Categories
Jeremías

Jeremías 21

Dios rechaza el pedido de Sedequías

1 Esta es la palabra delSeñor, que vino a Jeremías cuando el rey Sedequías envió a Pasur hijo de Malquías, y al sacerdote Sofonías hijo de Maseías, a que le dijeran:

2 «Consulta ahora alSeñorpor nosotros, porque Nabucodonosor, rey de Babilonia, nos está atacando. Tal vez elSeñorhaga uno de sus milagros, y lo obligue a retirarse».

3 Jeremías les respondió:

«Advertidle a Sedequías

4 que así dice elSeñor, el Dios de Israel: “Yo haré retroceder tus tropas, las que pelean contra el rey de Babilonia y contra loscaldeos, que desde fuera de los muros os tienen sitiados. Haré que tus tropas se replieguen dentro de la ciudad.

5 Yo mismo pelearé contra vosotros. Con gran despliegue de poder, y con ira, furor y gran indignación,

6 heriré ahombresy animales, y los habitantes de esta ciudad morirán por causa de una peste terrible.

7 Después de eso entregaré a Sedequías, rey de Judá, y a sus oficiales y a la gente que haya quedado con vida después de la peste, la espada y el hambre —afirma elSeñor—. Los entregaré en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y de los enemigos que buscan matarlos. Sin ninguna piedad, clemencia ni compasión, Nabucodonosor los herirá a filo de espada”.

8 »Y a este pueblo adviértele que así dice elSeñor: “Pongo delante de vosotros elcaminode la vida y el camino de la muerte.

9 El que se quede en esta ciudad morirá por la espada y la peste, o de hambre. Pero el que salga y se rinda a los caldeos que os están sitiando vivirá. Así salvará su vida.

10 Porque he decidido hacerle a esta ciudad el mal y no el bien —afirma elSeñor—. Será entregada en manos del rey de Babilonia, quien le prenderá fuego”.

11 »Di también a la casa real de Judá que escuchen la palabra delSeñor.

12 Adviértele a la dinastía de David que así dice elSeñor:

»“Haced justicia cada mañana,

y librad al explotado del poder del opresor,

no sea que mi ira se encienda como un fuego

y arda sin que nadie pueda extinguirla,

a causa de la maldad de sus acciones.

13 ¡Yo estoy contra ti, Jerusalén,

reina del valle, roca de la llanura!

—afirma elSeñor—.

Vosotros decís: ‘¿Quién podrá venir contra nosotros?

¿Quién podrá entrar en nuestros refugios?’

14 Yo os castigaré conforme al fruto de vuestras acciones

—afirma elSeñor—;

a su bosque le prenderé fuego,

y ese fuego consumirá todos sus alrededores”».

Categories
Jeremías

Jeremías 22

Juicio contra reyes malvados

1 Así dice elSeñor: «Ve a la casa del rey de Judá, y proclama allí este mensaje:

2 “Tú, rey de Judá, que estás sentado sobre el trono de David, y tus oficiales y tu pueblo, que entran por estas puertas, escuchad la palabra delSeñor.

3 Así dice elSeñor: ‘Practicad el derecho y la justicia. Librad al oprimido del poder del opresor. No maltratéis ni hagáis violencia al extranjero, ni al huérfano ni a la viuda, ni derraméis sangre inocente en este lugar.

4 Si de veras cumplís con esta palabra, entonces por las puertas de este palacio entrarán reyes que ocuparán el trono de David; entrarán en carros y a caballo, acompañados por sus oficiales y su pueblo.

5 Pero, si no obedecéis estas palabras, juro por mí mismo que este palacio se convertirá en un montón de ruinas. Yo, elSeñor, lo afirmo’ ”».

6 Porque así dice elSeñoracerca de la casa real de Judá:

«Para mí, tú eres como Galaad

y como la cima del Líbano,

pero juro que te convertiré en un desierto,

en ciudades deshabitadas.

7 Enviaré contra ti destructores,

cada uno con sus armas,

que talarán tus cedros más hermosos

y los echarán en el fuego.

8 »Gente de muchas naciones pasará por esta ciudad, y se preguntará: “¿Por qué habrá tratado así elSeñora esta gran ciudad?”

9 Y se le responderá: “Porque abandonaron elpactodelSeñorsu Dios, adorando y sirviendo a otros dioses”».

10 No lloréis por el que está muerto,

ni hagáis lamentaciones por él.

Llorad más bien por el exiliado,

por el que nunca volverá

ni verá más la tierra en que nació.

11 Así dice elSeñoracerca de Salún hijo de Josías, rey de Judá, que ascendió al trono después de su padre Josías y que salió de este lugar: «Nunca más volverá,

12 sino que morirá en el lugar donde ha sido desterrado. No volverá a ver más este país.

13 »¡Ay del que edifica su casa

y sus habitaciones superiores

violentando la justicia y el derecho!

¡Ay del que obliga a su prójimo

a trabajar de balde,

y no le paga por su trabajo!

14 ¡Ay del que dice: “Me edificaré una casa señorial,

con habitaciones amplias en el piso superior”!

Y le abre grandes ventanas,

y la recubre de cedro y la pinta de rojo.

15 »¿Acaso eres rey

solo por acaparar mucho cedro?

Tu padre no solo comía y bebía,

sino que practicaba el derecho y la justicia,

y por eso le fue bien.

16 Defendía la causa del pobre y del necesitado,

y por eso le fue bien.

¿Acaso no es esto conocerme?

—afirma elSeñor—.

17 »Pero tus ojos y tucorazón

solo buscan ganancias deshonestas,

solo buscan derramar sangre inocente

y practicar la opresión y la violencia».

18 Por eso, así dice elSeñoracerca de Joacim hijo de Josías, rey de Judá:

«Nadie lamentará su muerte ni gritará:

“¡Ay, mi hermano! ¡Ay, mi hermana!”

Nadie lamentará su muerte ni gritará:

“¡Ay, señor! ¡Ay, Majestad!”

19 Será enterrado como un asno,

y lo arrastrarán y lo arrojarán

fuera de laspuertasde Jerusalén».

20 «¡Sube al Líbano y grita;

levanta tu voz en Basán!

¡Grita desde Abarín,

pues todos tus amantes han sido destruidos!

21 Yo te hablé cuando te iba bien,

pero tú dijiste: “¡No escucharé!”

Así te has comportado desde tu juventud:

¡nunca me has obedecido!

22 El viento arrastrará a todos tuspastores,

y tus amantes irán al cautiverio.

Por culpa de toda tu maldad

quedarás avergonzada y humillada.

23 Tú que habitas en el Líbano,

que has puesto tu nido entre los cedros,

¡cómo gemirás cuando te vengan los dolores,

dolores como de parturienta!

24 »¡Tan cierto como que yo vivo —afirma elSeñor—, que aunque Jeconíashijo de Joacim, rey de Judá, sea un anillo en mi manoderecha, aun de allí lo arrancaré!

25 Yo te entregaré en manos de los que buscan matarte, y en manos de los que tú más temes, es decir, en poder de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y de losbabilonios.

26 A ti y a la madre que te dio a luz os arrojaré a un país que no os vio nacer, y allí moriréis.

27 Jamás volverán al país al que tanto anhelan volver».

28 ¿Es Jeconías una vasija despreciable y rota,

un objeto que nadie desea?

¿Por qué son arrojados él y su descendencia,

y echados a un país que no conocen?

29 ¡Tierra, tierra, tierra!

¡Escucha la palabra delSeñor!

30 Así dice elSeñor: «Anotad a este hombre

como si fuera un hombre sin hijos;

como alguien que fracasó en su vida.

Porque ninguno de sus descendientes

logrará ocupar el trono de David,

ni reinar de nuevo en Judá».

Categories
Jeremías

Jeremías 23

El Rey justo

1 «¡Ay de lospastoresque destruyen y dispersan el rebaño de mis praderas!», afirma elSeñor.

2 Por eso, así dice elSeñor, el Dios de Israel, a los pastores que apacientan a mi pueblo: «Vosotros habéis dispersado a mis ovejas; las habéis expulsado y no os habéis encargado de ellas. Pues bien, yo me encargaré de castigaros por vuestras malas acciones —afirma elSeñor—.

3 Al resto de mis ovejas yo mismo las reuniré de todos los países adonde las expulsé; y las haré volver a sus pastos, donde crecerán y se multiplicarán.

4 Pondré sobre ellas pastores que las pastorearán, y ya no temerán ni se espantarán, ni faltará ninguna de ellas —afirma elSeñor—.

5 »Vienen días —afirma elSeñor—,

en que de la simiente de David

haré surgir un vástago justo;

él reinará con sabiduría en el país,

y practicará el derecho y la justicia.

6 En esos días Judá será salvada,

Israel morará seguro.

Y este es elnombreque se le dará:

“ElSeñores nuestrasalvación”.

7 »Por eso —afirma elSeñor— vienen días en que ya no se dirá: “Por la vida delSeñor, que hizo salir a los israelitas de la tierra de Egipto”,

8 sino: “Por la vida delSeñor, que hizo salir a los descendientes de la familia de Israel, y los hizo llegar del país del norte, y de todos los países adonde los había expulsado”. Y habitarán en su propia tierra».

Profetas mentirosos

9 En cuanto a los profetas:

Se me parte elcorazónen el pecho

y se me estremecen los huesos.

Por causa delSeñor

y de sus santas palabras,

hasta parezco un borracho,

alguien dominado por el vino.

10 A causa de la maldición,

el país está lleno de adúlteros,

la tierra está de luto

y los pastos del desierto se han secado.

Los profetas corren tras la maldad,

y usan su poder para la injusticia.

11 «Impíos son los profetas y los sacerdotes;

aun en mi propia casa encuentro su maldad

—afirma elSeñor—.

12 »Por eso sucaminoserá resbaladizo;

serán empujados a las tinieblas,

y en ellas se hundirán.

Yo traeré sobre ellos una calamidad

en el año de su castigo

—afirma elSeñor—.

13 »Algo insólito he observado

entre los profetas de Samaria:

profetizaron en nombre deBaal,

y descarriaron a mi pueblo Israel.

14 Y entre los profetas de Jerusalén

he observado cosas terribles:

cometen adulterio, y viven en la mentira;

fortalecen las manos de los malhechores,

ninguno se convierte de su maldad.

Todos ellos son para mí como Sodoma;

los habitantes de Jerusalén son como Gomorra».

15 Por tanto, así dice elSeñorTodopoderosocontra los profetas:

«Haré que coman alimentos amargos

y que beban agua envenenada,

porque los profetas de Jerusalén

han llenado de corrupción todo el país».

16 Así dice elSeñorTodopoderoso:

«No hagáis caso de lo que dicen los profetas,

pues os dan falsas esperanzas;

cuentan visiones que se han imaginado

y que no proceden de la boca delSeñor.

17 A los que me desprecian les aseguran

que yo digo que gozarán debienestar;

a los que obedecen los dictados de su terco corazón

les dicen que no les sobrevendrá ningún mal.

18 ¿Quién de ellos ha estado en el consejo delSeñor?

¿Quién ha recibido o escuchado su palabra?

¿Quién ha atendido y escuchado su palabra?

19 El huracán delSeñorse ha desatado con furor;

un torbellino se cierne amenazante

sobre la cabeza de los malvados.

20 La ira delSeñorno cesará

hasta que haya realizado por completo

los propósitos de su corazón.

Al final de los tiempos

lo comprenderéis con claridad.

21 Yo no envié a esos profetas,

pero ellos corrieron;

ni siquiera les hablé,

pero ellos profetizaron.

22 Si hubieran estado en mi consejo,

habrían proclamado mis palabras a mi pueblo;

lo habrían hecho volver de su mal camino

y de sus malas acciones.

23 »¿Soy acaso Dios solo de cerca?

¿No soy Dios también de lejos?

—afirma elSeñor—.

24 ¿Podrá elhombrehallar un escondite

donde yo no pueda encontrarlo?

—afirma elSeñor—.

¿Acaso no soy yo el que llena los cielos y la tierra?

—afirma elSeñor—.

25 »He escuchado lo que dicen los profetas que profieren mentiras en mi nombre, los cuales dicen: “¡He tenido un sueño, he tenido un sueño!”

26 ¿Hasta cuándo seguirán dándole valor de profecía a las mentiras y delirios de sumente?

27 Con los sueños que se cuentan unos a otros pretenden hacer que mi pueblo se olvide de mi nombre, como sus antepasados se olvidaron de mi nombre por el de Baal.

28 El profeta que tenga un sueño, que lo cuente; pero el que reciba mi palabra, que la proclame con fidelidad. ¿Qué tiene que ver la paja con el grano? —afirma elSeñor—.

29 ¿No es acaso mi palabra como fuego, y como martillo que pulveriza la roca? —afirma elSeñor—.

30 »Por eso yo estoy contra los profetas que se roban mis palabras entre sí —afirma elSeñor—.

31 Yo estoy contra los profetas que sueltan la lengua y hablan por hablar —afirma elSeñor—.

32 Yo estoy contra los profetas que cuentan sueños mentirosos, y que al contarlos hacen que mi pueblo se extravíe con sus mentiras y sus presunciones —afirma elSeñor—. Yo no los he enviado ni les he dado ninguna orden. Son del todo inútiles para este pueblo —afirma elSeñor—.

Profecías falsas

33 »Y, si este pueblo, o algún profeta o sacerdote, te pregunta: “¿Qué mensajetenemos delSeñor?”, tú les responderás: “¿De qué mensaje habláis?” Yo os abandonaré —afirma elSeñor—.

34 Y, si un profeta o un sacerdote, o alguien del pueblo, dice: “Este es el mensaje delSeñor”, yo castigaré a ese hombre y a su casa.

35 Así deberán hablarse entre amigos y hermanos: “¿Qué ha respondido elSeñor?”, o “¿Qué ha dicho elSeñor?”

36 Pero no deberán mencionar más la frase “Mensaje delSeñor”, porque el mensaje de cada uno será su propia palabra, ya que vosotros habéis distorsionado las palabras del Dios viviente, delSeñorTodopoderoso, nuestro Dios.

37 Así les dirás a los profetas: “¿Qué os ha respondido elSeñor? ¿Qué os ha dicho?”

38 Pero, si respondéis: “¡Mensaje delSeñor!”, elSeñordice: “Por cuanto habéis dicho: ‘¡Mensaje delSeñor!’, habiéndoos yo prohibido que pronunciarais esta frase,

39 entonces me olvidaré de vosotros y os echaré de mi presencia, junto con la ciudad que os di a vosotros y a vuestros antepasados.

40 Y os afligiré con un oprobio eterno, con una humillación eterna que jamás será olvidada”».

Categories
Jeremías

Jeremías 24

Dos canastas de higos

1 Después de que Nabucodonosor, rey de Babilonia, deportó de Jerusalén a Jeconías hijo de Joacim, rey de Judá, junto con los jefes de Judá y con los artesanos y herreros, elSeñorme mostró dos canastas de higos colocadas frente al templo delSeñor.

2 Una de ellas tenía higos muy buenos, como los que maduran primero; la otra tenía higos muy malos, tan malos que no se podían comer.

3 Entonces elSeñorme preguntó: «¿Qué ves, Jeremías?» Yo respondí: «Veo higos. Unos están muy buenos, pero otros están tan malos que no se pueden comer».

4 Y la palabra delSeñorvino a mí:

5 «Así dice elSeñor, el Dios de Israel: “A los deportados de Judá, que envié de este lugar al país de losbabilonios, los consideraré como a estos higos buenos.

6 Los miraré favorablemente, y los haré volver a este país. Los edificaré y no los derribaré, los plantaré y no los arrancaré.

7 Les daré uncorazónque me conozca, porque yo soy elSeñor. Ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios, porque volverán a mí de todo corazón.

8 »”Pero a Sedequías, rey de Judá, y a sus jefes y a los sobrevivientes de Jerusalén —lo mismo a los que se quedaron en este país como a los que viven en Egipto— los trataré como a los higos malos, que de tan malos no se pueden comer —afirma elSeñor—.

9 Los convertiré en motivo de espanto y de calamidad, para todos los reinos de la tierra. En todos los lugares por donde yo los disperse, serán objeto de escarnio, desprecio, burla y maldición.

10 Enviaré contra ellos espada, hambre y pestilencia, hasta que sean exterminados de la tierra que les di a ellos y a sus antepasados”».

Categories
Jeremías

Jeremías 25

Setenta años de cautiverio

1 Esta es la palabra que vino a Jeremías en relación a todo el pueblo de Judá. La recibió en el año cuarto del reinado de Joacim hijo de Josías, rey de Judá, es decir, durante el año primero del reinado de Nabucodonosor, rey de Babilonia.

2 El profeta Jeremías dijo lo siguiente a todo el pueblo de Judá y a todos los habitantes de Jerusalén:

3 «Desde el año trece de Josías hijo de Amón, rey de Judá, hasta el día de hoy —¡y conste que ya han pasado veintitrés años!—, elSeñorme ha dirigido su palabra, y yo os he hablado en repetidas ocasiones, pero no me habéis hecho caso.

4 »Además, una y otra vez elSeñoros ha enviado a sus siervos los profetas, pero no les habéis escuchado ni les habéis prestado atención.

5 Ellos os exhortaban: “Dejad ya vuestro malcaminoy vuestras malas acciones. Así podréis habitar en la tierra que, desde siempre y para siempre, elSeñoros ha dado a vosotros y a vuestros antepasados.

6 No vayáis tras otros dioses para servirles y adorarlos; no me irritéis con la obra de vuestras manos, y no os haré ningún mal”.

7 »Pero no me obedecisteis —afirma elSeñor—, sino que me irritasteis con la obra de vuestras manos, para vuestra propia desgracia.

8 »Por eso, así dice elSeñorTodopoderoso: “Por cuanto no habéis obedecido mis palabras,

9 yo haré que vengan todos los pueblos del norte, y también mi siervo Nabucodonosor, rey de Babilonia. Los traeré contra este país, contra sus habitantes y contra todas las naciones vecinas, y losdestruirépor completo: ¡los convertiré en objeto de horror, de burla y de eterna desolación! —afirma elSeñor—.

10 Haré que desaparezcan entre ellos los gritos de gozo y alegría, los cantos de bodas, el ruido del molino y la luz de la lámpara.

11 Todo este país quedará reducido a horror y desolación, y estas naciones servirán al rey de Babilonia durante setenta años”.

12 »Pero, cuando se hayan cumplido los setenta años, yo castigaré por su iniquidad al rey de Babilonia y a aquella nación, país de loscaldeos, y los convertiré en desolación perpetua —afirma elSeñor—.

13 Haré que vengan sobre ese país todas las amenazas que le anuncié, y todo lo que está registrado en este libro y que Jeremías ha profetizado contra las naciones.

14 Los caldeos, a su vez, caerán bajo el yugo de muchas naciones y reyes poderosos. Así les daré lo que merecen su conducta y sus hechos».

15 ElSeñor, el Dios de Israel, me dijo: «Toma de mi mano esta copa del vino de mi ira, y dásela a beber a todas las naciones a las que yo te envíe.

16 Cuando ellas la beban, se tambalearán y perderán el juicio, a causa de la espada que voy a enviar contra ellos».

17 Tomé de la mano delSeñorla copa, y se la di a beber a todas las naciones a las cuales elSeñorme envió:

18 a Jerusalén y a las ciudades de Judá, a sus reyes y a sus jefes, para convertirlos en ruinas, en motivo de horror, burla y maldición, como hoy se puede ver.

19 También se la di a beber al faraón, rey de Egipto, y a sus siervos y jefes y a todo su pueblo;

20 a todos los forasteros, a todos los reyes del país de Uz, y a todos los reyes del país de los filisteos: a los de Ascalón, Gaza y Ecrón, y a los sobrevivientes de Asdod;

21 a Edom y Moab, y a los hijos de Amón;

22 a todos los reyes de Tiro y de Sidón; a todos los reyes de las costas al otro lado del mar;

23 a Dedán, Temá y Buz; a todos los pueblos que se rapan las sienes;

24 a todos los reyes de Arabia; a todos los reyes de las diferentes tribus del desierto;

25 a todos los reyes de Zimri, Elam y Media;

26 a todos los reyes del norte, cercanos o lejanos entre sí, y a todos los reinos que están sobre la faz de la tierra. Y después de ellos beberá el rey de Sesac.

27 «Tú les dirás: “Así dice elSeñorTodopoderoso, el Dios de Israel: ‘Bebed, emborrachaos, vomitad y caed para no levantaros más, por causa de la espada que envío contra vosotros’ ”.

28 Pero, si se niegan a tomar de tu mano la copa y beberla, tú les dirás: “Así dice elSeñorTodopoderoso: ‘¡Tendréis que beberla!’

29 Desataré calamidades contra la ciudad que lleva minombre. ¿Y creéis vosotros que no os voy a castigar? Al contrario, seréis castigados —afirma elSeñorTodopoderoso—, porque yo desenvaino la espada contra todos los habitantes de la tierra”.

30 »Tú, Jeremías, profetiza contra ellos todas estas palabras:

»“Ruge elSeñordesde lo alto;

desde susantamorada hace tronar su voz.

Ruge violento contra su rebaño;

grita como los que pisan la uva,

contra todos los habitantes del mundo.

31 El estruendo llega hasta los confines de la tierra,

porque elSeñorlitiga contra las naciones;

enjuicia a todos losmortales,

y pasa por la espada a los malvados”»,

afirma elSeñor.

32 Así dice elSeñorTodopoderoso:

«La calamidad se extiende de nación en nación;

una terrible tempestad se desata

desde los confines de la tierra».

33 En aquel día, las víctimas delSeñorquedarán tendidas de un extremo a otro de la tierra. Nadie las llorará ni las recogerá ni las enterrará; se quedarán sobre la faz de la tierra, como el estiércol.

34 Gemid,pastores, y clamad;

revolcaos en el polvo, jefes del rebaño,

porque os ha llegado el día de la matanza;

seréis dispersados, y caeréis como carneros escogidos.

35 Los pastores no tendrán escapatoria;

no podrán huir los jefes del rebaño.

36 Escuchad el clamor de los pastores

y el gemido de los jefes del rebaño,

porque elSeñordestruye sus pastizales.

37 Las hermosas praderas son asoladas,

a causa de la ardiente ira delSeñor.

38 Como león que deja abandonada su guarida,

elSeñorha dejado desolado su país,

a causa de la espadadevastadora,

a causa de la ardiente ira delSeñor.

Categories
Jeremías

Jeremías 26

Jeremías bajo amenaza de muerte

1 Al comienzo del reinado de Joacim hijo de Josías, rey de Judá, vino a Jeremías esta palabra delSeñor:

2 «Así dice elSeñor: “Párate en el atrio de la casa delSeñor, y di todas las palabras que yo te ordene a todas las ciudades de Judá que vienen a adorar en la casa delSeñor. No omitas ni una sola palabra.

3 Tal vez te hagan caso y se conviertan de su malcamino. Si lo hacen, me arrepentiré del mal que pensaba hacerles por sus malas acciones.

4 Tú les advertirás que así dice elSeñor: ‘Si no me obedecéis ni os ceñís a laleyque yo os he entregado,

5 y si no escucháis las palabras de mis siervos los profetas, a quienes una y otra vez he enviado y vosotros habéis desobedecido,

6 entonces haré con esta casa lo mismo que hice con Siló: ¡Haré de esta ciudad una maldición para todas las naciones de la tierra!’ ”»

7 Los sacerdotes, los profetas y el pueblo entero oyeron estas palabras que el profeta Jeremías pronunció en la casa delSeñor.

8 Pero, en cuanto Jeremías terminó de decir al pueblo todo lo que elSeñorle había ordenado, los sacerdotes y los profetas y todo el pueblo lo apresaron y le dijeron: «¡Vas a morir!

9 ¿Por qué has profetizado en elnombredelSeñorque esta casa se quedará como Siló, y que esta ciudad quedará desolada y deshabitada?» Y todo el pueblo que estaba en la casa delSeñorse abalanzó sobre Jeremías.

10 Cuando los jefes de Judá escucharon estas cosas, fueron del palacio del rey a la casa delSeñor, y se apostaron a la entrada de la Puerta Nueva del templo.

11 Allí los sacerdotes y los profetas dijeron a los jefes y a todo el pueblo: «Este hombre debe ser condenado a muerte, porque ha profetizado contra esta ciudad, tal como vosotros lo habéis escuchado con vuestros propios oídos».

12 Pero Jeremías dijo a todos los jefes y a todo el pueblo: «ElSeñorme envió para profetizar contra esta casa y contra esta ciudad todas las cosas que habéis escuchado.

13 Así que enmendad ya vuestra conducta y vuestras acciones, y obedeced alSeñorvuestro Dios, y elSeñorse arrepentirá del mal que os ha anunciado.

14 En cuanto a mí, estoy en vuestras manos; haced conmigo lo que mejor os parezca.

15 Pero sabed que, si me matáis, estaréis derramando sangre inocente sobre vosotros mismos y sobre los habitantes de esta ciudad. Lo cierto es que elSeñorme ha enviado a que os anuncie claramente todas estas cosas».

16 Los jefes y todo el pueblo dijeron a los sacerdotes y a los profetas: «Este hombre no debe ser condenado a muerte, porque nos ha hablado en el nombre delSeñornuestro Dios».

17 Entonces algunos de losancianosdel país se levantaron y recordaron a toda la asamblea del pueblo

18 que, durante el reinado de Ezequías, Miqueas de Moréset había profetizado a todo el pueblo de Judá:

«Así dice elSeñorTodopoderoso:

“Sión será arada como un campo,

Jerusalén quedará en ruinas,

y la montaña del templo se volverá un bosque”.

19 »¿Acaso Ezequías, rey de Judá, y todo su pueblo mataron a Miqueas? ¿No es verdad que Ezequías temió alSeñory le pidió su ayuda, y que elSeñorse arrepintió del mal que les había anunciado? Sin embargo, nosotros estamos a punto de provocar nuestro propio mal».

20 Hubo también otro profeta, de nombre Urías hijo de Semaías, de Quiriat Yearín, que profetizaba en el nombre delSeñor. Este profetizó contra la ciudad y contra el país, tal y como hizo Jeremías.

21 Cuando el rey Joacim y sus funcionarios y jefes oyeron sus palabras, el rey intentó matarlo; pero, al enterarse Urías, tuvo miedo y escapó a Egipto.

22 Después el rey Joacim envió a Egipto a Elnatán hijo de Acbor, junto con otros hombres,

23 y ellos sacaron de Egipto a Urías y lo llevaron ante el rey Joacim, quien mandó que mataran a Urías a filo de espada, y que arrojaran su cadáver a la fosa común.

24 Sin embargo, Ajicán hijo de Safán protegió a Jeremías y no permitió que cayera en manos del pueblo ni que lo mataran.

Categories
Jeremías

Jeremías 27

Parábola del yugo

1 Al comienzo del reinado de Sedequías hijo de Josías, rey de Judá, vino a Jeremías esta palabra delSeñor:

2 Así me dijo elSeñor: «Hazte un yugo y unas correas, y póntelos sobre el cuello.

3 Envía luego a los reyes de Edom, Moab, Amón, Tiro y Sidón un mensaje por medio de los mensajeros que vienen a Jerusalén para ver a Sedequías, rey de Judá.

4 Entrégales este mensaje para sus señores: “Así dice elSeñorTodopoderoso, el Dios de Israel: ‘Decid a vuestros señores:

5 Yo, con mi gran poder y mi brazo poderoso, hice la tierra, y loshombresy los animales que están sobre ella, y puedo dárselos a quien me plazca.

6 Ahora mismo entrego todos estos países en manos de mi siervo Nabucodonosor, rey de Babilonia, y hasta las bestias del campo las he puesto bajo su poder.

7 Todas las naciones le servirán a él, y a su hijo y a su nieto, hasta que también a su país le llegue la hora y sea sometido por numerosas naciones y grandes reyes.

8 Y, si alguna nación o reino rehúsa someterse a Nabucodonosor, rey de Babilonia, y no dobla el cuello bajo el yugo del rey de Babilonia, yo castigaré a esa nación con espada, hambre y pestilencia, hasta que Nabucodonosor la destruya por completo —afirma elSeñor—.

9 »” ’Por tanto, no hagáis caso a vuestros profetas ni a vuestros adivinos, intérpretes de sueños, astrólogos y hechiceros, que os dicen que no os sometáis al rey de Babilonia.

10 Las mentiras que ellos os profetizan solo sirven para que os alejéis de vuestra propia tierra, y para que yo os expulse y muráis.

11 En cambio, a la nación que doble el cuello bajo el yugo del rey de Babilonia y se someta a él —afirma elSeñor—, yo la dejaré en su propia tierra para que la trabaje y viva en ella’ ”».

12 A Sedequías, rey de Judá, le dije lo mismo: «Doblad el cuello bajo el yugo del rey de Babilonia; someteos a él y a su pueblo, y seguiréis con vida.

13 ¿Para qué vais a morir tú y tu pueblo por la espada, el hambre y la pestilencia, tal como ha prometido elSeñora toda nación que no se someta al rey de Babilonia?

14 No hagáis caso a las palabras de los profetas que os dicen que no os sometáis al rey de Babilonia, porque lo que os profetizan son mentiras.

15 “¡Yo no los envié! —afirma elSeñor—. Ellos profetizan mentiras en minombre, que solo servirán para que yo os expulse, y muráis tanto vosotros como vuestros profetas”».

16 También les comuniqué a los sacerdotes y a todo el pueblo que así dice elSeñor:

«No hagáis caso a los profetas que os aseguran que muy pronto os serán devueltos de Babilonia los utensilios de la casa delSeñor. ¡Tales profecías son puras mentiras!

17 No les hagáis caso. Someteos al rey de Babilonia, y seguiréis con vida. ¿Por qué ha de convertirse en ruinas esta ciudad?

18 Si de veras son profetas y tienen palabra delSeñor, que le supliquen alSeñorTodopoderoso que no sean llevados a Babilonia los utensilios que aún quedan en la casa delSeñor, y en el palacio del rey de Judá y en Jerusalén.

19 »En cuanto a las columnas, la fuente de agua, las bases y los demás utensilios que quedaron en esta ciudad,

20 los cuales no se llevó Nabucodonosor, rey de Babilonia, cuando deportó de Jerusalén a Babilonia a Jeconíashijo de Joacim, rey de Judá, junto con todos los nobles de Judá y Jerusalén,

21 es decir, en cuanto a los utensilios que quedaron en la casa delSeñory en el palacio del rey de Judá y en Jerusalén, así dice elSeñorTodopoderoso, el Dios de Israel:

22 “Todo esto será llevado a Babilonia —afirma elSeñor—, y allí permanecerá hasta el día en que yo lo vaya a buscar y lo devuelva a este lugar”».

Categories
Jeremías

Jeremías 28

Jananías, el falso profeta

1 En el quinto mes de ese mismo año cuarto, es decir, al comienzo del reinado de Sedequías, rey de Judá, el profeta Jananías hijo de Azur, que era de Gabaón, me dijo en la casa delSeñor, en presencia de los sacerdotes y de todo el pueblo:

2 ―Así dice elSeñorTodopoderoso, el Dios de Israel: “Voy a quebrar el yugo del rey de Babilonia.

3 Dentro de dos años devolveré a este lugar todos los utensilios que Nabucodonosor, rey de Babilonia, se llevó de la casa delSeñora Babilonia.

4 También haré que vuelvan a este lugar Jeconías hijo de Joacim, rey de Judá, y todos los que fueron deportados de Judá a Babilonia. ¡Voy a quebrar el yugo del rey de Babilonia! Yo, elSeñor, lo afirmo”.

5 En presencia de los sacerdotes y de todo el pueblo que estaba en la casa delSeñor, el profeta Jeremías le respondió al profeta Jananías:

6 ―¡Amén! Que así lo haga elSeñor. Que cumpla elSeñorlas palabras que has profetizado. Que devuelva a este lugar los utensilios de la casa delSeñory a todos los que fueron deportados a Babilonia.

7 Pero presta atención a lo que voy a deciros a ti y a todo el pueblo:

8 Los profetas que nos han precedido profetizaron guerra, hambre y pestilencia contra numerosas naciones y grandes reinos.

9 Pero a un profeta que anunciapazse le reconoce como profeta verdaderamente enviado por elSeñorsolo si se cumplen sus palabras.

10 Entonces el profeta Jananías tomó el yugo que estaba sobre el cuello del profeta Jeremías, y lo quebró.

11 Y dijo en presencia de todo el pueblo:

―Así dice elSeñor: “De esta manera voy a quebrar, dentro de dos años, el yugo de Nabucodonosor, rey de Babilonia, que pesa sobre el cuello de todas las naciones”.

El profeta Jeremías, por su parte, optó por seguir su camino.

12 Algún tiempo después de que el profeta Jananías quebrara el yugo que pesaba sobre el cuello de Jeremías, la palabra delSeñorvino a este profeta:

13 «Ve y adviértele a Jananías que así dice elSeñor: “Tú has quebrado un yugo de madera, pero yo haréen su lugar un yugo de hierro.

14 Porque así dice elSeñorTodopoderoso, el Dios de Israel: ‘Voy a poner un yugo de hierro sobre el cuello de todas estas naciones, para someterlas a Nabucodonosor, rey de Babilonia, y ellas se sujetarán a él. También a las bestias del campo las someteré a su poder’ ”».

15 Entonces el profeta Jeremías le dijo al profeta Jananías:

―Presta mucha atención. A pesar de que elSeñorno te ha enviado, tú has hecho que este pueblo confíe en una mentira.

16 Por eso, así dice elSeñor: “Voy a hacer que desaparezcas de la faz de la tierra. Puesto que has incitado a la rebelión contra elSeñor, este mismo año morirás”.

17 En efecto, el profeta Jananías murió en el mes séptimo de ese mismo año.

Categories
Jeremías

Jeremías 29

Carta a los exiliados

1 Esta es la carta que el profeta Jeremías envió desde Jerusalén al resto de losancianosque estaban en el exilio, a los sacerdotes y los profetas, y a todo el pueblo que Nabucodonosor había desterrado de Jerusalén a Babilonia.

2 Esto sucedió después de que el rey Jeconías había salido de Jerusalén, junto con la reina madre, loseunucos, los jefes de Judá y de Jerusalén, los artesanos y los herreros.

3 La carta fue enviada por medio de Elasá hijo de Safán, y de Guemarías hijo de Jilquías, a quienes Sedequías, rey de Judá, había enviado al rey Nabucodonosor, rey de Babilonia. La carta decía:

4 Así dice elSeñorTodopoderoso, el Dios de Israel, a todos los que he deportado de Jerusalén a Babilonia:

5 «Construid casas y habitadlas; plantad huertos y comed de su fruto.

6 Casaos, y tened hijos e hijas; y casad a vuestros hijos e hijas, para que a su vez ellos os den nietos. Multiplicaos allá, y no disminuyáis.

7 Además, buscad elbienestarde la ciudad adonde os he deportado, y pedid alSeñorpor ella, porque vuestro bienestar depende del bienestar de la ciudad».

8 Así dice elSeñorTodopoderoso, el Dios de Israel: «No os dejéis engañar por los profetas ni por los adivinos que están entre vosotros. No hagáis caso de los sueños que ellos tienen.

9 Lo que ellos os profetizan en minombrees una mentira. Yo no los he enviado», afirma elSeñor.

10 Así dice elSeñor: «Cuando a Babilonia se le hayan cumplido los setenta años, yo os visitaré; y haré honor a mi promesa en vuestro favor, y os haré volver a este lugar.

11 Porque yo sé muy bien los planes que tengo para vosotros —afirma elSeñor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de daros un futuro y una esperanza.

12 Entonces me invocaréis, y vendréis a suplicarme, y yo os escucharé.

13 Me buscaréis y me encontraréis cuando me busquéis de todocorazón.

14 Me dejaré encontrar —afirma elSeñor—, y os haré volver del cautiverio.Yo os reuniré de todas las naciones y de todos los lugares adonde os haya dispersado, y os haré volver al lugar del cual os deporté», afirma elSeñor.

15 Podréis decir: «ElSeñornos ha dado profetas en Babilonia»,

16 pero esto es lo que dice elSeñoracerca del rey que ocupa el trono de David, y acerca de todo el pueblo que aún queda en esta ciudad, es decir, de vuestros hermanos que no fueron con vosotros al exilio.

17 Así dice elSeñorTodopoderoso: «Voy a mandar contra ellos la espada, el hambre y la pestilencia. Haré que sean como higos podridos, que de tan malos no se pueden comer.

18 Los perseguiré con espada, hambre y pestilencia, y haré que sean motivo de espanto para todos los reinos de la tierra, y que sean maldición y objeto de horror, de burla y de escarnio en todas las naciones por donde yo los disperse.

19 Porque no habéis escuchado las palabras que, una y otra vez, os envié por medio de mis siervos los profetas —afirma elSeñor—.

20 »Pero ahora todos vosotros los exiliados que hice deportar de Jerusalén a Babilonia, ¡obedeced mi palabra!»

21 Así dice elSeñorTodopoderoso, el Dios de Israel, acerca de Acab hijo de Colaías, y de Sedequías hijo de Maseías, que os profetizan una mentira en mi nombre: «Voy a entregarlos en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y él los matará ante vuestros propios ojos.

22 Por culpa de ellos, todos los deportados de Judá que están en Babilonia pronunciarán esta maldición: “Que haga elSeñorcontigo lo mismo que hizo con Sedequías y Acab, a quienes el rey de Babilonia asó en el fuego”.

23 Porque cometieron una infamia en Israel: adulteraron con la mujer de su prójimo y dijeron mentiras en mi nombre, cosas que jamás les ordené. Yo lo sé, y de eso soy testigo», afirma elSeñor.

Mensaje de Semaías

24 También a Semaías hijo de Nejelán le comunicarás

25 que así dice elSeñorTodopoderoso, el Dios de Israel: «Tú, en tu propio nombre, enviaste cartas a todo el pueblo que está en Jerusalén, al sacerdote Sofonías hijo de Maseías, y a todos los sacerdotes. En esas cartas decías:

26 “ElSeñorte ha puesto como sacerdote en lugar del sacerdote Joyadá, para que vigiles en la casa delSeñor. A todo loco que se haga pasar por profeta, lo pondrás en el cepo y en el calabozo.

27 ¿Por qué, pues, no has reprendido a Jeremías de Anatot, que entre vosotros se hace pasar por profeta?

28 Resulta que él nos envió un mensaje a Babilonia, el cual decía: ‘La deportación va a durar mucho tiempo; así que construid casas, y habitadlas; plantad huertos y comed de su fruto’ ”».

29 El sacerdote Sofonías leyó esta carta al profeta Jeremías.

30 Entonces vino a Jeremías la palabra delSeñor:

31 «Comunícales a todos los deportados que así dice elSeñoracerca de Semaías de Nejelán: “Puesto que Semaías os ha profetizado sin que yo lo haya enviado, y os ha hecho confiar en una mentira,

32 yo, elSeñor, castigaré a Semaías de Nejelán y a su descendencia, porque ha incitado al pueblo a rebelarse contra mí. Ninguno de su familia vivirá para contar el bien que le haré a mi pueblo”», afirma elSeñor.

Categories
Jeremías

Jeremías 30

Restauración de Israel

1 La palabra delSeñorvino a Jeremías:

2 «Así dice elSeñor, el Dios de Israel: “Escribe en un libro todas las palabras que te he dicho.

3 Porque vienen días —afirma elSeñor— cuando yo haré volver del cautiverio ami pueblo Israel y Judá, y los traeré a la tierra que di a sus antepasados, y la poseerán”», afirma elSeñor.

4 Esto fue lo que elSeñorle dijo a Jeremías acerca de Israel y Judá:

5 «Así dice elSeñor:

»“Hemos escuchado un grito de espanto;

no haypaz, sino terror.

6 Preguntad y ved

si acaso los varones dan a luz.

¿Por qué, pues, veo a todos loshombres

con las manos sobre las caderas,

como mujeres con dolores de parto?

¿Por qué han palidecido

todos los rostros?

7 ¡Ay! Será un día terrible,

un día que no tiene parangón.

Será un tiempo de angustia para Jacob,

pero será librado de ella.

8 »”En aquel día —afirma elSeñorTodopoderoso—,

quebraré el yugo que mi pueblo lleva sobre el cuello,

romperé sus ataduras,

y ya no serán esclavos de extranjeros.

9 Servirán alSeñor, su Dios,

y a David, a quien pondré como su rey.

10 »”No temas, Jacob, siervo mío;

no te asustes, Israel

—afirma elSeñor—.

A ti, Jacob, te libraré de ese país lejano;

a tus descendientes los libraré del exilio.

Volverás a vivir en paz y tranquilidad,

y ya nadie te infundirá temor.

11 Porque yo estoy contigo para salvarte

—afirma elSeñor—.

Destruiré por completo a todas las naciones

entre las que te había dispersado.

Pero a ti no te destruiré del todo,

sino que te castigaré conjusticia;

¡de ninguna manera quedarás impune!”

12 »Así dice elSeñor:

»“Tu herida es incurable,

tu llaga no tiene remedio.

13 No hay quien defienda tu causa;

no hay remedio para tu mal

ni sanidad para tu enfermedad.

14 Todos tus amantes te han olvidado;

ya no se ocupan de ti.

Por causa de tu enorme iniquidad,

y por tus muchos pecados,

te he golpeado, te he corregido,

como lo haría un adversario cruel.

15 ¿Por qué te quejas de tus heridas,

si tu dolor es incurable?

Por causa de tu enorme iniquidad

y por tus muchos pecados,

yo te he tratado así.

16 »”Todos los que te devoren serán devorados;

todos tus enemigos serán deportados.

Todos los que te saqueen serán saqueados;

todos los que te despojen serán despojados.

17 Pero yo te restauraré

y sanaré tus heridas

—afirma elSeñor—

porque te han llamado la Desechada,

la pobreSión, la que a nadie le importa”.

18 »Así dice elSeñor:

»“Restauraré las fortunas de las tiendas de Jacob,

y tendré compasión de sus moradas;

la ciudad resurgirá sobre sus ruinas,

y el palacio se asentará en el lugar debido.

19 Surgirán de ellos cánticos de gratitud,

y gritos de alegría.

Multiplicaré su descendencia, y no disminuirá;

los honraré, y no serán menospreciados.

20 Sus hijos volverán a ser como antes;

ante mí será restablecida su comunidad,

pero castigaré a todos sus opresores.

21 De entre ellos surgirá su líder;

uno de ellos será su gobernante.

Lo acercaré hacia mí, y él estará a mi lado,

pues ¿quién arriesgaría su vida por acercarse a mí?

—afirma elSeñor—.

22 Vosotros sois mi pueblo,

y yo seré vuestro Dios”».

23 La tempestad delSeñor

ha estallado con furor;

una tempestad huracanada

se ha desatado sobre los malvados.

24 La ardiente ira delSeñorno pasará

hasta que haya realizado del todo

los propósitos de sucorazón.

Todo esto lo comprenderéis

al final de los tiempos.