Categories
Éxodo

Éxodo 11

La plaga contra los primogénitos

1 ElSeñorle dijo a Moisés: «Voy a traer una plaga más sobre el faraón y sobre Egipto. Después de eso, dejará que os vayáis. Y, cuando lo haga, os echará de aquí para siempre.

2 Habla con el pueblo y diles que todos ellos, hombres y mujeres, deben pedirles a sus vecinos y vecinas objetos de oro y de plata».

3 ElSeñorhizo que los egipcios vieran con buenos ojos a los israelitas. Además, en todo Egipto Moisés mismo era altamente respetado por los funcionarios del faraón y por el pueblo.

4 Moisés anunció: «Así dice elSeñor: “Hacia la medianoche pasaré por todo Egipto,

5 y todo primogénito egipcio morirá: desde el primogénito del faraón que ahora ocupa el trono hasta el primogénito de la esclava que trabaja en el molino, lo mismo que todo primogénito del ganado.

6 En todo Egipto habrá grandes lamentos, como no los ha habido ni volverá a haberlos.

7 Pero, entre los israelitas, ni los perros le ladrarán a persona o animal alguno. Así sabrán que elSeñorhace distinción entre Egipto e Israel.

8 Todos estos funcionarios tuyos vendrán a verme, y de rodillas me suplicarán: ‘¡Vete ya, con todo el pueblo que te sigue!’ Cuando esto suceda, me iré”».

Y, ardiendo de ira, salió Moisés de la presencia del faraón,

9 aunque ya elSeñorle había advertido a Moisés que el faraón no les iba a hacer caso y que tenía que ser así para que las maravillas delSeñorse multiplicaran en Egipto.

10 Moisés y Aarón realizaron ante el faraón todas estas maravillas; pero elSeñorendureció elcorazóndel faraón, y este no dejó salir de su país a los israelitas.

Categories
Éxodo

Éxodo 12

La Pascua

1 En Egipto elSeñorhabló con Moisés y Aarón. Les dijo:

2 «Este mes será para vosotros el más importante, pues será el primer mes del año.

3 Hablad con toda la comunidad de Israel, y decidles que el día décimo de este mes todos vosotros tomaréis un corderopor familia, uno por cada casa.

4 Si alguna familia es demasiado pequeña para comerse un cordero entero, deberá compartirlo con sus vecinos más cercanos, teniendo en cuenta el número de personas que sean y las raciones de cordero que se necesiten, según lo que cada persona haya de comer.

5 El animal que se escoja puede ser un cordero o un cabrito de un año y sin defecto,

6 al que cuidaréis hasta el catorce del mes, día en que la comunidad de Israel en pleno lo sacrificará al caer la noche.

7 Tomarán luego un poco de sangre y la untarán en los dos postes y en el dintel de la puerta de la casa donde coman el cordero.

8 Deberán comer la carne esa misma noche, asada al fuego y acompañada de hierbas amargas y pan sin levadura.

9 No deberéis comerla cruda ni hervida, sino asada al fuego, junto con la cabeza, las patas y los intestinos.

10 Y no debéis dejar nada. En caso de que algo quede, lo quemaréis al día siguiente.

11 Comeréis el cordero de este modo: con el manto ceñido a la cintura, con las sandalias puestas, con la vara en la mano, y de prisa. Se trata de la Pascua delSeñor.

12 »Esa misma noche pasaré por todo Egipto y heriré de muerte a todos los primogénitos, tanto de personas como de animales, y ejecutaré mi sentencia contra todos los dioses de Egipto. Yo soy elSeñor.

13 La sangre servirá para señalar las casas donde vosotros os encontréis, pues al verla pasaré de largo. Así, cuando hiera yo de muerte a los egipcios, no os tocará a vosotros ninguna plaga destructora.

14 »Este es un día que por ley deberéis conmemorar siempre. Es una fiesta en honor delSeñor, y las generaciones futuras deberéis celebrarla.

15 Durante siete días comeréis pan sin levadura, de modo que debéis retirar de vuestras casas la levadura el primer día. Todo el que coma algo con levadura desde el día primero hasta el séptimo será eliminado de Israel.

16 Celebraréis una reunión solemne el día primero, y otra el día séptimo. En todo ese tiempo no haréis ningún trabajo, excepto preparar los alimentos que cada uno haya de comer. Solo eso podréis hacer.

17 »Celebraréis la fiesta de los Panes sin levadura, porque fue ese día cuando os saqué de Egipto formados en escuadrones. Por ley, las generaciones futuras siempre deberán celebrar ese día.

18 Comeréis pan sin levadura desde la tarde del día catorce del mes primero hasta la tarde del día veintiuno del mismo mes.

19 Durante siete días os abstendréis de tener levadura en vuestras casas. Todo el que coma algo con levadura, sea extranjero o israelita, será eliminado de la comunidad de Israel.

20 No comáis nada que tenga levadura. Dondequiera que viváis, comeréis pan sin levadura».

21 Convocó entonces Moisés a todos losancianosisraelitas, y les dijo: «Id en seguida a vuestros rebaños, escoged el cordero para vuestras respectivas familias, y matadlo para celebrar la Pascua.

22 Tomad luego un manojo dehisopo, mojadlo en la sangre recogida en la palangana, untad de sangre el dintel y los dos postes de la puerta, ¡y no salgáis ninguno de vosotros de vuestra casa hasta la mañana siguiente!

23 Cuando elSeñorpase por el país para herir de muerte a los egipcios, verá la sangre en el dintel y en los postes de la puerta y pasará de largo por esa casa. No permitirá elSeñorque el ángel exterminador entre en vuestras casas y os hiera.

24 »Obedeced estas instrucciones. Será una ley perpetua para vosotros y para vuestros hijos.

25 Cuando entréis en la tierra que elSeñorha prometido daros, vosotros seguiréis celebrando esta ceremonia.

26 Y cuando vuestros hijos os pregunten: “¿Qué significa para vosotros esta ceremonia?”,

27 les responderéis: “Este sacrificio es la Pascua delSeñor, que en Egipto pasó de largo por las casas israelitas. Hirió de muerte a los egipcios, pero a nuestras familias les salvó la vida”».

Al oír esto, los israelitas se inclinaron y adoraron alSeñor,

28 y fueron y cumplieron al pie de la letra lo que elSeñorles había ordenado a Moisés y a Aarón.

Muerte de los primogénitos egipcios

29 A medianoche elSeñorhirió de muerte a todos los primogénitos egipcios, desde el primogénito del faraón en el trono hasta el primogénito del preso en la cárcel, así como a las primeras crías de todo el ganado.

30 Todos en Egipto se levantaron esa noche, lo mismo el faraón que sus funcionarios, y hubo grandes lamentos en el país. No había una sola casa egipcia donde no hubiera algún muerto.

31 Esa misma noche mandó llamar el faraón a Moisés y a Aarón, y les ordenó: «¡Largo de aquí! ¡Alejaos de mi pueblo vosotros y los israelitas! ¡Id a adorar alSeñor, como habéis estado pidiendo!

32 Llevaos también vuestros rebaños y vuestros ganados, como habéis pedido, ¡pero idos ya, que para mí será una bendición!»

33 El pueblo egipcio, por su parte, instaba a los israelitas a que abandonaran pronto el país. «De lo contrario —decían—, ¡podemos darnos por muertos!»

34 Entonces los israelitas tomaron las artesas de masa todavía sin leudar y, después de envolverlas en sus ropas, se las echaron al hombro.

35 Después, siguiendo las instrucciones que Moisés les había dado, pidieron a los egipcios que les dieran objetos de oro y de plata, y también ropa.

36 ElSeñorhizo que los egipcios vieran con buenos ojos a los israelitas, así que les dieron todo lo que les pedían. De este modo los israelitas despojaron por completo a los egipcios.

El éxodo

37 Los israelitas partieron de Ramsés, en dirección a Sucot. Sin contar a las mujeres y a los niños, eran unos seiscientos mil hombres de a pie.

38 Con ellos salió también gente de toda clase, y grandes manadas de ganado, tanto de ovejas como de vacas.

39 Con la masa que sacaron de Egipto cocieron panes sin levadura, pues la masa aún no había fermentado. Como los echaron de Egipto, no tuvieron tiempo de preparar comida.

40 Los israelitas habían vivido en Egipto cuatrocientos treinta años.

41 Precisamente el día en que se cumplían los cuatrocientos treinta años, todos los escuadrones delSeñorsalieron de Egipto.

42 Aquella noche elSeñorla pasó en vela para sacar de Egipto a los israelitas. Por eso también las generaciones futuras de israelitas deben pasar esa noche en vela, en honor delSeñor.

Restricciones para la Pascua

43 ElSeñorles dijo a Moisés y a Aarón: «Estas son las normas para la Pascua:

»Ningún extranjero podrá participar de ella.

44 »Podrán participar de ella todos los esclavos que hayas comprado con tu dinero, siempre y cuando los hayas circuncidado antes.

45 »Ningún residente temporal ni trabajador a sueldo podrá participar de ella.

46 »La Pascua deberá comerse en casa, y de allí no se sacará ni un solo pedazo de carne. Tampoco se le quebrará ningún hueso al animal sacrificado.

47 »Toda la comunidad de Israel debe celebrar la Pascua.

48 »Todo extranjero que viva entre vosotros y quiera celebrar la Pascua delSeñordeberá primero circuncidar a todos los varones de su familia; solo entonces podrá participar de la Pascua como si fuera nativo del país.

»Ningún incircunciso podrá participar de ella.

49 »La misma ley se aplicará al nativo y al extranjero que viva entre vosotros».

50 Todos los israelitas cumplieron al pie de la letra lo que elSeñorles había ordenado a Moisés y a Aarón.

51 Ese mismo día, elSeñorsacó de Egipto a los israelitas, escuadrón por escuadrón.

Categories
Éxodo

Éxodo 13

Consagración de los primogénitos israelitas

1 ElSeñorhabló con Moisés y le dijo:

2 «Conságrame el primogénito de todo vientre. Míos son todos los primogénitos israelitas y todos los primeros machos de sus animales».

3 Moisés le dijo al pueblo: «Acordaos de este día en que salís de Egipto, país donde habéis sido esclavos y de donde elSeñoros saca desplegando su poder. No comáis pan con levadura.

4 Vosotros salís hoy, en el mes deaviv,

5 y en este mismo mes deberéis celebrar esta ceremonia, cuando ya elSeñoros haya hecho entrar en la tierra que prometió dar a vuestros antepasados. Se trata de la tierra de los cananeos, hititas, amorreos, heveos y jebuseos: ¡tierra donde abundan la leche y la miel!

6 Durante siete días comeréis pan sin levadura, y el día séptimo celebraréis una fiesta en honor alSeñor.

7 En ningún lugar de vuestro territorio debe haber nada que contenga levadura. Ni siquiera habrá levadura entre vosotros. Comeréis pan sin levadura durante esos siete días.

8 »Ese día diréis a vuestros hijos:“Esto lo hacemos por lo que hizo elSeñorpor nosotros cuando salimos de Egipto”.

9 Y será para vosotros como una marca distintiva en la mano o en la frente, que os hará recordar que laley delSeñordebe estar en vuestros labios, porque elSeñoros sacó de Egipto desplegando su poder.

10 Año tras año, en la misma fecha, cumpliréis con esta ley.

11 »Una vez que elSeñoros haga entrar en la tierra de los cananeos y os la haya dado, conforme al juramento que os hizo a vosotros y a vuestros antepasados,

12 le dedicaréis alSeñorel primogénito de todo vientre, y todo primer macho de vuestro ganado, pues estos le pertenecen alSeñor.

13 El primogénito de una asna podrá ser rescatado a cambio de un cordero; pero, si no se rescata, se le quebrará el cuello. Todos vuestros primogénitos y los de vuestros descendientes deberán ser rescatados.

14 »El día de mañana, cuando vuestros hijos os pregunten: “¿Y esto qué significa?”, les diréis: “ElSeñor, desplegando su poder, nos sacó de Egipto, país donde fuimos esclavos.

15 Cuando el faraón se empeñó en no dejarnos ir, elSeñorles quitó la vida a todos los primogénitos de Egipto, tanto dehombrescomo de animales. Por eso le ofrecemos alSeñoren sacrificio el primer macho que nace, y rescatamos a nuestros primogénitos”.

16 Esto será para vosotros como una marca distintiva en la mano o en la frente, de que elSeñornos sacó de Egipto desplegando su poder».

El paso del Mar Rojo

17 Cuando el faraón dejó salir a los israelitas, Dios no los llevó por el camino que atraviesa la tierra de los filisteos, que era el más corto, pues pensó: «Si se les presentara batalla, podrían cambiar de idea y regresar a Egipto».

18 Por eso les hizo dar un rodeo por el camino del desierto, en dirección alMar Rojo.

Los israelitas salieron de Egipto en formación de combate.

19 Moisés se llevó consigo los restos de José, según este se lo había pedido a los israelitas bajo juramento. Estas habían sido las palabras de José: «Podéis contar con que Dios vendrá en vuestra ayuda. Cuando eso suceda, llevaos de aquí mis restos».

20 Los israelitas partieron de Sucot y acamparon en Etam, donde comienza el desierto.

21 De día, elSeñoriba al frente de ellos en una columna de nube para indicarles el camino; de noche, los alumbraba con una columna de fuego. De ese modo podían viajar de día y de noche.

22 Jamás la columna de nube dejaba de guiar al pueblo durante el día, ni la columna de fuego durante la noche.

Categories
Éxodo

Éxodo 14

1 ElSeñorhabló con Moisés y le dijo:

2 «Ordénales a los israelitas que regresen y acampen frente a Pi Ajirot, entre Migdol y el mar. Que acampen junto al mar, frente a Baal Zefón.

3 El faraón va a pensar: “Los israelitas andan perdidos en esa tierra. ¡El desierto los tiene acorralados!”

4 Yo, por mi parte, endureceré elcorazóndel faraón para que él os persiga. Voy a cubrirme de gloria, a costa del faraón y de todo su ejército. ¡Y los egipcios sabrán que yo soy elSeñor!»

Así lo hicieron los israelitas.

5 Y cuando el rey de Egipto se enteró de que el pueblo se había escapado, tanto él como sus funcionarios cambiaron de parecer en cuanto a los israelitas y dijeron: «¡Pero qué hemos hecho! ¿Cómo pudimos dejar que se fueran los israelitas y abandonaran su trabajo?»

6 Al momento ordenó el faraón que le prepararan su carro y, echando mano de su ejército,

7 se llevó consigo seiscientos de los mejores carros y todos los demás carros de Egipto, cada uno de ellos bajo el mando de un oficial.

8 ElSeñorendureció el corazón del faraón, rey de Egipto, para que saliera en persecución de los israelitas, los cuales marchaban con aire triunfal.

9 Todo el ejército del faraón —caballos, carros, jinetesy tropas de Egipto— salió tras los israelitas y les dio alcance cuando estos acampaban junto al mar, cerca de Pi Ajirot y frente a Baal Zefón.

10 El faraón iba acercándose. Cuando los israelitas se fijaron y vieron a los egipcios pisándoles los talones, sintieron mucho miedo y clamaron alSeñor.

11 Entonces le reclamaron a Moisés:

―¿Acaso no había sepulcros en Egipto, que nos sacaste de allí para morir en el desierto? ¿Qué has hecho con nosotros? ¿Para qué nos sacaste de Egipto?

12 Ya en Egipto te decíamos: “¡Déjanos en paz! ¡Preferimos servir a los egipcios!” ¡Mejor nos hubiera sido servir a los egipcios que morir en el desierto!

13 ―No tengáis miedo —les respondió Moisés—. Mantened vuestras posiciones, que hoy mismo seréis testigos de lasalvaciónque elSeñorrealizará en vuestro favor. A esos egipcios que hoy veis, ¡jamás volveréis a verlos!

14 Vosotros quedaos quietos, que elSeñorpresentará batalla por vosotros.

15 Pero elSeñorle dijo a Moisés: «¿Por qué clamas a mí? ¡Ordena a los israelitas que se pongan en marcha!

16 Y tú, levanta tu vara, extiende tu brazo sobre el mar y divide las aguas, para que los israelitas lo crucen sobre terreno seco.

17 Yo voy a endurecer el corazón de los egipcios, para que os persigan. ¡Voy a cubrirme de gloria a costa del faraón y de su ejército, y de sus carros y jinetes!

18 Y cuando me haya cubierto de gloria a costa de ellos, los egipcios sabrán que yo soy elSeñor».

19 Entonces el ángel de Dios, que marchaba al frente del ejército israelita, se dio la vuelta y fue a situarse detrás de este. Lo mismo sucedió con la columna de nube, que dejó su puesto de vanguardia y se desplazó hacia la retaguardia,

20 quedando entre los egipcios y los israelitas. Durante toda la noche, la nube fue oscuridad para unos y luz para otros, así que en toda esa noche no pudieron acercarse los unos a los otros.

21 Moisés extendió su brazo sobre el mar, y toda la noche elSeñorenvió sobre el mar un recio viento del este que lo hizo retroceder, convirtiéndolo en tierra seca. Las aguas del mar se dividieron,

22 y los israelitas lo cruzaron sobre tierra seca. El mar era para ellos una muralla de agua a la derecha y otra a la izquierda.

23 Los egipcios los persiguieron. Todos los caballos y carros del faraón, y todos sus jinetes, entraron en el mar tras ellos.

24 Cuando ya iba a amanecer, elSeñormiró al ejército egipcio desde la columna de fuego y de nube, y sembró la confusión entre ellos:

25 hizo que las ruedas de sus carros se atascaran, de modo que se les hacía muy difícil avanzar. Entonces exclamaron los egipcios: «¡Alejémonos de los israelitas, pues elSeñorestá peleando por ellos y contra nosotros!»

26 Entonces elSeñorle dijo a Moisés: «Extiende tu brazo sobre el mar, para que las aguas se vuelvan contra los egipcios y contra sus carros y jinetes».

27 Moisés extendió su brazo sobre el mar y, al despuntar el alba, el agua volvió a su estado normal. Los egipcios, en su huida, se toparon con el mar, y así elSeñorlos hundió en el fondo del mar.

28 Al recobrar las aguas su estado normal, se tragaron todos los carros y jinetes del faraón, y a todo el ejército que había entrado al mar para perseguir a los israelitas. Ninguno de ellos quedó con vida.

29 Los israelitas, sin embargo, cruzaron el mar sobre tierra seca, pues para ellos el mar formó una muralla de agua a la derecha y otra a la izquierda.

30 En ese día elSeñorsalvó a Israel del poder de Egipto. Los israelitas vieron los cadáveres de los egipcios tendidos a la orilla del mar.

31 Y al ver los israelitas el gran poder que elSeñorhabía desplegado en contra de los egipcios, temieron alSeñory creyeron en él y en su siervo Moisés.

Categories
Éxodo

Éxodo 15

El cántico de Moisés

1 Entonces Moisés y los israelitas entonaron un cántico en honor delSeñor, cuya letra decía:

Cantaré alSeñor, que se ha coronado detriunfo

arrojando al mar caballos y jinetes.

2 ElSeñores mi fuerza y mi cántico;

él es misalvación.

Él es mi Dios, y lo alabaré;

es el Dios de mi padre, y lo enalteceré.

3 ElSeñores un guerrero;

sunombrees elSeñor.

4 ElSeñorarrojó al mar

los carros y el ejército del faraón.

Los mejores oficiales egipcios

se ahogaron en elMar Rojo.

5 Las aguas profundas se los tragaron;

¡como piedras se hundieron en los abismos!

6 Tu diestra,Señor, reveló su gran poder;

tu diestra,Señor, despedazó al enemigo.

7 Fue tan grande tuvictoria

que derribaste a tus oponentes;

diste rienda suelta a tu ardiente ira,

y fueron consumidos como rastrojo.

8 Bastó un soplo de tu nariz

para que se amontonaran las aguas.

Las olas se irguieron como murallas;

¡se inmovilizaron las aguas en el fondo del mar!

9 «Iré tras ellos y les daré alcance

—alardeaba el enemigo—.

Repartiré sus despojos

hasta quedar hastiado.

¡Desenvainaré la espada

y los destruiré con mi propia mano!»

10 Pero con un soplo tuyo se los tragó el mar;

¡se hundieron como plomo en las aguas turbulentas!

11 ¿Quién,Señor, se te compara entre los dioses?

¿Quién se te compara en grandeza ysantidad?

Tú, hacedor de maravillas,

nos impresionas con tus portentos.

12 Extendiste tu brazo derecho,

¡y se los tragó la tierra!

13 Por tu gran amor guías al pueblo que has rescatado;

por tu fuerza los llevas a tu santa morada.

14 Las naciones temblarán al escucharlo;

la angustia dominará a los filisteos.

15 Los jefes edomitas se llenarán de terror;

temblarán de miedo los caudillos de Moab.

Los cananeos perderán el ánimo,

16 pues caerá sobre ellos pavor y espanto.

Por tu gran poder,Señor,

quedarán mudos como piedras

hasta que haya pasado tu pueblo,

el pueblo que adquiriste para ti.

17 Tú los harás entrar, y los plantarás,

en el monte que te pertenece;

en el lugar donde tú,Señor, habitas;

en el santuario que tú, Señor, te hiciste.

18 ¡ElSeñorreina por siempre y para siempre!

El cántico de Miriam

19 Cuando los caballos y los carros del faraón entraron en el mar con sus jinetes,elSeñorhizo que las aguas se les vinieran encima. Los israelitas, sin embargo, cruzaron el mar sobre tierra seca.

20 Entonces Miriam la profetisa, hermana de Aarón, tomó una pandereta, y mientras todas las mujeres la seguían danzando y tocando panderetas,

21 Miriam les cantaba así:

Cantad alSeñor, que se ha coronado detriunfo

arrojando al mar caballos y jinetes.

Las aguas de Mara y de Elim

22 Moisés les ordenó a los israelitas que partieran delMar Rojoy se internaran en el desierto de Sur. Y los israelitas anduvieron tres días por el desierto sin hallar agua.

23 Llegaron a Mara,lugar que se llama así porque sus aguas son amargas, y no pudieron apagar su sed allí.

24 Comenzaron entonces a murmurar en contra de Moisés, y preguntaban: «¿Qué vamos a beber?»

25 Moisés clamó alSeñor, y él le mostró un pedazo de madera, el cual echó Moisés al agua, y al instante el agua se volvió dulce.

En ese lugar elSeñorlos puso a prueba y les dio unaleycomo norma de conducta.

26 Les dijo: «Yo soy elSeñorvuestro Dios. Si escucháis mi voz y hacéis lo que yo considero justo, y si cumplís mis leyes y mandamientos, no traeré sobre vosotros ninguna de las enfermedades que traje sobre los egipcios. Yo soy elSeñor, que os devuelvo la salud».

27 Después los israelitas llegaron a Elim, donde había doce manantiales y setenta palmeras, y acamparon allí, cerca del agua.

Categories
Éxodo

Éxodo 16

El maná y las codornices

1 Toda la comunidad israelita partió de Elim y llegó al desierto de Sin, que está entre Elim y el Sinaí. Esto ocurrió a los quince días del mes segundo, contados a partir de su salida de Egipto.

2 Allí, en el desierto, toda la comunidad murmuró contra Moisés y Aarón:

3 ―¡Cómo quisiéramos que elSeñornos hubiera quitado la vida en Egipto! —les decían los israelitas—. Allá nos sentábamos en torno a las ollas de carne y comíamos pan hasta saciarnos. ¡Vosotros nos habéis traído a este desierto para matar de hambre a toda la comunidad!

4 Entonces elSeñorle dijo a Moisés: «Voy a hacer que os llueva pan del cielo. El pueblo deberá salir todos los días a recoger su ración diaria. Voy a ponerlo a prueba, para ver si cumple o no mis instrucciones.

5 El día sexto recogerán una doble porción, y todo esto lo dejarán preparado».

6 Moisés y Aarón dijeron a todos los israelitas:

―Esta tarde sabréis que fue elSeñorquien os sacó de Egipto,

7 y mañana por la mañana veréis la gloria delSeñor. Ya él sabe que vosotros andáis murmurando contra él. Nosotros no somos nadie, para que vosotros murmuréis contra nosotros.

8 Y añadió Moisés:

―Esta tarde elSeñoros dará a comer carne, y mañana os saciará de pan, pues ya os oyó murmurar contra él. Porque ¿quiénes somos nosotros? ¡Vosotros no estáis murmurando contra nosotros, sino contra elSeñor!

9 Luego se dirigió Moisés a Aarón:

―Dile a toda la comunidad israelita que se acerque alSeñor, pues los ha oído murmurar contra él.

10 Mientras Aarón hablaba con toda la comunidad israelita, volvieron la mirada hacia el desierto, y vieron que la gloria delSeñorse hacía presente en una nube.

11 ElSeñorhabló con Moisés y le dijo:

12 «Han llegado a mis oídos las murmuraciones de los israelitas. Diles que antes de que caiga la noche comerán carne, y que mañana por la mañana se hartarán de pan. Así sabrán que yo soy elSeñorsu Dios».

13 Esa misma tarde el campamento se llenó de codornices, y por la mañana una capa de rocío rodeaba el campamento.

14 Al desaparecer el rocío, sobre el desierto quedaron unos copos muy finos, semejantes a la escarcha que cae sobre la tierra.

15 Como los israelitas no sabían lo que era, al verlo se preguntaban unos a otros: «¿Y esto qué es?» Moisés les respondió:

―Es el pan que elSeñoros da para comer.

16 Y estas son las órdenes que elSeñorme ha dado: “Recoged cada uno de vosotros la cantidad que necesite para toda la familia, calculando dos litrospor persona”.

17 Así lo hicieron los israelitas. Algunos recogieron mucho; otros recogieron poco.

18 Pero, cuando lo midieron por litros, ni al que recogió mucho le sobraba, ni al que recogió poco le faltaba: cada uno recogió la cantidad necesaria.

19 Entonces Moisés les dijo:

―Nadie debe guardar nada para el día siguiente.

20 Hubo algunos que no le hicieron caso a Moisés y guardaron algo para el día siguiente, pero lo guardado se llenó de gusanos y comenzó a apestar. Entonces Moisés se enojó contra ellos.

21 Todas las mañanas cada uno recogía la cantidad que necesitaba, porque se derretía en cuanto calentaba el sol.

22 Pero el día sexto recogieron el doble, es decir, cuatro litrospor persona, así que los jefes de la comunidad fueron a informar de esto a Moisés.

23 ―Esto es lo que elSeñorha ordenado —les contestó—. Mañanasábadoes día de reposo consagrado alSeñor. Así que coced lo que tengáis que cocer, y hervid lo que tengáis que hervir. Lo que sobre, apartadlo y guardadlo para mañana.

24 Los israelitas cumplieron las órdenes de Moisés y guardaron para el día siguiente lo que les sobró, ¡y no se pudrió ni se agusanó!

25 ―Comedlo hoy sábado —les dijo Moisés—, que es el día de reposo consagrado alSeñor. Hoy no encontraréis nada en el campo.

26 Debéis recogerlo durante seis días, porque el día séptimo, que es sábado, no encontraréis nada.

27 Algunos israelitas salieron a recogerlo el día séptimo, pero no encontraron nada,

28 así que elSeñorle dijo a Moisés: «¿Hasta cuándo seguiréis desobedeciendo misleyesy mandamientos?

29 Tened en cuenta que yo, elSeñor, os he dado el sábado. Por eso en el día sexto os doy pan para dos días. El día séptimo nadie debe salir. Todos debéis quedaros donde estéis».

30 Fue así como los israelitas descansaron el día séptimo.

31 Y llamaron al pan «maná».Era blanco como la semilla de cilantro, y dulce como las tortas con miel.

32 ―Esto es lo que ha ordenado elSeñor—dijo Moisés—: “Tomad unos dos litrosde maná, y guardadlos para que las generaciones futuras puedan ver el pan que yo os di a comer en el desierto, cuando os saqué de Egipto”.

33 Luego Moisés le dijo a Aarón:

―Toma una vasija y pon en ella unos dos litros de maná. Colócala después en la presencia delSeñor, a fin de conservarla para las generaciones futuras.

34 Aarón puso el maná ante el arca delpacto, para que fuera conservado como se lo ordenó elSeñora Moisés.

35 Comieron los israelitas maná cuarenta años, hasta que llegaron a los límites de la tierra de Canaán, que fue su país de residencia.

36 La medida de dos litros, a la que llamabangómer, era la décima parte de la medida a la que llamabanefa.

Categories
Éxodo

Éxodo 17

El agua de la roca

1 Toda la comunidad israelita partió del desierto de Sin por etapas, según lo había ordenado elSeñor. Acamparon en Refidín, pero no había allí agua para que bebieran,

2 así que altercaron con Moisés.

―Danos agua para beber —le exigieron.

―¿Por qué peleáis conmigo? —se defendió Moisés—. ¿Por qué provocáis alSeñor?

3 Pero los israelitas estaban sedientos, y murmuraron contra Moisés.

―¿Para qué nos sacaste de Egipto? —reclamaban—. ¿Solo para matarnos de sed a nosotros, a nuestros hijos y a nuestro ganado?

4 Clamó entonces Moisés alSeñor, y le dijo:

―¿Qué voy a hacer con este pueblo? ¡Solo falta que me maten a pedradas!

5 ―Adelántate al pueblo —le aconsejó elSeñor— y llévate contigo a algunosancianosde Israel, pero lleva también la vara con que golpeaste el Nilo. Ponte en marcha,

6 que yo estaré esperándote junto a larocaque está en Horeb. Aséstale un golpe a la roca, y de ella brotará agua para que beba el pueblo.

Así lo hizo Moisés, a la vista de los ancianos de Israel.

7 Además, a ese lugar lo llamó Masá,y también Meribá,porque los israelitas habían altercado con él y provocado alSeñoral decir: «¿Está o no está elSeñorentre nosotros?»

Derrota de los amalecitas

8 Los amalecitas vinieron a Refidín y atacaron a los israelitas.

9 Entonces Moisés le ordenó a Josué: «Escoge algunos de nuestros hombres y sal a combatir a los amalecitas. Mañana yo estaré en la cima de la colina con la vara de Diosen la mano».

10 Josué siguió las órdenes de Moisés y les presentó batalla a los amalecitas. Por su parte, Moisés, Aarón y Jur subieron a la cima de la colina.

11 Mientras Moisés mantenía los brazosen alto, la batalla se inclinaba en favor de los israelitas; pero, cuando los bajaba, se inclinaba en favor de los amalecitas.

12 Cuando a Moisés se le cansaron los brazos, tomaron una piedra y se la pusieron debajo para que se sentara en ella; luego Aarón y Jur le sostuvieron los brazos, uno el izquierdo y otro el derecho, y así Moisés pudo mantenerlos firmes hasta la puesta del sol.

13 Fue así como Josué derrotó al ejército amalecita a filo de espada.

14 Entonces elSeñorle dijo a Moisés: «Pon esto por escrito en un rollo de cuero, para que se recuerde, y que lo oiga bien Josué: Yo borraré por completo, bajo el cielo, todo rastro de los amalecitas».

15 Moisés edificó un altar y lo llamó «ElSeñores mi estandarte».

16 Y exclamó: «¡Echa mano al estandartedelSeñor! ¡La guerra delSeñorcontra Amalec será de generación en generación!»

Categories
Éxodo

Éxodo 18

Jetro visita a Moisés

1 Todo lo que Dios había hecho por Moisés y por su pueblo Israel, y la manera como elSeñorhabía sacado a Israel de Egipto, llegó a oídos de Jetro, sacerdote de Madián y suegro de Moisés.

2 Cuando Moisés despidió a Séfora, su esposa, Jetro la recibió a ella

3 y a sus dos hijos. Uno de ellos se llamaba Guersón,porque dijo Moisés: «Soy un extranjero en tierra extraña»;

4 el otro se llamaba Eliezer,porque dijo: «El Dios de mi padre me ayudó y me salvó de la espada del faraón».

5 Jetro fue al desierto para ver a Moisés, que estaba acampando junto a la montaña de Dios. Lo acompañaban la esposa y los hijos de Moisés.

6 Jetro le había avisado: «Yo, tu suegro Jetro, voy a verte. Me acompañan tu esposa y tus dos hijos».

7 Moisés salió al encuentro de su suegro, se inclinó delante de él y lo besó. Después de intercambiar saludos y desearse lo mejor, entraron en la tienda de campaña.

8 Allí Moisés le contó a su suegro todo lo que elSeñorles había hecho al faraón y a los egipcios en favor de Israel, todas las dificultades con que se habían encontrado en el camino, y cómo elSeñorlos había salvado.

9 Jetro se alegró de saber que elSeñorhabía tratado bien a Israel y lo había rescatado del poder de los egipcios,

10 y exclamó: «¡Alabado sea elSeñor, que os salvó del poder de los egipcios! ¡Alabado sea el que salvó a los israelitas del poder opresor del faraón!

11 Ahora sé que elSeñores más grande que todos los dioses, por lo que hizo a quienes trataron a Israel con arrogancia».

12 Dicho esto, Jetro le presentó a Dios unholocaustoy otros sacrificios, y Aarón y todos losancianosde Israel se sentaron a comer con el suegro de Moisés en presencia de Dios.

13 Al día siguiente, Moisés ocupó su lugar como juez del pueblo, y los israelitas estuvieron de pie ante Moisés desde la mañana hasta la noche.

14 Cuando su suegro vio cómo procedía Moisés con el pueblo, le dijo:

―¡Pero qué es lo que haces con esta gente! ¿Cómo es que solo tú te sientas, mientras todo este pueblo se queda de pie ante ti desde la mañana hasta la noche?

15 ―Es que el pueblo viene a verme para consultar a Dios —le contestó Moisés—.

16 Cuando tienen algún problema, me lo traen a mí para que yo dicte sentencia entre las dos partes. Además, les doy a conocer lasleyesy las enseñanzas de Dios.

17 ―No está bien lo que estás haciendo —le respondió su suegro—,

18 pues te cansas tú y se cansa la gente que te acompaña. La tarea es demasiado pesada para ti; no la puedes desempeñar tú solo.

19 Oye bien el consejo que voy a darte, y que Dios te ayude. Tú debes representar al pueblo ante Dios y presentarle los problemas que tienen.

20 A ellos los debes instruir en las leyes y en las enseñanzas de Dios, y darles a conocer la conducta que deben llevar y las obligaciones que deben cumplir.

21 Elige tú mismo entre el pueblo hombres capaces y temerosos de Dios, que amen la verdad y aborrezcan las ganancias mal habidas, y desígnalos jefes de mil, de cien, de cincuenta y de diez personas.

22 Serán ellos los que administren justicia en todo tiempo, atendiendo los casos sencillos, y los casos difíciles te los traerán a ti. Eso te aligerará la carga, porque te ayudarán a llevarla.

23 Si pones esto en práctica y Dios así te lo ordena, podrás aguantar; el pueblo, por su parte, se irá a casa satisfecho.

24 Moisés escuchó el consejo de su suegro y siguió sus sugerencias.

25 Escogió entre todos los israelitas hombres capaces, y los puso al frente de los israelitas como jefes de mil, cien, cincuenta y diez personas.

26 Estos jefes administraban justicia en todo tiempo, atendiendo los casos sencillos, pero remitiendo a Moisés los casos difíciles.

27 Más tarde, Moisés despidió a su suegro, quien volvió entonces a su país.

Categories
Éxodo

Éxodo 19

Los israelitas en el Sinaí

1 Los israelitas llegaron al desierto de Sinaí a los tres meses de haber salido de Egipto.

2 Después de partir de Refidín, se internaron en el desierto de Sinaí, y allí en el desierto acamparon, frente al monte,

3 al cual subió Moisés para encontrarse con Dios. Y desde allí lo llamó elSeñory le dijo:

«Anúnciale esto al pueblo de Jacob;

declárale esto al pueblo de Israel:

4 “Vosotros sois testigos de lo que hice a los egipcios,

y de que os he traído hacia mí

como sobre alas de águila.

5 Si ahora vosotros me sois del todo obedientes,

y cumplís mipacto,

seréis mi propiedad exclusiva

entre todas las naciones.

Aunque toda la tierra me pertenece,

6 vosotros seréis para mí un reino de sacerdotes

y una nación santa”.

»Comunícales todo esto a los israelitas».

7 Moisés volvió y convocó a losancianosdel pueblo para exponerles todas estas palabras que elSeñorle había ordenado comunicarles,

8 y todo el pueblo respondió a una sola voz: «Cumpliremos con todo lo que elSeñornos ha ordenado».

Así que Moisés le llevó alSeñorla respuesta del pueblo,

9 y elSeñorle dijo:

―Voy a presentarme ante ti en medio de una densa nube, para que el pueblo me oiga hablar contigo y así tenga siempre confianza en ti.

Moisés refirió alSeñorlo que el pueblo le había dicho,

10 y elSeñorle dijo:

―Ve y consagra al pueblo hoy y mañana. Diles que laven sus ropas

11 y que se preparen para el tercer día, porque en ese mismo día yo descenderé sobre el monte Sinaí, a la vista de todo el pueblo.

12 Pon un cerco alrededor del monte para que el pueblo no pase. Diles que no suban al monte, y que ni siquiera pongan un pie en él, pues cualquiera que lo toque será condenado a muerte.

13 Seahombreo animal, no quedará con vida. Quien se atreva a tocarlo, morirá a pedradas o a flechazos. Solo podrán subir al monte cuando se oiga el toque largo de la trompeta.

14 En cuanto Moisés bajó del monte, consagró al pueblo; ellos, por su parte, lavaron sus ropas.

15 Luego Moisés les dijo: «Preparaos para el tercer día, y absteneos de relaciones sexuales».

16 En la madrugada del tercer día hubo truenos y relámpagos, y una densa nube se posó sobre el monte. Un toque muy fuerte de trompeta puso a temblar a todos los que estaban en el campamento.

17 Entonces Moisés sacó del campamento al pueblo para que fuera a su encuentro con Dios, y ellos se detuvieron al pie del monte Sinaí.

18 El monte estaba cubierto de humo, porque elSeñorhabía descendido sobre él en medio de fuego. Era tanto el humo que salía del monte que parecía un horno; todo el monte se sacudía violentamente,

19 y el sonido de la trompeta era cada vez más fuerte. Entonces habló Moisés, y Dios le respondió en el trueno.

20 ElSeñordescendió a la cumbre del monte Sinaí, y desde allí llamó a Moisés para que subiera. Cuando Moisés llegó a la cumbre,

21 elSeñorle dijo:

―Baja y advierte al pueblo que no intenten ir más allá del cerco para verme, no sea que muchos de ellos pierdan la vida.

22 Hasta los sacerdotes que se acercan a mí deben consagrarse; de lo contrario, yo arremeteré contra ellos.

23 Moisés le dijo alSeñor:

―El pueblo no puede subir al monte Sinaí, pues tú mismo nos has advertido: “Pon un cerco alrededor del monte, y conságramelo”.

24 ElSeñorle respondió:

―Baja y dile a Aarón que suba contigo. Pero ni los sacerdotes ni el pueblo deben intentar subir adonde estoy, pues, de lo contrario, yo arremeteré contra ellos.

25 Moisés bajó y repitió eso mismo al pueblo.

Categories
Éxodo

Éxodo 20

Los diez mandamientos

1 Dios habló, y dio a conocer todos estos mandamientos:

2 «Yo soy elSeñortu Dios. Yo te saqué de Egipto, del país donde eras esclavo.

3 »No tengas otros dioses fuera de mí.

4 »No te hagas ningún ídolo, ni nada que guarde semejanza con lo que hay arriba en el cielo, ni con lo que hay abajo en la tierra, ni con lo que hay en las aguas debajo de la tierra.

5 No te inclines delante de ellos ni los adores. Yo, elSeñortu Dios, soy un Dios celoso. Cuando los padres son malvados y me odian, yo castigo a sus hijos hasta la tercera y cuarta generación.

6 Por el contrario, cuando me aman y cumplen mis mandamientos, les muestro mi amor por mil generaciones.

7 »No uses elnombredelSeñortu Dios en falso. Yo, elSeñor, no tendré por inocente a quien se atreva a usar mi nombre en falso.

8 »Acuérdate delsábado, para consagrarlo.

9 Trabaja seis días, y haz en ellos todo lo que tengas que hacer,

10 pero el día séptimo será un día de reposo para honrar alSeñortu Dios. No hagas en ese día ningún trabajo, ni tampoco tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tus animales, ni tampoco los extranjeros que vivan en tus ciudades.

11 Acuérdate de que en seis días hizo elSeñorlos cielos y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, y que descansó el séptimo día. Por eso elSeñorbendijo y consagró el día de reposo.

12 »Honra a tu padre y a tu madre, para que disfrutes de una larga vida en la tierra que te da elSeñortu Dios.

13 »No mates.

14 »No cometas adulterio.

15 »No robes.

16 »No des falso testimonio en contra de tu prójimo.

17 »No codicies la casa de tu prójimo: No codicies su esposa, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni nada que le pertenezca».

Reacción temerosa de los israelitas

18 Ante ese espectáculo de truenos y relámpagos, de sonidos de trompeta y de la montaña envuelta en humo, los israelitas temblaban de miedo y se mantenían a distancia.

19 Así que le suplicaron a Moisés:

―Háblanos tú, y te escucharemos. Si Dios nos habla, seguramente moriremos.

20 ―No tengáis miedo —les respondió Moisés—. Dios ha venido a poneros a prueba, para que sintáis temor de él y no pequéis.

21 Entonces Moisés se acercó a la densa oscuridad en la que estaba Dios, pero los israelitas se mantuvieron a distancia.

El altar de piedra

22 ElSeñorle ordenó a Moisés:

«Diles lo siguiente a los israelitas: “Vosotros mismos habéis oído que os he hablado desde el cielo.

23 No me ofendáis; no os hagáis dioses de plata o de oro, ni los adoréis.

24 Hacedme un altar de tierra, y ofrecedme sobre él vuestrosholocaustosy sacrificios decomunión, vuestras ovejas y vuestros toros. Yo vendré al lugar donde os pida invocar minombre, y os bendeciré.

25 Si me hacéis un altar de piedra, no lo construyáis con piedras labradas, pues las herramientas profanan la piedra.

26 Y no le pongáis escalones a mi altar, no sea que al subir se os vean los genitales”.