciudades de Judá:

6 Belén, Etam, Tecoa,

7 Betsur, Soco, Adulán,

8 Gat, Maresá, Zif,

9 Adorayin, Laquis, Azeca,

10 Zora, Ayalón y Hebrón. Estas ciudades fueron fortificadas en Judá y en Benjamín.

11 Roboán nombró gobernantes, reforzó las fortificaciones, almacenó en ellas víveres, aceite y vino,

12 y las armó a todas con escudos y lanzas. Así fortificó completamente todas las ciudades y quedó en posesión de Judá y de Benjamín.

Los sacerdotes y los levitas apoyan a Roboán

13 De todas las regiones de Israel llegaron sacerdotes y levitas para unirse a Roboán.

14 Los levitas abandonaron sus campos de pastoreo y demás posesiones para irse a Judá y a Jerusalén, ya que Jeroboán y sus hijos les habían impedido ejercer el sacerdocio delSeñor.

15 En su lugar, Jeroboán había nombrado sacerdotes para lossantuarios paganosy para el culto a los machos cabríos y a los becerros que había mandado hacer.

16 Tras los levitas se fue gente de todas las tribus de Israel que con todo elcorazónbuscaba alSeñor, Dios de Israel. Llegaron a Jerusalén para ofrecer sacrificios alSeñor, Dios de sus antepasados.

17 Así consolidaron el reino de Judá, y durante tres años apoyaron a Roboán hijo de Salomón y siguieron el buen ejemplo de David y Salomón.

Esposas e hijos de Roboán

18 Roboán se casó con Majalat hija de Jerimot, el hijo de David y de Abijaíl, hija de Eliab y nieta de Isaí.

19 Los hijos que ella le dio fueron Jeús, Semarías y Zaján.

20 Después se casó con Macá hija de Absalón. Los hijos que ella le dio fueron Abías, Atay, Ziza y Selomit.

21 Roboán amó a Macá hija de Absalón más que a sus otras esposas y concubinas. En total, tuvo dieciocho esposas y sesenta concubinas, y fue padre de veintiocho hijos y de sesenta hijas.

22 Roboán puso como príncipe heredero entre sus hermanos a Abías hijo de Macá, pues tenía la intención de hacerlo rey.

23 Y actuó con astucia, pues a sus otros hijos les dio víveres en abundancia, les consiguió muchas esposas y los dispersó por todo el territorio de Judá y de Benjamín y por todas las ciudades fortificadas.

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2 Crónicas 12

Sisac invade Jerusalén

1 Después de que Roboán consolidó su reino y se afirmó en el trono, él y todo Israel abandonaron laley delSeñor

2 y le fueron infieles. Por eso, en el quinto año del reinado de Roboán, Sisac, rey de Egipto, atacó Jerusalén.

3 Con mil doscientos carros de combate, sesenta mil jinetes y una innumerable multitud de libios, suquíes ycusitasprocedentes de Egipto,

4 Sisac conquistó las ciudades fortificadas de Judá y llegó hasta Jerusalén.

5 Entonces el profeta Semaías se presentó ante Roboán y los jefes de Judá que por miedo a Sisac se habían reunido en Jerusalén, y les dijo:

―Así dice elSeñor: “Como vosotros me abandonasteis, ahora yo también os abandono, para que caigáis en manos de Sisac”.

6 Los jefes israelitas y el rey confesaron con humildad:

―¡ElSeñores justo!

7 Cuando elSeñorvio que se habían humillado, le habló nuevamente a Semaías y le dijo: «Puesto que han mostrado humildad, ya no voy a destruirlos; dentro de poco tiempo los libraré. No voy a permitir que Sisac ejecute mi castigo sobre Jerusalén,

8 aunque sí dejaré que los someta a su dominio, para que aprendan la diferencia que hay entre servirme a mí y servir a los reyes de otros países».

9 Sisac, rey de Egipto, atacó Jerusalén y se llevó los tesoros del templo delSeñory del palacio real. Se lo llevó todo, aun los escudos de oro que Salomón había hecho.

10 Para reemplazarlos, el rey Roboán mandó hacer escudos de bronce y los puso al cuidado de los jefes de la guardia que custodiaba la entrada del palacio real.

11 Siempre que el rey iba al templo delSeñor, los guardias lo acompañaban portando los escudos, pero luego los devolvían a la sala de los centinelas.

12 Por haberse humillado Roboán, y porque aún quedaba algo bueno en Judá, elSeñorapartó su ira de él y no lo destruyó por completo,

13 así que el rey Roboán afirmó su trono y continuó reinando en Jerusalén. Su madre era una amonita llamada Noamá.

Roboán tenía cuarenta y un años cuando ascendió al trono, y reinó diecisiete años en Jerusalén, la ciudad donde, de entre todas las tribus de Israel, elSeñorhabía decidido habitar.

14 Pero Roboán actuó mal, porque no tuvo el firme propósito de buscar alSeñor.

15 Los acontecimientos del reinado de Roboán, desde el primero hasta el último, incluyendo las constantes guerras que hubo entre Jeroboán y él, están escritos en las crónicas del profeta Semaías y del vidente Idó.

16 Cuando Roboán murió, fue sepultado en la Ciudad de David. Y su hijo Abías le sucedió en el trono.

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2 Crónicas 13

Abías, rey de Judá

1 En el año dieciocho del reinado de Jeroboán, Abías ascendió al trono de Judá

2 y reinó en Jerusalén tres años. Su madre era Micaías, hija de Uriel de Guibeá.

Hubo guerra entre Abías y Jeroboán.

3 Para ir al combate, Abías escogió a cuatrocientos mil guerreros valientes; Jeroboán, por su parte, escogió a ochocientos mil y le hizo frente.

4 Abías subió al monte Zemarayin, en la sierra de Efraín, y gritó: «¡Jeroboán! ¡Israelitas! ¡Escuchadme todos!

5 ¿No sabéis que elSeñor, Dios de Israel, concedió para siempre el reino de Israel a David y a sus descendientes mediante unpactoinalterable?

6 Sin embargo, Jeroboán hijo de Nabat, oficial de Salomón hijo de David, se rebeló contra su señor.

7 Unos hombres ociosos y malvados se unieron a Roboán hijo de Salomón, cuando este era joven y débil de carácter, y se le impusieron, de modo que no pudo hacerles frente.

8 »Vosotros pensáis que ahora, por ser muy numerosos y por tener los becerros de oro, esos ídolos que Jeroboán os hizo, podéis oponeros al reino delSeñor, aunque él se lo ha entregado a los hijos de David.

9 ¡Hasta expulsasteis a los descendientes de Aarón, que son los sacerdotes delSeñor, y a los levitas! En su lugar habéis nombrado sacerdotes, y a cualquiera que trae un ternero y siete carneros lo consagráis como sacerdote de los dioses falsos, tal como lo hacen los pueblospaganos.

10 »Nosotros, en cambio, no hemos abandonado alSeñor, porque él es nuestro Dios. Los descendientes de Aarón siguen siendo nuestros sacerdotes que sirven alSeñor, y los levitas son los encargados del culto.

11 Todos los días, por la mañana y por la tarde, ofrecen alSeñorlosholocaustosy queman el incienso; además, todas las tardes colocan el pan consagrado sobre la mesa de oro puro, y encienden las lámparas del candelabro de oro. Daos cuenta de que nosotros sí mantenemos el culto alSeñornuestro Dios, a quien vosotros habéis abandonado.

12 Así que Dios, con sus sacerdotes, va al frente de nosotros. ¡Las trompetas están listas para dar la orden de ataque contra vosotros! ¡Israelitas, no peleéis contra elSeñor, Dios de vuestros antepasados, pues no podréis vencerlo!»

13 Para tenderle una emboscada a Abías, Jeroboán situó parte de sus tropas detrás del ejército de Judá, mientras que al resto de sus tropas lo mandó al frente.

14 Cuando los de Judá miraron hacia atrás, se dieron cuenta de que los israelitas los atacaban también por la retaguardia. Entonces clamaron alSeñor, y los sacerdotes tocaron las trompetas.

15 En el momento en que los de Judá lanzaron el grito de guerra, Dios derrotó a Jeroboán y a los israelitas, dándoles lavictoriaa Abías y Judá.

16 Los israelitas intentaron huir, pero Dios los entregó al poder de Judá.

17 Abías y su ejército les ocasionaron una gran derrota, matando a quinientos mil soldados selectos de Israel.

18 En esa ocasión fueron humillados los israelitas, mientras que los de Judá salieron victoriosos porque confiaron en elSeñor, Dios de sus antepasados.

19 Abías persiguió a Jeroboán y le arrebató las ciudades de Betel, Jesaná y Efraín, con sus respectivas aldeas.

20 Durante el reinado de Abías, Jeroboán no pudo recuperar su poderío. Al final, elSeñorlo hirió, y Jeroboán murió.

21 Abías, en cambio, siguió afirmándose en el trono. Tuvo catorce esposas, veintidós hijos y dieciséis hijas.

22 Los demás acontecimientos del reinado de Abías, y su conducta y sus obras,están escritos en el comentario del profeta Idó.

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2 Crónicas 14

1 Abías murió y fue sepultado en la Ciudad de David, y su hijo Asá le sucedió en el trono. Durante su reinado, el país disfrutó de diez años depaz.

Asá, rey de Judá

2 Asá hizo lo que era bueno y agradable ante elSeñorsu Dios.

3 Se deshizo de los altares ysantuarios paganos, destrozó las piedras sagradas y derribó las imágenes de la diosaAserá.

4 Además, ordenó a los habitantes de Judá que acudieran alSeñor, Dios de sus antepasados, y que obedecieran suleyy sus mandamientos.

5 De este modo, Asá se deshizo de los santuarios paganos y de los altares de incienso que había en todas las ciudades de Judá, y durante su reinado hubo tranquilidad.

6 Asá construyó en Judá ciudades fortificadas, pues durante esos años elSeñorle dio descanso, y el país disfrutó depazy no estuvo en guerra con nadie.

7 Asá les dijo a los de Judá: «Reconstruyamos esas ciudades, y levantemos a su alrededor murallas con torres,puertasy cerrojos. El país todavía es nuestro, porque hemos buscado alSeñornuestro Dios; como lo hemos buscado, él nos ha concedido estar en paz con nuestros vecinos». Y tuvieron mucho éxito en la reconstrucción de las ciudades.

8 Asá contaba con un ejército de trescientos mil soldados de Judá, los cuales portaban lanzas y escudos grandes, y de doscientos ochenta mil benjaminitas, los cuales portaban arcos y escudos pequeños. Todos ellos eran guerreros valientes.

9 Zera elcusitamarchó contra ellos al frente de un ejército de un millón de soldados y trescientos carros de guerra, y llegó hasta Maresá.

10 Asá le salió al encuentro en el valle de Sefata, y tomó posiciones cerca de Maresá.

11 Allí Asá invocó alSeñorsu Dios y le dijo: «Señor, solo tú puedes ayudar al débil y al poderoso. ¡Ayúdanos,Señory Dios nuestro, porque en ti confiamos, y en tunombrehemos venido contra esta multitud! ¡Tú,Señor, eres nuestro Dios! ¡No permitas que ningúnmortalse alce contra ti!»

12 ElSeñorderrotó a los cusitas cuando estos lucharon contra Asá y Judá. Los cusitas huyeron,

13 pero Asá y su ejército los persiguieron hasta Guerar. Allí cayeron los cusitas, y ni uno de ellos quedó con vida, porque elSeñory su ejército los aniquilaron. Los de Judá se llevaron un enorme botín,

14 luego atacaron todas las ciudades que había alrededor de Guerar, las cuales estaban llenas de pánico ante elSeñor, y las saquearon, pues había en ellas un gran botín.

15 Además, atacaron los campamentos, donde había mucho ganado, y se llevaron una gran cantidad de ovejas y camellos. Después de eso, regresaron a Jerusalén.

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2 Crónicas 15

Reformas de Asá

1 El Espíritu de Dios vino sobre Azarías hijo de Oded,

2 y este salió al encuentro de Asá y le dijo: «Asá, y gente de Judá y de Benjamín, ¡escuchadme! ElSeñorestará con vosotros, siempre y cuando vosotros estéis con él. Si lo buscáis, él dejará que lo halléis; pero, si lo abandonáis, él os abandonará.

3 Por mucho tiempo Israel estuvo sin el Dios verdadero y sin instrucción,pues no había sacerdote que le enseñara.

4 Pero, cuando en su tribulación se volvieron alSeñor, Dios de Israel, y lo buscaron, él les permitió que lo hallaran.

5 En aquellos tiempos no había seguridad para ningún viajero, sino que los habitantes de todos los países sufrían grandes calamidades.

6 Las naciones y las ciudades se destrozaban unas a otras, porque Dios las castigaba con toda clase de calamidades.

7 Pero, vosotros, ¡manteneos firmes y no bajéis la guardia, porque vuestras obras serán recompensadas!»

8 Cuando Asá oyó este mensaje del profeta Azarías hijo de Oded,se animó a eliminar los detestables ídolos que había en todo el territorio de Judá y Benjamín, y en las ciudades que había conquistado en los montes de Efraín. Además, restauró el altar delSeñorque estaba frente al atrio del templo delSeñor.

9 Después convocó a los habitantes de Judá y de Benjamín, como también a los de Efraín, Manasés y Simeón que vivían entre ellos, pues muchos israelitas se habían unido a Asá, al ver que elSeñorsu Dios estaba con él.

10 Se reunieron en Jerusalén en el mes tercero del año quince del reinado de Asá.

11 Ese día ofrecieron alSeñorsetecientos bueyes y siete mil ovejas del botín que habían tomado.

12 Luego hicieron unpacto, mediante el cual se comprometieron a buscar de todocorazóny con toda elalmaalSeñor, Dios de sus antepasados.

13 Al que no buscara alSeñor, Dios de Israel, se le castigaría con la muerte, fuera grande o pequeño, hombre o mujer.

14 Así lo juraron ante elSeñor, en voz alta y en medio de gritos y toques de trompetas y de cuernos.

15 Todos los de Judá se alegraron de haber hecho este juramento, porque lo habían hecho de todo corazón y habían buscado alSeñorcon voluntad sincera, y él se había dejado hallar de ellos y les había concedido vivir enpazcon las naciones vecinas.

16 Además, el rey Asá destituyó a su abuela Macá de su puesto como reina madre, porque ella había hecho una escandalosa imagen de la diosaAserá. Asá derribó la imagen, la redujo a polvo y la quemó en el arroyo de Cedrón.

17 Aunque no quitó de Israel lossantuarios paganos, Asá se mantuvo siempre fiel alSeñor,

18 y llevó al templo de Dios el oro, la plata y los utensilios que él y su padre habían consagrado.

19 Durante los primeros treinta y cinco años del reinado de Asá no hubo guerra.

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2 Crónicas 16

Pacto de Asá con Ben Adad

1 En el año treinta y seis del reinado de Asá, Basá, rey de Israel, atacó a Judá y fortificó Ramá para aislar totalmente a Asá, rey de Judá.

2 Entonces Asá sacó plata y oro de los tesoros del templo delSeñory del palacio real, y se los envió a Ben Adad, rey deSiria, que gobernaba en Damasco. También le envió este mensaje:

3 «Hagamos un pacto entre tú y yo, como el que hicieron tu padre y el mío. Aquí te envío oro y plata. Anula tu pacto con Basá, rey de Israel, para que se marche de aquí».

4 Ben Adad estuvo de acuerdo con el rey Asá y dio a los jefes de su ejército la orden de atacar las ciudades de Israel. Así conquistaron Iyón, Dan y Abel Mayin, y todos los depósitos que había en las ciudades de Neftalí.

5 Cuando Basá se enteró, suspendió las obras de fortificación de Ramá.

6 Entonces el rey Asá movilizó a todo Judá y se llevó de Ramá las piedras y la madera con que había estado fortificando aquella ciudad, y fortificó Gueba y Mizpa.

7 En esa ocasión el vidente Jananí se presentó ante Asá, rey de Judá, y le dijo: «Por cuanto pusiste tu confianza en el rey de Siria en vez de confiar en elSeñortu Dios, el ejército sirio se te ha escapado de las manos.

8 También loscusitasy los libios formaban un ejército numeroso, y tenían muchos carros de combate y caballos, y sin embargo elSeñorlos entregó en tus manos, porque en esa ocasión tú confiaste en él.

9 ElSeñorrecorre con su mirada toda la tierra, y está listo para ayudar a quienes le son fieles.Pero de ahora en adelante tendrás guerras, pues actuaste como unnecio».

10 Asá se enfureció contra el vidente por lo que este le dijo, y lo mandó encarcelar. En ese tiempo, Asá oprimió también a una parte del pueblo.

11 Los hechos de Asá, desde el primero hasta el último, están escritos en el libro de los reyes de Judá e Israel.

12 En el año treinta y nueve de su reinado, Asá se puso enfermo de los pies; y, aunque su enfermedad era grave, no buscó alSeñor, sino que recurrió a los médicos.

13 En el año cuarenta y uno de su reinado, Asá murió y fue sepultado con sus antepasados.

14 Lo sepultaron en la tumba que él había mandado cavar en la Ciudad de David, y lo colocaron sobre un lecho lleno de perfumes y diversas clases de especias aromáticas, muy bien preparadas. En su honor encendieron una enorme hoguera.

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2 Crónicas 17

Josafat, rey de Judá

1 Al rey Asá le sucedió en el trono su hijo Josafat, quien se impuso a la fuerza sobre Israel.

2 Colocó tropas en todas las ciudades fortificadas de Judá, y guarniciones en el territorio de Judá y en las ciudades de Efraín que su padre Asá había conquistado.

3 ElSeñorestuvo con Josafat porque siguió el ejemplo inicial de su padre,pues no buscó a losbaales,

4 sino al Dios de su padre, obedeció los mandamientos de Dios, y no siguió las prácticas de los israelitas.

5 Por eso elSeñorafirmó el reino en sus manos. Todo Judá le llevaba regalos, y Josafat llegó a tener muchas riquezas y recibió muchos honores.

6 Anduvo con orgullo en loscaminosdelSeñor, y hasta quitó de Judá lossantuarios paganosy las imágenes de la diosaAserá.

7 En el año tercero de su reinado, Josafat envió a sus oficiales Ben Jayil, Abdías, Zacarías, Natanael y Micaías para que instruyeran a la gente en las ciudades de Judá.

8 Con ellos fueron los levitas Semaías, Netanías, Zebadías, Asael, Semiramot, Jonatán, Adonías, Tobías y Tobadonías, y también los sacerdotes Elisama y Jorán.

9 Llevaron consigo el libro de laley delSeñorpara instruir a los habitantes de Judá. Así que recorrieron todas las ciudades de Judá, enseñando al pueblo.

10 Todos los reinos de las naciones vecinas de Judá sintieron un miedo profundo hacia elSeñory no se atrevieron a declararle la guerra a Josafat.

11 Aun algunos filisteos le llevaron a Josafat, como tributo, regalos y plata. Los árabes también le llevaron siete mil setecientos carneros y siete mil setecientos machos cabríos.

12 Josafat se hizo cada vez más poderoso. Construyó en Judá fortalezas y lugares de almacenamiento,

13 y tenía muchas provisiones en las ciudades. En Jerusalén contaba con un regimiento de soldados muy valientes,

14 cuyo registro, según sus familias patriarcales, es el siguiente:

Jefes de mil soldados en Judá:

Adnás, el comandante, al frente de trescientos mil soldados.

15 Le seguía Johanán, al frente de doscientos ochenta mil soldados;

16 le seguía Amasías hijo de Zicrí, que se ofreció voluntariamente para servir alSeñor, y estaba al frente de doscientos mil soldados.

17 De Benjamín:

Eliadá, guerrero valiente, al frente de doscientos mil soldados que portaban arcos y escudos.

18 Le seguía Jozabad, al frente de ciento ochenta mil soldados adiestrados para la guerra.

19 Todos ellos estaban al servicio del rey, sin contar los que este había destinado para las ciudades fortificadas de todo Judá.

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2 Crónicas 18

Micaías profetiza contra Acab

1 Josafat se hizo muy rico y famoso y, como había emparentado con Acab,

2 después de algún tiempo fue a visitarlo en Samaria. Allí Acab mató muchas ovejas y vacas para Josafat y sus acompañantes, y lo animó a marchar contra Ramot de Galaad.

3 Acab, rey de Israel, le preguntó a Josafat, rey de Judá:

―¿Irías conmigo a pelear contra Ramot de Galaad?

Josafat le respondió:

―Estoy a tu disposición, lo mismo que mi pueblo. Iremos contigo a la guerra.

4 Pero, antes que nada, consultemos alSeñor—añadió.

5 Así que el rey de Israel reunió a los cuatrocientos profetas, y les preguntó:

―¿Debemos ir a la guerra contra Ramot de Galaad, o no?

―Ve —contestaron ellos—, porque Dios la entregará en las manos del rey.

6 Pero Josafat inquirió:

―¿No hay aquí un profeta delSeñora quien podamos consultar?

7 El rey de Israel le respondió:

―Todavía hay alguien por medio de quien podemos consultar alSeñor, pero me cae muy mal porque nunca me profetiza nada bueno; solo me anuncia desastres. Se trata de Micaías hijo de Imlá.

―No digas eso —replicó Josafat.

8 Entonces el rey de Israel llamó a uno de sus funcionarios y le ordenó:

―¡Traed de inmediato a Micaías hijo de Imlá!

9 El rey de Israel, y Josafat, rey de Judá, vestidos con sus vestiduras reales y sentados en sus respectivos tronos, estaban en la plaza a laentradade Samaria, con todos los que profetizaban en su presencia.

10 Sedequías hijo de Quenaná, que se había hecho unos cuernos de hierro, anunció: «Así dice elSeñor: “Con estos cuernos atacarás a lossirioshasta aniquilarlos”».

11 Y los demás profetas vaticinaban lo mismo. «Ataca a Ramot de Galaad, y vencerás, porque elSeñorla entregará en las manos del rey».

12 Ahora bien, el mensajero que había ido a llamar a Micaías le advirtió:

―Mira, los demás profetas a una voz predicen el éxito del rey. Habla favorablemente, para que tu mensaje concuerde con el de ellos.

13 Pero Micaías repuso:

―Tan cierto como que elSeñorvive, te juro que yo le anunciaré al rey lo que Dios me diga.

14 Cuando compareció ante el rey, este le preguntó:

―Micaías, ¿debemos ir a la guerra contra Ramot de Galaad, o no?

―Atacad y venceréis —contestó él—, porque os será entregada.

15 El rey le reconvino:

―¿Cuántas veces debo hacerte jurar que no me digas nada más que la verdad en elnombredelSeñor?

16 Ante esto, Micaías respondió:

―Vi a todo Israel esparcido por las colinas, como ovejas sinpastor. Y elSeñordijo: “Esta gente no tiene amo. ¡Que cada cual se vaya a su casa en paz!”

17 El rey de Israel le dijo a Josafat:

―¿No te dije que jamás me profetiza nada bueno, y que solo me anuncia desastres?

18 Micaías prosiguió:

―Por lo tanto, oíd la palabra delSeñor: Vi alSeñorsentado en su trono con todo el ejército del cielo alrededor de él, a su derecha y a su izquierda.

19 Y elSeñordijo: “¿Quién inducirá a Acab, rey de Israel, para que ataque a Ramot de Galaad y vaya a morir allí?” Uno sugería una cosa, y otro sugería otra.

20 Por último, un espíritu se adelantó, se puso delante delSeñory dijo: “Yo lo induciré”. “¿Por qué medios?”, preguntó elSeñor.

21 Y aquel espíritu respondió: “Saldré y seré un espíritu mentiroso en la boca de sus profetas”. Entonces elSeñorordenó: “Ve y hazlo así, que tendrás éxito en inducirlo”.

22 Así que ahora elSeñorha puesto un espíritu mentiroso en la boca de estos tus profetas. ElSeñorha decretado para ti el mal.

23 Al oír esto, Sedequías hijo de Quenaná se levantó y le dio una bofetada a Micaías.

―¿Por dónde se fue el espíritudelSeñorcuando salió de mí para hablarte? —le preguntó.

24 Micaías contestó:

―Lo sabrás el día en que andes de escondite en escondite.

25 Entonces el rey de Israel ordenó:

―Tomad a Micaías y llevádselo a Amón, el gobernador de la ciudad, y a Joás, mi hijo.

26 Decidles que les ordeno echar en la cárcel a ese tipo, y no darle más que pan y agua, hasta que yo regrese sin contratiempos.

27 Micaías manifestó:

―Si regresas sin contratiempos, elSeñorno ha hablado por medio de mí. ¡Tomad nota todos vosotros de lo que estoy diciendo!

Muerte de Acab en Ramot de Galaad

28 El rey de Israel, y Josafat, rey de Judá, marcharon juntos contra Ramot de Galaad.

29 Allí el rey de Israel le dijo a Josafat: «Yo entraré en la batalla disfrazado, pero tú te pondrás tus vestiduras reales». Así que el rey de Israel se disfrazó y entró en el combate.

30 Pero el rey deSiriales había ordenado a sus capitanes de los carros de combate: «No luchéis contra nadie, grande o pequeño, salvo contra el rey de Israel».

31 Cuando los capitanes de los carros vieron a Josafat, pensaron: «Este es el rey de Israel». Así que se volvieron para atacarlo; pero Josafat gritó, y Dios elSeñorlo ayudó, haciendo que se apartaran de él.

32 Entonces los capitanes de los carros vieron que no era el rey de Israel, y dejaron de perseguirlo.

33 Sin embargo, alguien disparó su arco al azar e hirió al rey de Israel entre las piezas de su armadura. El rey le ordenó al que conducía su carro: «Da la vuelta y sácame del campo de batalla, pues me han herido».

34 Todo el día arreció la batalla, y al rey de Israel se le mantuvo de pie en su carro frente a los sirios, hasta el atardecer, y murió al ponerse el sol.

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2 Crónicas 19

1 Cuando Josafat, rey de Judá, regresó sin ningún contratiempo a su palacio en Jerusalén,

2 el vidente Jehú hijo de Jananí fue a visitarlo y le dijo: «¿Cómo te atreviste a ayudar a los malvados, haciendo alianza con los enemigos delSeñor? Por haber hecho eso, la ira delSeñorha caído sobre ti.

3 Pero hay cosas buenas a tu favor, pues has quitado del país las imágenes de la diosaAserá, y has buscado a Dios de todocorazón».

Josafat nombra jueces

4 Josafat se estableció en Jerusalén, pero volvió a visitar al pueblo, desde Berseba hasta los montes de Efraín, para hacerlo volver alSeñor, Dios de sus antepasados.

5 En cada una de las ciudades fortificadas de Judá nombró jueces

6 y les advirtió: «Tened mucho cuidado con lo que hacéis, pues vuestra autoridad no proviene de unhombre, sino delSeñor, que estará con vosotros cuando impartáis justicia.

7 Por eso, temed alSeñory tened cuidado con lo que hacéis, porque elSeñornuestro Dios no admite la injusticia ni la parcialidad ni el soborno».

8 En Jerusalén, Josafat designó también a levitas, sacerdotes y jefes de las familias patriarcales de Israel, para que administraran laley delSeñory resolvieran pleitos. Estos vivían en Jerusalén.

9 Josafat les ordenó: «Vosotros actuaréis con fidelidad e integridad,bajo el temor delSeñor.

10 Cuando vuestros compatriotas vengan de las ciudades y sometan a vuestro juicio casos de violencia, o algún otro asunto concerniente a la ley, los mandamientos, los estatutos y los juicios, vosotros les advertiréis que no pequen contra elSeñor, para que su ira no caiga sobre vosotros y sobre ellos. Si así lo hacéis, no seréis culpables.

11 »El sumo sacerdote Amarías os orientará en todo asunto de carácter religioso, mientras que Zebadías hijo de Ismael, que es el jefe de la tribu de Judá, lo hará en todo asunto de carácter civil.También los levitas estarán a vuestro servicio. ¡Animaos, y manos a la obra! ElSeñorestará con los que actúen bien».

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2 Crónicas 20

Josafat derrota a Moab y Amón

1 Después de esto, los moabitas, los amonitas y algunos de los meunitasle declararon la guerra a Josafat,

2 y alguien fue a informarle: «Del otro lado del Mar Muerto y de Edomviene contra ti una gran multitud. Ahora están en Jazezón Tamar, es decir, en Engadi».

3 Atemorizado, Josafat decidió consultar alSeñory proclamó un ayuno en todo Judá.

4 Los habitantes de todas las ciudades de Judá llegaron para pedir juntos la ayuda delSeñor.

5 En el templo delSeñor, frente al atrio nuevo, Josafat se puso de pie ante la asamblea de Judá y de Jerusalén,

6 y dijo:

«Señor, Dios de nuestros antepasados, ¿no eres tú el Dios del cielo, y el que gobierna sobre todas las naciones? ¡Es tal tu fuerza y tu poder que no hay quien pueda resistirte!

7 ¿No fuiste tú, Dios nuestro, quien a los ojos de tu pueblo Israel expulsó a los habitantes de esta tierra? ¿Y no fuiste tú quien les dio para siempre esta tierra a los descendientes de tu amigo Abraham?

8 Ellos la habitaron y construyeron un santuario en tu honor, diciendo:

9 “Cuando nos sobrevenga una calamidad, o un castigo por medio de la espada, o la peste o el hambre, si nos congregamos ante ti, en este templo donde habitas, y clamamos a ti en medio de nuestra aflicción, tú nos escucharás y nos salvarás”.

10 »Cuando Israel salió de Egipto, tú no le permitiste que invadiera a los amonitas, ni a los moabitas ni a los del monte de Seír, sino que lo enviaste por otro camino para que no destruyera a esas naciones.

11 ¡Mira cómo nos pagan ahora, viniendo a arrojarnos de la tierra que tú nos diste como herencia!

12 Dios nuestro, ¿acaso no vas a dictar sentencia contra ellos? Nosotros no podemos oponernos a esa gran multitud que viene a atacarnos. ¡No sabemos qué hacer! ¡En ti hemos puesto nuestra esperanza!»

13 Todos los hombres de Judá estaban de pie delante delSeñor, junto con sus mujeres y sus hijos, aun los más pequeños.

14 Entonces el Espíritu delSeñorvino sobre Jahaziel, hijo de Zacarías y descendiente en línea directa de Benaías, Jeyel y Matanías. Este último era un levita de los hijos de Asaf que se encontraba en la asamblea.

15 Y dijo Jahaziel: «Escuchad, habitantes de Judá y de Jerusalén, y escucha también tú, oh rey Josafat. Así dice elSeñor: “No tengáis miedo ni os acobardéis cuando veáis ese gran ejército, porque la batalla no es vuestra, sino mía.

16 Mañana, cuando ellos suban por la cuesta de Sis, vosotros saldréis contra ellos y los encontraréis junto al arroyo, frente al desierto de Jeruel.

17 Pero vosotros no tendréis que intervenir en esta batalla. Simplemente, quedaos quietos en vuestros puestos, para que veáis lasalvaciónque elSeñoros dará. ¡Habitantes de Judá y de Jerusalén, no tengáis miedo ni os acobardéis! Salid mañana contra ellos, porque yo, elSeñor, estaré con vosotros”».

18 Josafat y todos los habitantes de Judá y de Jerusalén se postraron rostro en tierra y adoraron alSeñor,

19 y los levitas de los hijos de Coat y de Coré se pusieron de pie para alabar alSeñora voz en grito.

20 Al día siguiente, madrugaron y fueron al desierto de Tecoa. Mientras avanzaban, Josafat se detuvo y dijo: «Habitantes de Judá y de Jerusalén, escuchadme: ¡Confiad en elSeñor, y seréis librados! ¡Confiad en vuestros profetas, y tendréis éxito!»

21 Después de consultar con el pueblo, Josafat designó a los que irían al frente del ejército para cantar alSeñory alabar el esplendor de su santidadcon el cántico: «Dad gracias alSeñor; su gran amor perdura para siempre».

22 Tan pronto como empezaron a entonar este cántico de alabanza, elSeñorpuso emboscadas contra los amonitas, los moabitas y los del monte de Seír que habían venido contra Judá, y los derrotó.

23 De hecho, los amonitas y los moabitas atacaron a los habitantes de los montes de Seír y los mataron hasta aniquilarlos. Después deexterminara los habitantes de Seír, ellos mismos se atacaron y se mataron unos a otros.

24 Cuando los hombres de Judá llegaron a la torre del desierto para ver el gran ejército enemigo, no vieron sino los cadáveres que yacían en tierra. ¡Ninguno había escapado con vida!

25 Entonces Josafat y su gente fueron para apoderarse del botín, y entre los cadáveres encontraron muchas riquezas, vestidos y joyas preciosas. Cada uno se apoderó de todo lo que quiso, hasta más no poder. Era tanto el botín que tardaron tres días en recogerlo.

26 El cuarto día se congregaron en el valle de Beracá, y alabaron alSeñor; por eso llamaron a ese lugar el valle de Beracá,nombre con el que hasta hoy se le conoce.

27 Más tarde, todos los de Judá y Jerusalén, con Josafat a la cabeza, regresaron a Jerusalén llenos de gozo porque elSeñorlos había librado de sus enemigos.

28 Al llegar, entraron en el templo delSeñoral son de arpas, liras y trompetas.

29 Al oír las naciones de la tierra cómo elSeñorhabía peleado contra los enemigos de Israel, el temor de Dios se apoderó de ellas.

30 Por lo tanto, el reinado de Josafat disfrutó de tranquilidad, y Dios le diopazpor todas partes.

Fin del reinado de Josafat

31 Josafat tenía treinta y cinco años cuando ascendió al trono de Judá, y reinó en Jerusalén veinticinco años. El nombre de su madre era Azuba hija de Siljí.

32 Siguió el buen ejemplo de su padre Asá y nunca se desvió de él, sino que hizo lo que agrada alSeñor.

33 Sin embargo, no se quitaron lossantuarios paganos, pues el pueblo aún no se había consagrado al Dios de sus antepasados.

34 Los demás acontecimientos del reinado de Josafat, desde el primero hasta el último, están escritos en las crónicas de Jehú hijo de Jananí, que forman parte del libro de los reyes de Israel.

35 Después de esto, Josafat se alió con el perverso Ocozías, rey de Israel,

36 para construir una flota mercante que iría a Tarsis. Los barcos los hacían en Ezión Guéber.

37 Entonces Eliezer hijo de Dodías, de Maresá, profetizó contra Josafat: «Por haberte aliado con Ocozías, elSeñordestruirá lo que estás haciendo». En efecto, los barcos naufragaron y no pudieron ir a Tarsis.